Con un paisaje particular, como es la viña, se encuentra Vilafranca del Penedès, en la provincia de Barcelona, situada entre esta ciudad y Tarragona. Con la ventaja, además, de que podemos llegar en tren y que dispone de una zona de autocaravanas.
Vilafranca del Penedès empezó su recorrido allá por el siglo XII, y se ha convertido en un lugar abierto, acogedor, con múltiples actividades para toda la familia. Un destino donde descansar, pero también para conocer su historia, naturaleza, arquitectura… siempre desde la perspectiva lúdica.
Es una ciudad rodeada de campo, donde podrás encontrar experiencias familiares interesantes tanto en su zona urbana como en su zona rural.
Celebraciones
La tradición y la cultura tienen aquí un peso importante. Tanto es así que su Fiesta Mayor tiene la figura más antigua de todo el bestiario festivo catalán, el Drac, documentada ya en el año 1600.
Y ya que hablamos de la Fiesta Mayor (del 29 de agosto al 2 de septiembre), hay que destacar que es considerada como Fiesta Patrimonial de Interés Nacional. Para poder contemplar parte de los protagonistas de la fiesta, y para aquellas personas que no podéis acudir durante su celebración, la Casa de la Festa Major nos permite, durante todo el año, saborear cómo es esta fiesta.
Juegos mágicos
Además, la Casa de la Festa Major forma parte de un divertido juego donde conoceremos los Vitis, unos personajes que habitan en el Penedès y que nos ayudan a conocer este territorio a partir de diferentes puntos, como castillos o monasterios. En el caso de Vilafranca del Penedès, la vitis Enxaneta, nos hará descubrir con el juego La tripleta mágica, tres de los elementos más importantes de la ciudad: la Casa de la Festa Major, el VINSEUM, Museo de les Culturas del Vino de Catalunya y Cal Figarot, sede de los Castellers de Vilafranca.
Expresiones culturales
En el Vinseum los amantes del mundo del vino encontrarán un lugar donde sentirse a gusto, pero también se sentirán bien aquellas personas que desconocen este mundo, pues el vino forma parte de nuestra cultura, de nuestras señas de identidad. Es un museo que va más allá del vino y que nos habla de nuestro arraigo a la tierra, de nuestra evolución.
Cal Figarot es el mejor lugar para conocer la cultura castellera (las torres humanas). Si no podéis asistir a una “diada castellera”, no os perdáis un ensayo, pues no deja de ser una experiencia inolvidable, ya que nos permite vivir los valores que se respiran en la construcción de los castells. En Cal Figarot, además, podrás hacer un recorrido histórico por una de las mejores collas del país.
Visitas imprescindibles
No hay que olvidar visitar la Plaça de la Vila pues está considerada la plaza más castellera, por haberse construido en ella los castillos más importantes como atestiguan las placas situadas en el suelo.
Otra propuesta interesante es el viaje en el tiempo que te permite la visita medieval. Gracias a las gafas de realidad virtual puedes conocer cómo era la Vilafranca del Penedès de hace algunos siglos, viviendo cómo se gestó la ciudad y su evolución.
Si vienes en verano no puedes dejar de visitar el Complex Aquàtic, pues te permitirá refrescarte en sus piscinas e incluso practicar alguna actividad de las que suelen organizar por estas fechas.
Para alojarte tienes diferentes propuestas tanto a nivel de hoteles como de casa rurales (próximas a Vilafranca del Penedès). De entre ellas destacamos el Albergue Municipal de Joventut, un lugar especialmente pensado para un público familiar.
Su faceta rural
Pero Vilafranca del Penedès también es paisaje, es rural, es caminos, es actividad física y es tranquilidad.
La viña nos ofrece un paisaje rural ordenado, siempre alineado, que permite ser observado desde los diferentes caminos que rodean estos viñedos; paisaje cambiante en función de la estación en la que los visitemos.
Los caminos nos ofrecen diferentes paseos, muchos de ellos sin grandes dificultades, que nos llevan a diferentes iconos del territorio tanto arquitectónicos como naturales. También la mayoría de ellos permiten ser recorridos en bicicleta. Desde Vilafranca parten once rutas señalizadas.
Hay tres rutas que merecen especial atención. La primera es el Camino del Vino, una ruta de poco más de 3,5 km que tiene como particularidad que está acompañada de diferentes estaciones que ponen de relieve la importancia del cultivo de la viña y la relación entre la ciudad y el campo. Esta ruta cuenta con una hoja de actividades para poder hacer con los más pequeños y pequeñas de la casa, haciendo más llevadero el camino a aquellas personas más perezosas.
Otra ruta diferente es el Entre Vinyes, situado a los pies de la montaña de Sant Pau (mirador excepcional de Vilafranca del Penedès). Esta propuesta consiste en un recorrido que nos permite conocer, gracias a unos paneles informativos, el mundo de la viña, su cultivo, su ciclo, y sus variedades, como parellada, sumoll…
Finalmente, destacamos otro itinerario con personalidad propia que recorre nuestra comarca y con mucha historia, más de 2.000 años; la Via Augusta. Esta ruta se caracteriza por una propuesta organizada en 7 etapas y 2 variantes de baja dificultad, entre 6 y 12 km, sin desniveles pronunciados.
Estas son sólo algunas de las propuestas, pero el entramado de caminos nos permite desplazarnos libremente para conocer aquello que más nos llame la atención.
Si lo que queréis es introducir y animar a vuestros hijos e hijas en el medio natural, os recomendamos la actividad llamada La mochila naturalista. En la Oficina de Turismo (c/Hermenegild Clascar, 2 – 938181254) os proporcionarán diferentes elementos que servirán para que los más pequeños y pequeñas de la casa puedan jugar interaccionando con el paisaje. En este caso se requiere reserva previa.
Por otro lado, Vilafranca del Penedès, organiza durante todo el año diferentes fiestas y ferias que no se olvidan de acompañarlas de actividades familiares. Entre las más destacadas, la Fira del Gall (Feria del Gallo) en diciembre, la Fiesta del Xató (ensalada típica de la zona) en marzo o el Vijazz (festival de música jazz y vino).
Vilafranca del Penedès, la Capital de Vino, que ejerce de centro neurálgico de un territorio dedicado a la viña pero que va más allá ofreciendo experiencias para toda la familia. ¡Vilafranca apetece!