Gran Canaria es el lugar escogido por muchas familias de toda Europa para las vacaciones porque lo tiene todo para que niños y mayores se lleven un recuerdo imborrable. Mil propuestas de ocio y entretenimiento están esperando en cada rincón de este pequeño continente para disfrutarlo por completo de norte a sur con innumerables opciones que garantizan días de diversión y descanso.
El verano es siempre un momento perfecto por el excelente clima que reina en Gran Canaria durante todo el año. Su microclima, caracterizado en verano por una brisa agradable y refrescante provocada por los vientos alisios, hacen de la isla un destino perfecto para descubrir, explorar y desconectar al aire libre cuando en las zonas continentales el calor aprieta. En su eterna primavera siempre hay algo divertido que hacer, niños y acompañantes podrán vivir una experiencia que no deja de sorprender, porque la isla es uno de esos pocos lugares privilegiados que acumulan tesoros arqueológicos, etnográficos, artísticos y naturales de relevancia mundial.
Gran Canaria es sinónimo de sol, playas espectaculares, espacios naturales y paisajes sorprendentes, biodiversidad, aire puro y un destino lleno de emociones y sensaciones en el que descansar, relajarse, disfrutar y vivir aventuras increíbles en familia, todo a muy pocas horas en avión desde cualquier punto de la Península y de las principales capitales europeas.
Actividades en el mar
En un listado de planes para disfrutar de Gran Canaria en verano no podemos olvidar que la isla es la meca del oleaje durante los 365 días del año. En ella se dan la mano diferentes tipos de viento y condiciones del mar que crean las condiciones perfectas para diferentes actividades donde el mar es el protagonista. En sus 60 kilómetros de playas de aguas cristalinas, seguras y con todos los servicios, algunas de fina arena dorada y otras de oscura arena volcánica, encontrarán las mejores opciones para que los peques de la casa puedan vivir sus primeras experiencias o perfeccionar su estilo en deportes acuáticos como el surf, windsurf, body board o paddle surf.
También podrán disfrutar en familia de las actividades más divertidas en el mar: snorkel flyboard, kayak, safaris en moto de agua, paseos a bordo de catamaranes de fondos de cristal en los que ver la rica biodiversidad marina de la isla, recorrer el fondo marino del pueblo pesquero de Mogán en un submarino o ver los delfines que viven cerca de la costa grancanaria. Y para los que prefieran disfrutar de la fauna marina y acuática de una manera espectacular está el acuario Poema del Mar, en Las Palmas de Gran Canaria, que invita a realizar un viaje desde los ecosistemas ribereños hasta las profundidades más asombrosas.
Piscinas naturales
Otro de los tesoros de Gran Canaria son sus piscinas naturales en las que disfrutar del sol y de un buen baño. Son las auténticas ‘infinity pool’ del atlántico”, enclavadas entre rocas volcánicas, como las de La Furnia, una de las piscinas naturales más desconocidas del norte, situada en Gáldar, situadas en un paraje casi virgen y rodeada de yacimientos arqueológicos, o los dos grandes charcos de las piscinas de Roque Prieto, en Guía, ideales para el disfrute en familia al estar protegidas del oleaje exterior.
También en el marinero pueblo de Agaete hay tres charcos hermanos, los de Las Salinas, un lugar donde disfrutar del océano que atraviesa sus tubos volcánicos. Y en la Villa de Moya está el Charco de San Lorenzo, un conjunto de piscinas en mar abierto totalmente equipadas y con servicios para completar una jornada de revitalizantes chapuzones repleta de planes junto al mar. Los niños y no tan niños descubrirán una fauna única en la que destacan los burgaos, pequeños caracoles marinos, peces de colores y cangrejos ermitaños.
Tesoros de interior
Pero si hablamos de grandes tesoros en Gran Canaria, un plus lo encontrarán en su interior verde y montañoso, esencia de su poliédrica naturaleza, en un lugar como el Charco Azul. Enclave situado entre La Aldea de San Nicolás y Agaete que mantiene su agua durante todo el año procedente de una cascada y con profundidad suficiente para nadar. Llegar hasta él quizá sea la mejor parte, porque haciendo el camino se revela un paisaje salvaje y monumental. La Cumbre de Gran Canaria también tiene aguas donde refrescarse, como es el caso del municipio cumbrero de Tejeda donde se localiza el conocido como Charco de Las Palomas, también proveniente de una cascada que forma una charca en la que recargar energía y contemplar la majestuosidad de las maravillas geológicas de este territorio con el Roque Nublo como símbolo de esta tierra.
Activos en la naturaleza
El turismo activo tiene su casa en Gran Canaria. Por ejemplo, su red de senderos tiene muchos de caminos que pueden hacerlos todos los miembros de la familia. Las diferentes rutas son una oportunidad para conocer la verdadera esencia isleña, sus valores, su identidad y tradiciones. El alma de la isla y sus raíces están contenidas en el mosaico natural de las 65.000 hectáreas que envuelven la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Una declaración de la Unesco que da cuenta del valor especial de los pueblos de Agaete, Artenara, La Aldea, Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Tejeda y San Mateo, más sus 35.000 hectáreas marinas. Fauna, flora, usos y costumbres milenarias configuran un territorio que, además, forma parte de la selecta lista de lugares Patrimonio Mundial por el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria.
Un túnel al pasado
Esta muestra del extraordinario legado arqueológico de Gran Canaria es un lugar lleno de misterios que despierta la curiosidad de los niños, porque Risco Caído revela cómo vivían los habitantes de la isla en la época prehispánica, hombres y mujeres que crearon una cultura única dentro de su aislamiento atlántico. Si quieren acceder a este túnel hacia el pasado, un templo astronómico lunisolar ubicado en el municipio de Artenara, no tienen más que visitar en este pueblo el Centro de Interpretación del Paisaje Cultural. En un espacio simbólicamente también excavado en la montaña se abre una ventana que permite al visitante asomarse a un pasado asombroso que sigue vivo. La pieza central de la exposición es una reproducción a tamaño real de la cueva 6 del yacimiento, utilizada por los indígenas como calendario y templo sagrado, en la que se puede experimentar el fenómeno del haz de luz que penetra por una abertura en la roca en determinadas épocas del año y que va recorriendo un friso de grabados que cambia de forma y posición a medida que el sol avanza a lo largo de los días y los meses, marcando equinoccios y solsticios.
Sabores de Gran Canaria
Para seguir disfrutando juntos de esta inabarcable isla atlántica, dejar a tras la rutina y olvidarse del reloj, nada mejor que probar los sabores y aromas de Gran Canaria, producto del cruce de caminos, gentes, Historia e historias que confirman esta isla. A los niños también se les conquista por el paladar, y pocas cosas se disfrutan tanto como una buena comida cuando estamos de vacaciones. El producto local es la base del recetario grancanario: frutas, verduras, carnes de la tierra y productos del mar mezclados en fogones que aúnan tradición y vanguardia. Una cocina que está en auge, muy pegada al territorio, y llena de restaurantes que hacen sentir a los comensales parte del lugar. La cara más dulce de gastronomía grancanaria la ponen el mazapán de Tejeda, el bienmesabe o los suspiros de Moya, mientras que los mayores pueden comprobar la calidad de sus originales vinos volcánicos, sus quesos artesanales y hasta un café único en Europa.