Huesca ha puesto a punto toda su magia para este otoño-invierno y espera a grandes y pequeños con muchas actividades que permitirán disfrutar de este territorio en familia.
¿Pensabais que el enoturismo era cosa de adultos? Nada más lejos de la realidad. Los niños también tienen un espacio destacado en las bodegas donde conocerán mejor esta actividad tradicional, que se suma a otras típicas de esta provincia que también pueden aprender de un modo divertido como la elaboración de queso y de aceite u otras tan creativas y manuales como la cerámica.
Las granjas esperan a las familias urbanitas para ofrecer un espacio donde reconectar con la naturaleza y mostrar a los más pequeños las singularidades de las razas autóctonas. Para los amantes de los animales, Huesca también ofrece centros de interpretación y puntos de avistamiento de las fascinantes aves que surcan su cielo.
Para liberar la adrenalina de los pequeños de la casa, nada como los parques de aventura o, si no tienen miedo a las alturas, vivir intensamente las sensaciones que os deparará la tirolina del Valle de Tena.
Los rincones mágicos de la naturaleza del Alto Aragón os esperan para ser recorridos también a pie, como las pasarelas del río del Vero. Comprobaréis que la magia abunda en este territorio, escenario de trepidantes aventuras, buscando el tesoro gracias al geocaching o en un sorprendente viaje en el tiempo en la Estación de Canfranc.
Enoturismo infantil
El Somontano, tierra de vinos, ha previsto dentro de su Ruta del Vino actividades en algunas bodegas pensadas para disfrutar en familia. Viñas del Vero ofrece una introducción a los productos agroalimentarios y al mundo de los sentidos, experimentando con soluciones salinas, dulces, amargas, oliendo y tocando hierbas aromáticas y ampliando el vocabulario específico del mundo del vino. Mientras tanto, en Bodega Sers, han previsto visitas familiares, que incluyen recorridos en el viñedo y en granjas de animales, catas sensoriales con aromas y explicaciones in situ sobre la actividad de la vendimia.
De la mano de la Ruta del Vino del Somontano también es posible visitar en esta zona queserías y almazaras, como la Quesería de Radiquero. Son iniciativas que mostrarán a los niños diferentes oficios tradicionales que vuelven a vivir su apogeo con la actual puesta en valor de los productos agroalimentarios de calidad.
En plan animal
Son varias las granjas en la provincia que muestran a las familias la vida animal, que no deja de sorprenderles ya que cada vez es más ajena a aquellos que viven en la ciudad. En la Jacetania, en Santa Cruz de la Serós, se encuentra el proyecto de Riorcal, un corral montañés en el que viven animales de razas autóctonas con las que aprender cómo eran las tareas ganaderas del Pirineo. Después, en su huerto, los niños pueden conocer qué es la agricultura ecológica de una forma amena y divertida. No podemos olvidarnos de un lugar muy destacado para conocer la vida faunística: el Parque de Lacuniacha, en Piedrafita de Jaca, donde este verano pasado nacieron cinco linces boreales, algo que no sucedía desde 2010.
La Granja Aventura del Somontano, el parque Biescas Aventura, en el corazón del Valle de Tena, Aventura Amazonia Pirineos- El Juncaral, muy cerca de Jaca… Cada vez son más los espacios al aire libro destinados a jornadas de ocio familiar para los más activos.
En busca de tesoros ocultos
Los juegos de orientación y pistas son éxito seguro. Así, cada vez hay más aficionados a una actividad que también ha llegado a la provincia, el geocaching, del que podéis saber más en geocaching.com. De este modo, en el territorio encontraréis más de un centenar de cachés o “tesoros” escondidos por toda la provincia para que deis con ellos siguiendo las pistas y descubráis sorprendentes rincones. Lo mejor, el conocimiento del territorio que os llevaréis como regalo.
El mítico castillo de Loarre también espera a los visitantes con su propia búsqueda del tesoro, de la mano de un pergamino y un lápiz… Este espacio monumental que sigue en la mente de muchos desde la famosa película El Reino de los Cielos no podía quedarse al margen de la aventuras en la provincia.
Un balcón sobre las aguas
Los amantes de las alturas y de la adrenalina tienen una cita con la tirolina del Valle de Tena, apta para niños a partir de 10 años, 40 kg de peso y 1.22 metros de altura. La tirolina ha visto deslizarse a familias enteras, ¡incluyendo a algún miembro de la tercera edad! Y es que poca gente puede resistirse a contemplar las aguas del pantano de Búbal y el bosque en un recorrido de casi un kilómetro y que discurre a gran velocidad pero con tiempo suficiente para maravillarse con la contemplación del paisaje.
Otra forma de disfrutar de las alturas y del agua sin mojarse es la ofrecida por las pasarelas del Río Vero. Sus aguas color turquesa, su recorrido serpenteante y enclavado en la roca os sorprenderá. Recordemos que en este caso hay que ir calzados adecuadamente, ya que las pasarelas no dejan de ser una actividad de senderismo.
A mano y a escena
En La Ribagorza, en Serraduy, dirigido por la ceramista Marta Danés, un taller de cerámica espera a los más pequeños, que se divertirán creando originales piezas y horneándolas.
La creatividad nos lleva también al mundo de la escena en La Jacetania donde podéis disfrutar de una visita guiada a la Estación de Canfranc y transportaros a su época dorada o disfrutar por la noche con el mágico espectáculo de luz y sonido.
A pie o sobre esquís
Acabado el otoño y recordando que, como refiere una conocida serie de televisión, “Winter is coming”, las estaciones de esquí oscenses os esperan con multitud de actividades para niños entre las que se incluyen escuelas de esquí y parques de diversión. Además, la provincia cuenta con ocho espacios nórdicos, como se denomina a los circuitos de fondo, ampliando las posibilidades de los amantes de la nieve con actividades como excursiones con raquetas, mushing, back-country… Los encontraréis en Llanos del Hospital, Balneario de Panticosa, Linza, Lizara, Oza, Pineta, Candanchú y Fanlo.
Las posibilidades de Huesca son muchas. Recuerda que, acabado el invierno, la Magia de Huesca te espera en primavera para disfrutar en plena explosión natural de la abrumadora belleza paisajística, vegetal y animal del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: el recorrido por la pradera hacia la Cola de Caballo es perfecto para hacerlo en familia; en el Cañón de Añisclo, con el recorrido a la ermita de San Úrbez; o en el Parque Natural de los Valles Occidentales y en el Valle de Hecho y Ansó, con excursiones recomendadas como las de Aguas Tuertas, Bosque de Gamueta; y, finalmente, en el Parque Nacional Posets Maladeta, donde no podéis perderos El Forau y las Gorgas del Alba.
¿Preparados para la aventura? La Magia de Huesca os espera estos meses con un sinfín de posibilidades adaptadas a todos los gustos familiares. ¡No os lo podéis perder!