Valles y montañas, bosques eternos, espectaculares saltos de agua, playas de interior con bandera azul, mares de viñedos… Recorrer Álava en familia es la mejor forma de conocer sus rincones y tradiciones, y disfrutar juntos de experiencias que permanecerán en la memoria.
1. Salto del Nervión y Cascada de Gujuli
El río Nervión esculpe desde hace siglos el cañón de Delika, icono de la comarca de Ayala, al norte de la provincia, y dibuja el salto de agua más grande de España con más de 200 metros de caída vertical.
La mayoría disfruta de la cascada desde el mirador de la parte superior, pero hay otra alternativa menos conocida, la Senda Verde de Delika, que parte del pueblo alavés del mismo nombre.
Este camino permite disfrutar de este entorno desde una perspectiva diferente a través de un recorrido señalizado de apenas 5 kilómetros y escaso desnivel que remonta el curso del río y es asequible para niños y mayores.
Frente a nuestros ojos se suceden postales: prados, bosques autóctonos, roquedos… Dos hitos en el camino: un mirador para contemplar varias cascadas y la zona de descanso junto al puente de piedra de Zalborondo.
Muy cerca, a 15 minutos en coche, los amantes de los saltos de agua tienen otra cita ineludible: la cascada de Gujuli (Goiuri) que regala el río Jaundia. Se accede al mirador a través de un camino muy sencillo apto para todos los públicos.
Un consejo: visitar estos espectáculos naturales tras días de lluvia o deshielo.
https://alavaturismo.eus/es/salto-del-nervion
https://alavaturismo.eus/es/cascada-de-gujuli
2. Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz
Hace años, Vitoria-Gasteiz apostó todo al verde y la jugada fue un éxito. Además de implantar un programa de educación medioambiental, la apuesta ha regalado a la ciudad tres premios: European Green Capital (Capital Verde de Europa) en 2012; Global Green City (Ciudad Verde Global) en 2019; y un tercero más tangible: un anillo natural de casi 32 kilómetros que la rodea y salvaguarda.
Por sus más de 700 hectáreas se puede caminar, correr o pedalear, pero sobre todo respirar la naturaleza en estado puro.
A lo largo de este Anillo Verde se suceden seis parques que conforman un pulmón natural entre lagunas y bosques de varios tamaños. Incluso se puede disfrutar de observatorios de aves y fauna que invitan a tomar aliento y empaparse de tan inusual paraíso urbano.
En su interior dos enclaves son de visita obligada:
-El bosque de Armentia, en el que abunda el quejigo, árbol autóctono de la zona. Se encuentra a medio camino entre el centro urbano y los Montes de Vitoria, principal sistema montañoso del municipio y meca de la primavera local.
-Los humedales de Salburua. Este espacio está formado por varias lagunas conectadas por senderos y rodeadas de prados húmedos, choperas y un pequeño robledal. Ataria es su centro de interpretación
https://alavaturismo.eus/es/anillo-verde
3. Sierra de Entzia
En el borde nororiental de la provincia, como un apéndice de la sierra de Urbasa, se erige Entzia, una hermana pequeña con bruscas caídas hacia la Llanada Alavesa y el valle de Arana. Su formación kárstica ha creado caprichosas formas, como los laberintos de Arno o Katarri, con mágicos recorridos que encantan a los más pequeños.
Sus farallones son refugio de rapaces, mamíferos y anfibios. En otoño, las hayas centenarias acuden a su cita puntual con el espectáculo de ocres y amarillos.
La principal puerta de entrada es el Puerto de Opakua, pero son varios los caminos que llevan hacia diferentes tesoros naturales o prehistóricos. Por ejemplo, las campas de Legaire albergan menhires, túmulos, dólmenes y un pequeño Stonehenge formado por un círculo de piedras megalíticas datado hace más de 5.000 años que recuerda al de Wiltshire, en Inglaterra.
El barranco de Igoroin y las cascadas de Zarpia son también visitas imprescindibles.
https://turismo.euskadi.eus/es/espacios-naturales/sierra-de-entzia/aa30-12375/es/
https://www.arabakolautada.eus/fichas/43/255/Sierra-de-Entzia-laberinto-de-Arno-y-campas-de-Legaire
4. Parque Natural de Izki
Si se hiciese una encuesta entre andarines y cicloturistas, el Parque Natural de Izki, en el sureste de Álava, se llevaría muchos votos gracias a sus tupidos bosques de encinas, robles y abedules, sendas marcadas y rutas de BTT.
Es también el lugar una referencia del birdwatching (turismo ornitológico) y uno de los retos es localizar al pico mediano y los siete pájaros carpinteros que habitan sus árboles.
Korres es la sede del interesante centro de interpretación del parque, desde donde se puede atravesar el Barranco de Izki y llegar hasta Bujanda. La imponente foz del río y una amplia zona recreativa con juegos infantiles invitan a disfrutar en familia. Cerca de ella, merece la pena visitar las cuevas eremíticas de Laño, Faido y Marquínez, las hoces y roquedos de Arluzea y la villa medieval de Peñacerrada.
5. Lagunas de Laguardia
En una de las capitales del vino de Rioja Alavesa hay otro líquido elemento: el agua. Cuatro lagunas se alistan en el Biotopo Protegido de Laguardia, un importante humedal de importancia geológica y biológica. Forma parte de la Red Natura 2000 y cuenta con la calificación de Zona Húmeda de Importancia Internacional.
Allí habitan aves que darían para un catálogo: azulones, fochas, zampullines, somormujos, o aguiluchos laguneros. Hay incluso una colonia de martinetes y garzas reales e imperiales, asentada desde hace décadas en sus carrizales. Unos prismáticos permitirán observar sus movimientos.
Las láminas de agua y los senderos habilitados a su abrigo están rodeados por un mar de viñedos y la atenta mirada de la sierra de Cantabria.
https://alavaturismo.eus/es/complejo-lagunar-de-laguardia
6. Playas de interior de Landa y Garaio
¿Quién dijo que Álava no tiene playa? Tres mares interiores refrescan la provincia formando playas ideales para pasear, pescar, hacer deporte y bañarse en días del verano. Las playas alavesas presumen además de lucir bandera azul que refrendan la calidad de sus aguas y servicios.
La playa de Landa, a 20 minutos en coche del centro de Vitoria-Gasteiz, en el parque provincial del mismo nombre, ofrece una agradable área de baño y esparcimiento entre zonas verdes y árboles y, sobre todo, unas vistas espectaculares de las montañas circundantes.
El embalse de Ullibarri-Gamboa cobija otras dos playas de interior emplazadas dentro del parque provincial de Garaio: las playas Garaio Norte y Garaio Sur. Estas dos playas suman 2.600 metros de litoral de agua dulce, más que muchos arenales marinos.
Una ruta de 43 kilómetros bordea este embalse e invita al paseo en bicicleta o andando. En sus pantalanes, hay incluso quien se atreve con el kayak, el esquí acuático y la vela. No hay que olvidar los prismáticos: el Parque Ornitológico de Mendixur constituye una fascinante etapa volante.
https://alavaturismo.eus/es/playas-de-interior-y-embalses
7. Parque Natural del Valderejo y aventura en Sobrón
Nueve atractivas sendas surcan el Parque Natural de Valderejo, al oeste de Álava, en el interior de un espacioso valle cercado por empinadas laderas. El desfiladero del río Purón, la joya paisajística de este recinto, es sin duda la más atractiva.
Entre la variada fauna que se encarama a sus roquedos destaca la colonia de buitre leonado más numerosa de Euskadi.
El Parketxe o Casa del Parque, en Lalastra, ofrece información sobre los valores ambientales y culturales del que fue declarado primer parque natural de Álava en 1992. Presume además de ser el primer espacio protegido con la Q de Calidad Turística.
A tiro de piedra (y de 15 minutos en coche) los sedientos de aventura quedarán saciados en el espacio natural Sobrón donde disfrutar de diferentes actividades de aventura como kayak, paddle surf, rutas a caballo, tiro con arca o vías ferratas.