Vilafranca del Penedès, situada entre Barcelona y Tarragona y a 15 minutos de la playa, se encuentra en un territorio, el Penedès, donde la viña es la protagonista, dando al paisaje un color diferente cada estación.
Tras la situación vivida tenemos ganas de salir a respirar e incluso a tener un mayor cuidado de nuestra salud y la de los nuestros. Buscamos espacios abiertos, de naturaleza, sin aglomeraciones. Vilafranca del Penedès reúne los requisitos para dar respuesta a estas intenciones.
Historia viva
Esta ciudad comenzó su andadura allá por el siglo XII, un recorrido histórico que ha ido dejando sus huellas en forma de edificios y tradiciones. Es, justamente, el mantenimiento de las tradiciones puestas al día una de las características fundamentales de Vilafranca del Penedès. Un paseo por el centro de la ciudad permite a grandes y pequeños descubrir algunas joyas en forma de edificios, una de ellas un palacio real donde se encuentra ubicado Vinseum, el Museo de las Culturas del Vino de Catalunya, una forma interesante de conocer el mundo del vino que, al fin y al cabo, no es más que un modo de conocer como se estima y se cuida la tierra produciendo vino.
Una forma atractiva de conocer la historia de la ciudad es el viaje en el tiempo para encontrarte en la Vilafranca Medieval gracias a las gafas de realidad virtual que podrás alquilar en la Oficina de Turismo.
También podrás conocer la ciudad disfrutando a su vez de parte del patrimonio con la visita guiada al campanario de la basílica de Santa Maria (todos los sábados de junio a mediados de octubre), coincidiendo con la puesta de sol. Historia, anécdotas, escaleras estrechas y una visión en lo alto de lo más espectacular.
Un alto en el albergue
Una buena opción de alojamiento en familia es el Albergue de Vilafranca, que forma parte de la Red Española de Albergues Juveniles. Un lugar donde poder descansar y utilizar como centro de operaciones para conocer el Penedès. Incluso se pueden llevar las bicicletas, pues es también una de sus especialidades. También hay otras opciones para descansar, tanto los hoteles de la ciudad, los apartamentos turísticos y una buena red de casa rurales alrededor de Vilafranca.
En autocarvana
Otra forma de viajar para visitar Vilafranca del Penedés es la autocaravana. En la ciudad, a 10 minutos del casco antiguo caminando, se encuentra la zona de autocaravanes gratuita, bien conectada con la autopista AP7 y la N340 . La zona tiene una capacidad de 19 autocaravanas y servicio de recogida de aguas grises y aguas negras, iluminación y servicio de agua potable.
Muy refrescante
Cerca del albergue se encuentra el Complex Aquàtic el lugar ideal para refrescarse en verano con sus piscinas e incluso aprovechar para no olvidarnos de hacer un poco de ejercicio en vacaciones o simplemente relajarnos.
Torres humanas y mercados
Una de las tradiciones más conocidas en Vilafranca del Penedès son los “Castells”, la construcción de torres humanas. Aunque la pandemia ha reducido su actividad, poco a poco van volviendo a la normalidad con sus ensayos y pronto con sus actuaciones. En todo caso, ambas cosas son interesantes, disfrutar de un ensayo es comprobar cómo nada es al azar, cómo se prepara cada parte del castillo que construirán con disciplina y técnica en las plazas. Las actuaciones dependen de un calendario que aún no será nada normal.
Otras de las tradiciones atractivas es el mercado de los sábados, casi milenario, que llena de color, olores y gustos el centro de la ciudad.
Gastronomía y enoturismo
La familia encontrará en Vilafranca una cocina de proximidad, con una gran variedad de restaurantes para todos los gustos y bolsillos. Destaca el producto de temporada y sobre todos ellos el Gallo del Penedès, un ave con Indicación Geográfica Protegida, y las catanias, un postre de almendras recubierto de chocolate que hará las delicias de cualquiera.
Y no nos podemos olvidar del enoturismo, destacando la visita a las bodegas independientemente de la edad que tengas o de que te guste el vino o no. Las visitas te permiten conocer como se elabora el vino, la historia de empresas de largo recorrido o el amor por la tierra. Además la mayoría de ellas tienen actividades para complementar las visitas.
Para acabar, es interesante echar un vistazo a la agenda pues durante todo el año hay actividades que pueden interesarte, desde la Feria del Gallo (diciembre) y la Fiesta Mayor (finales de agosto) entre las más destacadas.
Rutas por la viña
La viña, como decíamos, rodea la ciudad y es muy fácil acceder y encontrar caminos, senderos que nos llevan por su vera. Hay once rutas de diferente dificultad que nos dirigen desde Vilafranca del Penedès a diversos puntos destacados del territorio (castillos, ermitas, naturaleza,…). Son rutas que además en su mayoría son ciclables.
Hay además dos caminos con personalidad propia, más específicos, creados con el fin de dar a conocer tanto la vid y los trabajos que necesita, como para descubrir la relación, la convivencia entre la parte urbana, la parte rural con, como no, la viña como protagonista. Hablamos del Camino del Vino y de Entre Viñas.