¿Quién no ha jugado nunca a las casitas de muñecas? Es uno de los juguetes que ha perdurado generación tras generación y que, aún en nuestros días, continúa siendo uno de los principales entretenimientos de nuestras hijas. Para conocer un poco más este apasionante mundo, hacemos una visita al museo Casas de Muñecas de Málaga.
Texto: Sandra Zúñiga
Fotos: Andrés Gómez
De cartón o de madera, siempre nos brindaban horas y horas de juego, imaginándonos que nosotras mismas vivíamos dentro de ellas. Un juguete tan antiguo como moderno. Las casas de muñecas siempre han fascinado a todo tipo de público, tanto a la niña de seis años que juega con ella sin cesar creando su propia historia de reyes y princesas, hasta a la mujer mayor que, durante toda su vida, ha ido coleccionando con ilusión cada pieza de su casita.
Imitaban a la perfección las casas de época, jardines, e incluso aquellos hogares y patios de vecinos más humildes. Se trata, en la gran mayoría de los casos, de trabajos realizados por encargo para las familias nobles de diversas épocas, en las que incluso el mobiliario y estancias llegaban a ser réplicas exactas a las de la vida real. Auténticas joyas del pasado que merece la pena conservar con cariño.
Una joya malagueña
La capital de Málaga tiene el honor de albergar en su centro histórico a uno de los museos de casas de muñecas más relevantes de la Península. Se encuentra situado en pleno casco histórico, en un edificio barroco del siglo XVIII, situado cerca de la casa natal de Picasso, y dentro de él podemos contemplar la colección privada de Voria Harras, fruto de muchos años de pasión por el miniaturismo y de innumerables horas dedicadas a la restauración y recuperación de estas pequeñas joyas del pasado. La colección cuenta con cerca de cincuenta modelos, únicos en el mundo por tratarse en muchos casos de casas tradicionales españolas del siglo XIX, excepcionales representaciones de la vida cotidiana y las costumbres de tiempos pasados, hoy en gran parte perdidas.
Las diversas salas y patios de esta histórica casa, típicamente andaluza, constituyen un espacio inmejorable en el que albergar esta preciosa colección. La planta baja, destinada a la recepción y al taller de restauración, es el punto de partida de un recorrido en el que se puede encontrar desde una preciosa y delicada reproducción de una mansión de 1896, hasta una colección de casas de diversos países.
Colección andaluza
El museo Casas de Muñecas cuenta con una auténtica colección original de casas andaluzas. Una de las más bellas representaciones es el Palacio Cordobés, del siglo XIX. Tiene influencia mudéjar en su estilo arquitectónico, el cual nos introduce de lleno en la capital cordobesa. Además, el mobiliario y cada una de las piezas que lo componen son sobrias y muy elegantes. Seguimos inmersos en el siglo XIX con la Casa de Jaén. Está fabricada con maderas de embalajes procedentes de Cuba y aún conserva su sello de origen. Se caracteriza por la belleza de la cocina, con un fogón y batería excepcionales. Si queremos conocer una casa típica del centro de Málaga, la Casa Malagueña nos lo muestra hasta el más mínimo detalle. Destaca, sobre todo, por sus amplios balcones de hierro y por estar coronada por las típicas copas vidriadas de cerámica malagueña de la Colonia de Santa Inés.
Terminamos nuestro viaje por las casas andaluzas de época con la bella Casa de Cádiz, con casi dos siglos de antigüedad, y la Casa de Granada, de principios del siglo XX. Tiene un ascensor que permite comunicar sus cuatro plantas y, además, dentro de ella encontramos una acogedora capilla decorada con cromos de la época.
Réplicas exactas
Las numerosas casas de muñecas que podemos contemplar en el museo representan siempre auténticas réplicas de la vida real. Podemos ver casas construidas a semejanza de la región de cualquier lugar, lo cual nos permite identificar, rápidamente, la zona que está representando cada réplica. Un ejemplo de ello es la famosa Casa de las Piedras, datada a principios del siglo XX, y que nos muestra a la perfección la forma típica del tejado de lamas de pizarra en la fachada, propia de las casas clásicas de la Francia de inicios de 1900. Algo parecido nos ocurre con la Casa Tudor, de estilo inglés, del siglo XX, al igual que con las casas Mallorquina, que es la más antigua del museo, y Asturiana, que son también fieles representaciones de cada región, y además de conservar su estructura original, están elaboradas con materiales resistentes y de gran valor.
Las primeras casitas
Para conocer el origen de las primeras casas de muñecas tenemos que remontarnos varios siglos en el tiempo. La primera casa data del siglo XVI. Se trataba de un encargo que el duque Albrecht V, de Baviera, había mandado a construir para regalar a su hija, en el año 1558. La belleza y proporciones de la casa fueron tan extraordinarias que el duque la incorporó a su colección de arte. Se conoce el nombre de los artesanos de la corte que intervinieron en el proyecto, e incluso la descripción de sus estancias, pero desgraciadamente, la casita fue totalmente destruida a causa de un incendio.
DE UTILIDAD
Museo Casas de muñecas
C/ Álamos, 32. Málaga
Teléfono: +34 952.210.082
www.museocm.com
Horario: de martes a domingo, de 11.00-13.30 horas. Se organizan visitas de grupos con cita previa.