El Mediterráneo ha dejado su huella bien impresa en Castellón, y esa impronta se atisba en cada manifestación cultural y lúdica de la provincia. Este es un lugar especialmente acogedor para las familias, con enormes posibilidades por la variedad de su oferta: los municipios costeros se alternan con los tranquilos pueblos de montaña, a los que se une la riqueza paisajística del interior.
Turismo de naturaleza y deportivo, playas en verano, visitas a los pueblos de interior, recorridos culturales… Castellón es un regalo para quienes se acercan a su provincia, y si viajamos con hijos, descubriremos todo su potencial a través de las innumerable actividades que permite.
Valores paisajísticos
El entorno natural castellonense es un excelente inicio para nuestro viaje. Estamos en la segunda provincia más montañosa de España, circunstancia que nos concede una naturaleza cambiante y, por tanto, estimulante. Aquí encontraremos los parques naturales de la Tinença de Benifassà, Penyagolosa, Sierra de Espadán, Sierra del Desierto de las Palmas, Parque Natural del Prat de Cabanes – Torreblanca, Parque Natural de la Serra de Irta, Parque Natural de las Islas Columbretes. y Sierra Calderona, así como otros valores paisajísticos de gran interés, como el monumento natural que forma el Camino de Els Pelegrins de Les Useres, así como un buen número de espacios declarados parajes naturales de interés natural.
Es una excelente oportunidad de enseñar a nuestros hijos el valor de la naturaleza, algo que aprenden en sus colegios, pero de lo que no toman conciencia hasta que pueden apreciarlo de primera mano. En esta tarea, tendremos la ayuda de los centros de interpretación e información que encontraremos en los parques naturales y en muchos de los otros espacios protegidos. Es muy recomendable acercarse a ellos, porque nos descubrirán posibilidades que, de otra forma, se nos escaparían.
Algunos de estos secretos por descubrir incluyen espacios extraordinarios donde la naturaleza se revela con especial exuberancia, bosque de encinas pinos y alcornoques, así como una fauna sorprendente. Con un poco de suerte, podremos disfrutar de la visión de la capra hispánica, común en diversos municipios, y si miramos al cielo podemos observar, sin mucha dificultad, el vuelo de los majestuosos buitres o la rapidez de acción de cernícalos, halcones y águilas.
Descubrimientos divertidos
Bajamos ahora la vista para adentrarnos en otro descubrimiento. Hablamos de las grutas de Sant Josep, en la población de la Vall d’Uixó, que albergan el río subterráneo visitable más largo de Europa, lo que nos lleva a una actividad que disfrutaremos tanto mayores como pequeños: un emocionante recorrido en cómodas barcas para conocer una parte de esta naturaleza escondida.
Nos esperan muchos más secretos por descubrir, y nada mejor que hacerlo a través de excursiones más que divertidas. Castellón cuenta con una red cercana a los 1.000 km de senderos. Y tenemos para elegir según nuestra circunstancias. Hay senderos de gran recorrido, que llegan a traspasar la provincia de norte a sur, y contamos también con los más asequibles pequeños recorridos, marcados como PR, así como senderos locales (SL). Estos últimos serán los más adecuados para quienes vayamos acompañados de nuestros pequeños.
Hay mucho donde elegir en este campo, pero una recomendación dará una idea de lo que podemos esperar. Penyagolosa es una excelente elección, un paraje muy apreciado por excursionistas y montañeros, con sus bosques agrestes y paisajes. Su localización única y su altitud dan lugar a un espacio singular y variado, donde podemos encontrar microrreservas, bosques de carracas y pinos o vegetación asociada a las numerosas fuentes.
Lo más interesante aquí es la red de pequeños senderos que cruzan el paraje y nos permite disfrutar de paisajes espectaculares. A través de estos caminos, de duración asequible, podemos llegar y conocer otros municipios. Algunos de estas sendas siguen el recorrido de las numerosas romerías que hacen del Penyagolosa meta o estación de su peregrinaje.
Ideas muy activas
En el Santuario de Sant Joan de Penyagolosa, del s.XIV y su hospedería, encontramos un área recreativa, donde comprender la historia de este referente cultural valenciano. Interesante es también el patrimonio rural de masías y edificaciones de piedra en seco que salpica el territorio y los monumentos de Villahermosa, Vistabella o Chodos.
Y ya que estamos de ruta, no nos resistimos a sugeriros una posibilidad que se disfruta especialmente en familia. Se trata de pasear en bicicleta con nuestros hijos por distintas rutas acondicionadas para esta práctica. La vías verde de Ojos Negros, en Alto Palancia, y la Via Verde del Mar, en Oropesa – Benicàssim, son ideales, tonto por su seguridad como por sus servicios, para descubrir los mejores paisajes de la provincia.
Si nuestros hijos ya son mayores y nos gusta un poco más de aventura, podemos practicar la bicicleta de montaña. Los centros BTT ubicados en Navajas (Alto Palancia) y Morella (Els Ports) disponen de rutas señalizadas y servicios al ciclista para todos los niveles. Son rutas que van desde paseos fáciles aptos para toda la familia hasta trayectos de alta exigencia física y técnica.
Encantos de interior
Estando en el interior de Castellón, no podemos dejar de disfrutar de pequeños y encantadores pueblos. En ellos se disfruta de las calles, se pasea tranquilo por la seguridad que ofrecen los pocos vehículos que por ellos transitan y se descubre la monumentalidad de iglesias y antiguos palacios y la rica arquitectura popular que los caracteriza.
En el interior también encontraremos un motivo para disfrutar con nuestros hijos. Seguro que ellos nos lo agradecerán, porque hablamos de un parque de aventura, llamado Saltapins, que cuenta con todo tipo de atracciones. Se sitúa en un bosque de la localidad de Morella, e incluye recorridos a través de tirolinas, puentes tibetanos, pasarelas…
Empresas del interior ofrecen sus servicios para realizar con total seguridad descensos de barrancos, paseos en piraguas, vías ferratas… No faltan opciones para disfrutar de la naturaleza y la aventura.
Seguro que nos queda tiempo para la cultura. La recomendación, en este caso, es visita el Parque Cultural de la Valltorta, donde podremos apreciar pinturas rupestres que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Gracias a su centro de recepción y museo, nos enteraremos de la historia de los antiguos habitantes de esta tierra. Además, nuestros hijos pasarán un rato muy agradable gracias a las actividades que se organizan para ellos. El museo ofrece también visitas guiadas a varios abrigos de pinturas rupestres. Tanto la entrada como esta visita son gratuitas.
Sorpresas en la costa
No olvidamos, por supuesto, las playas, que en Castellón se disfrutan en verano pero también en otras épocas del año, gracias a un clima benigno. La calidad de la costa viene avalada por la cantidad de playas con bandera azul, garantía de unos servicios de calidad: accesibles para discapacitados, instalaciones de servicio, áreas de juego, tanto en la arena como dentro del agua, monitores especializados e incluso bibliotecas del mar, donde nos ofrecen lectura de forma gratuita y animación infantil con espectáculos y actividades programadas.
También por la noche podemos disfrutar de las playas. Por ejemplo, viendo una buena película sobre la arena de la playa, y según el calendario festivo, podremos participar en festivales de habaneras, música popular o castillos de fuegos artificiales. Si nuestro viaje coincide con la Noche de San Juan, tendremos la oportunidad de vivir el Mediterráneo en estado puro, con cena al aire libre, hogeras, pasacalles…
No solo la arena nos procura grandes momentos. Los paseos marítimos, que están muy bien cuidados, nos otorgan un espacio ideal para pequeñas caminatas, paseos en bicicleta o practicar el patinaje.
Propuestas para todos
Los puertos deportivos son también un entorno más que adecuado para el turismo familiar. Aquí encontraremos numerosas actividades marinas perfectas para los más pequeños: bautismos de mar, iniciación a la vela o al piragüismo…
Y si ya no son tan pequeños, podemos iniciarlos, y también nosotros, por qué no, en el mundo del submarinismo. La Reserva Marina de las Islas Columbretes es un lugar estupendo para su práctica de este emocionante deporte, tanto por la limpieza de sus aguas como por los interesantes fondos marinos.
Para rematar nuestro recorrido costero, nada mejor que una excursión en barco por la costa castellonense. Un paseo en las llamadas “golondrinas”, que ofrecen perspectivas inigualables del Castillo del Papa Luna en Peñíscola, es algo difícil de olvidar.
En Castellón, además, la familia puede disfrutar de parques acuáticos con todos los servicios, tanto en municipios de costa como ya en el interior de la provincia.
Mas información en www.turismodecastellon.com