Gastronomía, Patrimonio, Historia y Naturaleza se unen en un paraíso de sensaciones que satisfacen todos los sentidos y convierten el viaje a Jaca en una auténtica aventura.
Todas las instituciones de Jaca y de la Jacetania, con el Ayuntamiento jaqués al frente, han hecho un verdadero esfuerzo durante estos últimos meses para poder garantizar ahora unas vacaciones, un viaje, un veraneo, una excursión o una visita a su territorio con toda la seguridad necesaria, que incluye las máximas medidas de protección y de prevención sanitaria que salvaguarden la salud de todos los visitantes, viajeros y usuarios.
Legado histórico
En Jaca, se puede seguir disfrutando, con toda la tranquilidad y la máxima seguridad sanitaria, de monumentos únicos y majestuosos.
Efectivamente, la capital de la Jacetania resulta, para sus visitantes, un auténtico museo vivo. Sus más de dos mil años de historia han dejado una profunda huella en sus monumentos y calles. Un paseo por el casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural, permite encontrar elementos arquitectónicos del románico, del renacimiento y del modernismo. Todo un viaje a distintas épocas a través de sus estilos arquitectónicos. La catedral de San Pedro, que data de 1063, uno de los primeros templos románicos de España, entre los monumentos de este estilo de mayores dimensiones con mayor
No podemos dejar de admirar su gran joya situada en la sala Bagüés, la llamada Capilla Sixtina, el conjunto de pinturas más importante del románico que se conserva en España.
Para todos los sentidos
En Jaca, se garantiza una auténtica aventura para todos los sentidos y un viaje sin igual por agrestes y recónditos paisajes de la montaña. Podremos descubrir nuevos mundos con los sabores de su rica gastronomía autóctona, con la historia y el misterio de su valioso patrimonio artístico, histórico y arquitectónico y se pueden conocer sorprendentes caminos por su frondosa y variada Naturaleza pirenaica.
Naturaleza y montaña, en plena ciudad
Los visitantes cuentan con otro aliciente: las zonas verdes y de paseo de Jaca. No en vano, la localidad altoaragonesa es una de las ciudades de España con más zonas verdes por habitante, un total de 50 hectáreas repartidas por todo el municipio. El paseo de la Constitución (un auténtico pulmón verde en el centro de la villa), el parque de San Lure, el paseo de la Cantera, el paseo de Mocorones y los glacis de la Ciudadela son magníficos lugares en los que disfrutar de las vistas panorámicas y de la naturaleza en la ciudad. En plena ciudad pero a un paso de la Naturaleza, de la auténtica montaña.
Familias activas
Jaca es, además, un reconocido centro de ocio, descanso y deporte. Aquí la aventura está asegurada. Y para que eso se pueda vivir, Jaca se ha encargado de tomar todas las medidas de seguridad que garantizan la protección de todas las personas para este verano que comienza.
Podemos practicar tanto senderismo como barranquismo pasando por la escalada, para aquellas familias más atrevidas y amantes de las emociones fuertes. Al estímulo de practicar cualquiera de estos deportes se unen las magníficas vistas que proporcionan los paisajes únicos de Jaca.
Cerca del Pabellón de Hielo encontramos distintas instalaciones deportivas que nos seguirán permitiendo realizar actividades en familia relacionadas no solamente con el deporte sino también con el ocio y el relax.
Su gastronomía
La gastronomía en Jaca está muy ligada a la cocina tradicional aragonesa, a base de productos de temporada y aderezada en muchos casos con las tendencias culinarias más novedosas e innovadoras. En los restaurantes, mayoritariamente ubicados en el Casco Antiguo de la localidad se encuentran selectos y atractivos platos que conjugan a la perfección el pasado con la modernidad.
Una de las especialidades gastronómicas más exquisita es la repostería jaquesa, considerada una tradición artesanal: jaqueses, condes, lazos, corazones, patatas de Jaca, coronitas de Santa Orosia…que pueden degustarse en cualquiera de las pastelerías de la ciudad. Eso sí, a la hora del mediodía o al atardecer, un alto en el camino para tomar un vino y una tapa en cualquiera de los numerosos bares y tascas de la ciudad que día a día y año tras año ponen todo su empeño en innovar y sorprender al consumidor con nuevos sabores, texturas y formas.
Nos esperan con los brazos abiertos
Uno de los lugares de España con más horas de sol al año y un clima suave en verano, ni demasiado calor por el día y un ligero fresco nocturno para dormir a pierna suelta, ha blindado su seguridad sanitaria por encima de todo para que los turistas puedan divertirse, recrearse y deleitarse en este genuino vergel de oportunidades y alicientes turísticos que tiene ya sus puertas abiertas, de par en par, para que sus entrañables y acogedoras gentes puedan recibir con los brazos abiertos a quienes quieran perderse por los espectaculares y sublimes parajes de este extraordinario edén del Pirineo aragonés, en lo que se convertirá, con toda seguridad, en una aventura inolvidable.