Las costas coruñesas han demostrado ser más que adecuadas tanto para los amantes del surf como para quienes quieren iniciarse en este deporte tan emocionante. Tanto mayores como pequeños tenemos la oportunidad de subirnos sobre una tabla y cabalgar sobre las olas para descubrir nuevas experiencias.
El surf no es tan solo un deporte acuático para jóvenes expertos en danzar sobre las olas del mar. Hoy día, existen escuelas de surf y grandes profesionales dispuestos a enseñar este deporte tanto a mayores como a pequeños de forma que ir a aprender a hacer surf se ha convertido en una actividad que podemos compartir padres e hijos.
Y para eso, ninguna zona mejor que las costas de A Coruña donde encontramos olas de todo tipo en prácticamente todas sus playas durante todo el año. Eso significa que podemos ir de escapada en cualquier momento y que, si nos animamos a aprender surf y a mejorar, siempre encontraremos un lugar adecuado a nuestra experiencia y la de nuestra familia.
Si nuestros hijos le llegan a coger el gusto al surf, las playas coruñesas también ofrecen la posibilidad de aprender y practicar todo tipo de deportes acuáticos así que es el momento de prepararnos para vivir emociones nuevas.
Surf en Ferrolterra
Pero no solo tenemos ocasión de encontrar las mejores olas en Costa da Morte. Sin salir de la provincia de A Coruña, en la comarca de Ferrolterra, encontramos la playa de Patín en Valdoviño. Allí, desde hace tres décadas, se celebra el campeonato de surf “Patín Classic” impulsado por el Océano Club Surf de Ferrol, el primer club gallego dedicado al deporte del sur.
Al igual que en Costa da Morte, en esta región podemos encontrar olas variadas prácticamente en cualquier época del año. El “Patín Classic” ha atraído a surfistas de talla internacional desde hace años y eso ha hecho que toda la playa de Patín en sí se haya convertido en un lugar de referencia de surf en todo el mundo. ¿Qué mejor sitio para disfrutar de las olas y aprender a mantenerse sobre ellas?
Si algo bueno tiene la playa de Patín es que las familias con niños también tiene su rincón. Tanto los padres como los hijos podemos disfrutar juntos de un deporte tan emocionante en compañía de un instructor que nos enseñará a mantenernos en pie sobre la tabla siempre con todas las medidas de seguridad posibles.
Pero también se puede practicar surf en otras playas de Ferrolterra. Una de las mayores ventajas que tiene esta zona para disfrutar de este deporte es que sus playas no son urbanas sino que se encuentran en plena naturaleza, una característica muy apreciada en general por los aficionados al surf. Además, todas están muy próximas entre sí: en un trayecto de apenas media hora en coche podemos encontrar más de diez playas.
Todo esto hace que la zona esté llena de expertos en la materia que lideran escuelas de surf en las que poder tomar unas lecciones en familia. La máxima garantía que nos ofrecen es que son profesionales que conocen mejor que nadie la zona y las peculiaridades de las olas de cada playa.
A Costa da Morte, destino de surf
Las playas de A Costa da Morte suman cientos de kilómetros ideales para la práctica del surf. Este deporte ha ganado cada vez más popularidad en los últimos años y, por ello, no es de extrañar que grandes surfistas internacionales acudan cada temporada a Costa da Morte para disfrutar de sus espectaculares olas.
Estos 1.500 kilómetros de litoral a los que se suman arenales como los de Carballo, Malpica, Nemiña o Mar de Fóra tienen, de hecho, reconocimiento internacional como destino deportivo.
Todo el área costera de Costa da Morte es candidata a ser llamada Reserva de Surf por la ONG Save the Waves, dedicada a la protección de playas y olas con valor social, ambiental, económico y cultural.
Costa da Morte ofrece olas limpias y consistentes que pueden ser aprovechadas tanto por surfistas expertos como por principiantes. De hecho, la peculiar orografía de la zona provoca que haya olas de todo tipo así que no es de extrañar que haga las delicias de los apasionados al surf ya que durante todo el año pueden encontrar lugares en los que practicar este deporte.
Existen varios lugares en los que poder aprender a hacer surf con calma, profesionales especializados que sabrán enseñarnos los primeros pasos para mantenernos en pie sobre una tabla y cabalgar las olas. Estas compañías están dotadas de todas las medidas de seguridad y algunas de ellas ofrecen la posibilidad de practicar otros deportes aparte del surf.
Las familias a quienes les gusten los deportes acuáticos o que quieran iniciarse en este apasionante mundo encontrarán en Costa da Morte una gran ocasión para divertirse todos juntos mientras aprenden los secretos del deporte en el mar.
De hecho, los más pequeños se lo pasan genial porque hay programas pensados especialmente para ellos en los que no solo aprenden deportes nuevos sino que conocen a otros niños de su edad con los que jugar y divertirse. Sin duda merece la pena dejar que descubran los deportes acuáticos con profesionales que les enseñen medidas de precaución y seguridad para que todo funcione a la perfección.
Pero no tenemos que pensar que la Costa da Morte solo nos ofrece la posibilidad de practicar el surf cuando queramos y al nivel que elijamos ya que la naturaleza que se puede encontrar allí nos ofrece una flora y una fauna endémicas que merece la pena descubrir.
Y no hay que olvidar su historia y patrimonio reflejada en las leyendas de Fisterra, “el fin de la tierra” para los antiguos, los faros que salpican la costa, las iglesias que reflejan el arte y la cultura…
Por ello, debemos considerar Costa da Morte como un destino en el que vivir aventuras emocionantes practicando surf o incluso aprendiendo a mantenernos sobre una tabla pero también como un lugar de desconexión en el que dejarnos llevar por la magia de su naturaleza salvaje.
Mucho más en Costa da Morte
Pero Costa da Morte aún tiene mucho más que ofrecernos para que nuestra experiencia en la costa coruñesa sea completa. Uno de los aspectos más llamativos de la zona es, sin duda, sus productos gastronómicos procedentes del mar, una constante presencia en la vida del litoral de A Coruña como no podía ser de otra manera.
Por ello, no tenemos que dejar de degustar algunos de los productos marineros más conocidos de Costa da Morte como el percebe do Roncudo, el longueirón de Fisterra, la sardina como plato principal en la fiesta de San Juan… En sus bares y restaurantes encontraremos pescado y marisco para todos los gustos, incluidos los de los más pequeños de la casa.
También hay espacio para la magia y la historia si recorremos la ruta “Camiños dos Faros”, un recorrido de 200 kilómetros que va desde Fisterra a Malpica. Se trata de una de las zonas megalíticas más importantes de Europa que nos permitirá descubrir lugares tan especiales como el Dolmen de Dombate o el Castro de Borneiro y sentir las vibraciones de las piedras en Muxía, en su Santuario de la Virxe da Barca: Pedra de Abalar, Pedra dos Cadrís o la Fertilizante en Duío. Sin duda será una jornada que nos mantendrá fascinados durante todo el trayecto y que podemos aprovechar para contar leyendas a los más pequeños.
Al margen del surf, podemos disfrutar de playas de aguas tranquilas especiales para un día en familia como las de Langosteira, Baldaio o Balarés y también playas con muchas olas como Caíón o Razo si nuestros hijos son un poco más mayores.
Y siguiendo con la naturaleza por bandera, merece la pena visitar paisajes tan hermosos como la cascada del Ézaro, situada en Dumbría, los Penedos de Pasarela y Traba o Verdes en Coristanco, rincón que hace homenaje a su nombre.
Además, podemos descubrir la historia y las tradiciones de Costa da Morte adentrándonos en sus villas marineras como Camariñas, Malpica o Caión, que nos sorprenderán con su arquitectura tan peculiar.
También saldrán a nuestro encuentro museos, pazos y castillos que forman un patrimonio especial y característico. Por último, podemos mostrar a nuestros hijos los oficios tradicionales que todavía tienen presencia en Costa da Morte como la olería en Buño, el encaje de bolillos en Camariñas o la fía del liño en Baio.
Por la Costa da Morte pasa también un tramo del Camino de Santiago, concretamente 90 kilómetros, el tramo “Camiño Fisterra-Muxía”. Si nos decidimos a seguirlo, encontraremos pequeños pueblos llenos de encanto, los frescos bosques que hay en torno al río Xallas, el castillo de San Carlos, el cementerio del Fin da Terra… Sitios maravillosos que nos invitarán a permanecer unos días más en Costa da Morte para seguir descubriendo sus secretos.