Un clima favorable y una gran cantidad de actividades de ocio para toda la familia hacen de Villena un destino ideal para este otoño invierno. Su ubicación invita a una escapada rápida: a 57 km de Alicante y unos 350 de Madrid, amén de unos buenos accesos por carretera, tren y avión.
Villena reúne todo aquello que buscamos cuando viajamos en familia, porque aquí siempre ocurre algo. Efectivamente, todos los meses del año podemos encontrar actividades de toda clase, que nos permitirán compartir momentos muy divertidos con nuestros hijos. Es la mejor manera de conocer parte de la historia y cultura de la ciudad. Si, además, contamos con un buen clima, no podemos pedir más.
Gran variedad de espectáculos
En el mes de junio, Villena se llena de escenarios callejeros durante un fin de semana para representar todo tipo de estilos musicales. Se trata del VEM, Villena es Música, organizado por La Casa de la Cultura (KAKV). Y en agosto podremos disfrutar del Festival de Títeres de las Cruces y del festival del disco HOP!, que nos trae números circenses, acrobacias y danza urbana.
Agosto nos trae aún más actividades, también en forma de música, con la celebración de los festivales Rabolagartija y Leyendas del Rock.
Un tesoro en Villena
El Teatro Chapí es uno de esos lugares que no podemos perdernos cuando visitemos Villena. Un domingo al mes se organizan visitas al interior para conocer su historia y saber por qué es uno de los lugares más importantes para la cultura de Villena y toda la región. Podremos ver los camerinos, la zona de bambalinas, las tramoyas… en su cartelera siempre encontraremos alguna oferta seductora para toda la familia.
Que Villena es una ciudad vibrante, lo descubriremos a cada paso. En febrero encontraremos eventos para conmemorar la obtención del título de ciudad: exposiciones, conferencias, concursos literarios, espectáculos, recreaciones históricas, etc. Y en marzo podremos asistir a las Fiestas del Medievo, una oportunidad excelente para disfrutar participando en la procesión de las antorchas o con los pasacalles y los diversos espectáculos en las calles de la ciudad debidamente engalanadas para la ocasión.
Ya en septiembre, llega uno de los momentos más esperados del año: las Fiestas de Moros y Cristianos. Las calles se llenan de música y color, con catorce comparsas que forman impresionantes desfiles, en los que participan más de 12 mil personas. Podremos asistir, además, a representaciones teatrales, como las embajadas en el castillo y la conversión del moro al cristiano en la iglesia de Santiago, donde los villenenses muestran la devoción a ala Virgen de las Virtudes, patrona de Villena.
Conocemos su patrimonio local
No podemos abandonar Villena son conocer su historia más en profundidad, y nada mejor para hacerlo que visitar tres de sus monumentos más importantes. Uno de ellos es el poblado de Cabeza Redondo, habitado hace más de dos mil años y origen del famoso Tesoro de Villena, considerado el mayor tesoro prehistórico de Europa con más de 60 piezas que acumulan en total 10 kilos de oro. También merece una visita el Castillo de la Atalaya, fortaleza del siglo XII muy bien conservada que nos permite evocar los tiempos medievales.
Otra opción para conocer más la ciudad es apuntarse a alguna de las diferentes visitas guiadas que se realizan a lo largo del año. Por su originalidad, recomendamos la ruta de los Relojes del Sol, que nos hará viajar por el tiempo mientras recorremos la ciudad.
Por último, seguro que nos encantará Primadomus, un centro de rescate de animales exóticos único en España, donde se proporciona una nueva vida y un hogar a estos animales víctimas de abusos y maltrato.
Villena es todo lo que os hemos contado y mucho más. A las fiestas y espectáculos que hemos reseñado, se suman también la naturaleza, la deliciosa gastronomía villenense y la hospitalidad de sus habitantes. Todos estos ingredientes hacen que una escapada a Villena sea una de las mejores experiencias para vivir en familia este otoño invierno.