La magia comienza antes de llegar a este pequeño paraíso secreto ya que solamente se puede llegar hasta la isla de Formentera por mar. Esta situación tan peculiar de la isla balear es precisamente el motivo por el que su naturaleza, sus riquezas y su tranquilidad se han mantenido casi inalterables. De hecho, nada más pongamos un pie en Formentera notaremos esa calma y esa paz y sentiremos que, de verdad, ahora sí estamos de vacaciones.
El secreto de sus aguas
Es imposible estar en Formentera y no sentir cierta fascinación por sus cristalinas aguas de color turquesa. Su claridad y su limpieza convierten a las playas de la isla en lugares de una belleza extraordinaria que nos cautivará desde el primer momento. Si al espectacular color de las aguas unimos su arena fina y blanca seremos conscientes de estar en un auténtico paraíso. Además, estas playas están protegidas y apenas han sido alteradas por la mano del hombre.
Este tono transparente de las aguas se debe a la posidonia oceánica, una planta marina endémica del mar Mediterráneo que es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1999. Esta planta, uno de los valores naturales más importantes de la isla, forma auténticas praderas entre la superficie y los 40 metros de fondo marino que hay en lugares como la isla de Formentera.
Sin embargo, la posidonia oceánica está amenazada por factores como, por ejemplo, el fondeo de las numerosas embarcaciones cuyas cadenas y anclas arrasan el fondo marino. Para tratar de evitar esta situación, en Formentera se regula el fondeo mediante boyas ecológicas. Podemos ayudar a salvar la posidonia gracias al proyecto Save Posidonia (www.saveposidoniaproject.org). Esta recaudación de fondos se destina a diferentes acciones dirigidas a la protección y la conservación de esta planta marina tan especial.
El Faro de la Mola
El Faro de la Mola es uno de los elementos paisajísticos y culturales de Formentera más representativos de la isla. Se encuentra elevado a 120 metros por encima del nivel del mar en el borde de un acantilado por lo que las vistas que se tienen al Mediterráneo desde allí son impresionantes.
El Faro ha sido remodelado hace poco, rehabilitándose la planta baja, la fachada y el exterior con el objetivo de crear un museo dedicado al mar y un espacio polivalente que pueda ser aprovechado al máximo. Además, el propio faro acogerá un centro de interpretación de todos los faros de Formentera y proporcionará información acerca de la relación de la isla con el mar, la pesca y los movimientos migratorios. Por supuesto, también estará presente la historia marítima de Formentera.
Respecto al espacio polivante, se quiere aprovechar para realizar actos de carácter cultural como exposiciones, conciertos, conferencias, representaciones teatrales o recitales. En el patio de entrada, un espacio al aire libre, también se llevarán a cabo distintas actividades de carácter cultural y educativo.
Deporte en el mejor escenario
En la isla de Formentera existen 32 rutas verdes señalizadas que seguro que van a encantar a las familias amantes de los paseos, del running y de la bicicleta. Estos caminos entrelazados suman más de 100 kilómetros que podremos disfrutar en familia de la forma que más nos guste ya que la mayoría de rutas también son accesibles en bicicleta.
Para seguir disfrutando de deporte en Formentera, fuera de temporada alta se celebran eventos de alto nivel como la Media Maratón Illa de Formentera en mayo, el Triatlón Olímpico o la vuelta cicloturística en bicicleta de montaña en octubre.
También hay una gran cantidad de deporte que practicar en el agua: paddle surf, windsurf, submarinismo o kayac son algunas de las opciones que tenemos para disfrutar del agua tan especial que baña las costas de Formentera. Y, por supuesto, otra opción es simplemente abandonarnos al relax que ofrece la playa mientras nuestros hijos juegan y se divierten.
Otra posibilidad es alquilar una embarcación con patrón o sin él para poder navegar con libertad y acceder a rincones escondidos llenos de belleza en los que poder practicar snorkel.
Además del deporte activo, en Formentera se realizan también aquellas actividades que aúnan lo espiritual y lo físico y que resultan muy apropiadas en un entorno que emana tanta calma, paz y tranquilidad. Por ello, es habitual ver a gente practicando yoga o pilates así como encontrarse con personas que practican el mindfulness.
Observación de aves
La isla de Formentera se encuentra en un lugar estratégico entre los continentes de Europa y África, en una de las rutas migratorias de aves más importantes del mundo. Esto aporta un valor añadido a la isla y su interés natural pues permite que en cada época del año encontremos un atractivo diferente para visitar Formentera. En este caso, los meses de primavera y otoño son los más apropiados para la observación de aves ya que es la época en la que más cantidad de las mismas se pueden ver.
Durante todo el año se pueden ver en Formentera más de doscientas especies distintas de aves entre las sedentarias, es decir, aquellas que hacen nido y se quedan todo el año en la isla, las que aparecen solo en invierno, las que llegan en primavera y verano para reproducirse y, por último, las que se pueden ver durante los pasos migratorios.
De hecho, la diversidad de la fauna y flora de Formentera caracterizada por la insularidad es la razón por la que una parte importante de su territorio se encuentra incluida dentro de la Red Natura 2000. Varios espacios han sido calificados como Zonas de Especial Protección para las Aves, y Lugares de Importancia comunitaria.
Protegiendo la isla
Como vemos, el patrimonio y los recursos naturales de Formentera constituyen el mayor tesoro de la isla tanto para quienes viven en ella como para aquellos que vamos en busca de su tranquilidad y su calma. Por ello, no dejan de establecerse medidas para salvaguardar este medio ambiente tan valorado y apreciado.
Como ejemplo, en el 2019 entra en vigor una de las medidas del Consell Insular de Formentera que limitará el número máximo de coches que podrán acceder a la isla. De esta manera, además de reducir los gases y la contaminación, se limita la presión que la acumulación de vehículos puede ejercer sobre los 40 kilómetros de carretera que hay en Formentera.
De esta forma, se pretende que Formentera siga siendo la isla tranquila y limpia que encanta a sus habitantes y enamora a los turistas.