Dormirse conduciendo, aunque sean unos escasos segundos, puede poner en serio peligro al conductor y a sus acompañantes. Ir por una autopista a 120 km/h y pegar una cabezada de dos segundos, por ejemplo, supone recorrer una distancia equivalente a dos campos de fútbol sin control. Por lo tanto, el sueño es uno de nuestros principales enemigos cuando nos ponemos al volante. Y es que según datos que maneja https://www.cleverea.com, la somnolencia está relacionada con un 20 % de los accidentes de tráfico que se producen en España. Siete de cada diez conductores confiesan que han padecido alguna vez de somnolencia en sus desplazamientos y casi un 60 % han sufrido microsueños al volante, lo que ha puesto en serio peligro su seguridad.
Tener sueño mientras se conduce merma las capacidades físicas. Estas son algunas de las alteraciones que podemos sufrir bajo los efectos de la somnolencia:
Mayor tiempo de reacción: si tenemos sueño, nuestro tiempo de reacción aumenta. Son muy típicos en estos casos los alcances traseros, en los que el coche delantero frena y no se tiene capacidad de reacción, lo que puede provocar una colisión.
Dificultad para mantener la concentración: la conducción con sensación de somnolencia por una carretera monótona, como una autopista, puede dificultar el mantenerse concentrado.
Movimientos más lentos y automáticos: en carreteras con un alto volumen de tráfico, el sueño puede hacer que los movimientos y reacciones sean más lentos. Además, aumentará la posibilidad de cometer errores.
Peor visión y alteraciones motoras: el sueño altera las funciones sensoriales, principalmente la visión, dificultando el enfoque y produciendo visión borrosa y, en ocasiones, fatiga ocular. Además, los músculos tienden a relajarse y los movimientos se vuelven menos precisos.
Aparición de microsueños: los microsueños, que suelen durar seis segundos, aparecen sin que el individuo sea consciente de ello. El conductor queda al margen de todo lo que sucede en la carretera, lo que puede desembocar en accidentes de gravedad.
Hay múltiples causas por las que podemos sentir somnolencia. Haber comido copiosamente, tomar ciertos medicamentos o no haber dormido lo suficiente la noche anterior pueden provocar una situación de peligro. Por ello, los expertos de https://www.cleverea.com nos dan una serie de consejos y trucos para evitarlo:
1. Mejor de día y haciendo paradas
Conducir de día siempre es más conveniente que hacerlo de noche, ya que en horas diurnas la somnolencia tarda más en aparecer. Tanto si se viaja de día como si se hace de noche, conviene hacer paradas cada dos horas o cada 200 kilómetros para disminuir la fatiga.
2. Evitar las horas más peligrosas
Las horas más peligrosas son entre las 3 y las 5 de la madrugada y las 2 y las 4 de la tarde. Incluso aunque se haya descansado bien la noche anterior, en estas horas suele aparecer el sueño, ya que el cuerpo se encuentra más acostumbrado a permanecer en estado de reposo en este horario.
3. Hacer una pausa si es necesario
En cuanto se noten los primeros síntomas de sueño es conveniente parar y despejarse. Si es necesario, se puede dormir una pequeña siesta de 20 minutos. Para ello, conviene buscar una zona segura, como un área de recreo.
4. Cuidado en los trayectos cortos
Los conductores tienden a pensar que el sueño aparece en los viajes largos, pero también puede que sintamos somnolencia en los trayectos más cortos, especialmente si se realizan por autopistas, en las que circular es más monótono.
5. Descansar la noche anterior
Descansar la noche anterior a emprender un viaje en carretera es fundamental. Lo ideal es dormir al menos siete horas.
6. No relajarse excesivamente
Durante la conducción no hay que adoptar una postura excesivamente relajada. Para mantener el tono muscular conviene tener la espalda recta y ambas manos en el volante.
7. Una temperatura adecuada en el vehículo
La calefacción es un enemigo de la seguridad. En un vehículo con mucho calor resulta más fácil tener somnolencia. Si es el caso, se puede encender el aire acondicionado, de manera que el aire llegue al pecho o a las manos del conductor. Otra opción es abrir las ventanas unos segundos para que la temperatura del habitáculo baje unos grados.
8. Elegir bien el tipo de música
Escoger música relajante es la antesala de comenzar a sentir sueño. De igual manera, ir escuchando nuestras canciones favoritas puede contribuir a una automatización en la forma de conducir.
9. No comer copiosamente
Las comidas copiosas producen sueño. Cuando se hace un viaje en carretera hay que evitar alimentos que den lugar a digestiones pesadas. Lo mejor es decantarse por frutas y verduras, o una comida ligera.
10. Hidratarse durante el viaje
Beber agua suficiente es la mejor manera de hidratarse y evitar de paso la fatiga muscular, que puede dar lugar a somnolencia.
11. Precaución con los estimulantes
Las bebidas energéticas o con cafeína, como café o refrescos, tienen que ser tomadas con precaución, ya que pueden tener un efecto rebote.
12. Establecer turnos de conducción
Si el trayecto en coche se realiza junto a una persona que tiene carné de conducir, es muy efectivo establecer turnos de conducción. De esta manera se alternan los periodos de atención a la carretera y el descanso, con el fin de estar siempre en perfectas condiciones.
13. Atención a las personas de más edad
Las personas de más edad suelen sufrir más somnolencia al volante. Por ello, es necesario extremar las precauciones y saber que ante el mínimo indicio de sueño lo más conveniente es detener el vehículo para despejarse.
14. Cantar y charlar con el copiloto
Cantar en voz alta puede ser un buen remedio si se conduce solo. Si el trayecto se realiza con un copiloto, conviene alertarle para que proporcione conversación al conductor.
15. Refrescarse con agua o toallitas
Refrescarse con agua la cara o utilizar toallitas húmedas es un buen método para reducir la fatiga, pero hay que tener en cuenta que solo es un remedio para un momento puntual y no solucionará la somnolencia.
16. Comer o mascar chicle
Tomar un caramelo, o mascar chicle, ayuda a mantenerse alerta. Es necesario que, en estos casos, no se aparte en ningún momento la vista de la carretera, para no tener distracciones que puedan desembocar en un accidente.
17. Apps que detectan somnolencia
Existen aplicaciones en el mercado que reconocen las expresiones del rostro o el movimiento de los ojos, con el fin de alertar al conductor ante cualquier gesto que se salga de la normalidad. Otras emiten avisos sonoros, luminosos o en forma de vibraciones, o piden al conductor que diga una palabra o frase aleatoria cada cierto tiempo con el fin de mantenerle despierto.
18. Aprovecharse de la tecnología del vehículo
Algunos vehículos ya llevan incorporada de serie tecnología de reconocimiento facial para avisar al conductor en caso de que se duerma. Hay marcas de coches que avisan de que no se han realizado las paradas oportunas y otras que se apoyan en los asistentes de carril para tomar el control del vehículo en el caso de que el conductor se quede dormido.
19. Estiramientos en el interior del vehículo
Cuando se siente sueño, se puede aprovechar las paradas en los semáforos o si hay un atasco para hacer ejercicios de estiramiento que mantengan el tono muscular, como mover la cabeza de izquierda a derecha y de arriba abajo. También resultan muy efectivos los estiramientos de brazos con las manos entrecruzadas y las palmas hacia afuera, y las rotaciones de hombros.
20. Realizar ejercicios fuera del vehículo
Para despejarse, una posibilidad es aparcar el vehículo en una zona segura y realizar ejercicios fuera del mismo. Lo más indicado es dar un pequeño paseo, pero hay otras opciones, como poner una pierna sobre el parachoques y estirar la otra, apoyar las manos sobre el capó y ponerse de puntillas, o realizar estiramientos de brazos.