Que Galicia es una de las regiones de nuestro país que merece la pena visitar no es ningún secreto. Eso sí, hay tanto por ver y por hacer que puede ser abrumador, así que para ponéroslo más fácil queremos recomendaros nuestras rutas preferidas para conocer los rincones más bellos de Galicia en los que conocer su naturaleza, su historia y su cultura.
Galicia tiene costas espectaculares con riscos que quitan el aliento pero también ríos, montañas y valles que un ambiente mágico difícil de encontrar en otros sitios. Sabemos que es complicado elegir pero, ¿por qué hacerlo? Un viaje a Galicia en los que podáis disfrutar tanto del mar como del interior es un viaje aprovechado en el que descubrir una tierra maravillosa.
Además, hemos decidido no sugerirte las rutas más populares o más conocidas sino aquellas que aún no son tan famosas y que, por tanto, están menos masificadas. Encontraremos un ambiente perfecto para ir con los niños, con más calma y tranquilidad, donde desconectar la mente y dedicarnos a disfrutar con los nuestros.
5 rutas por las costas de Galicia
Empezamos por la ruta de las Catedrales del Cantábrico que nos llevará por el precioso litoral de Ribadeo y Barreiros donde no solo disfrutaremos de los paisajes del mar sino de sus pueblos singulares y sus campos de cultivo. En Ribadeo comenzamos la ruta en el muelle de Porcillán junto al puerto deportivo para pasar por debajo del puente de los Santos y llegar hasta el Castillo de San Damián y el Cargadoiro donde se daba salida a los minerales.
De ahí llegaremos al maravilloso faro de Illa Pancha donde merece la pena que nos detengamos un rato para observar el paisaje. De ahí llegaremos a distintas playas de la costa hasta llegar a la Playa de las Catedrales y sus impresionantes arcos de piedra naturales. Nuestros pasos nos llevarán además a sitios de interés arqueológico como Punta do Castro o la tumba medieval de O Coto.
Más adelante llegaremos hasta el Pico da Frouxeira para ver los restos de la fortaleza que se levantaba allí y las vistas desde su altura. A continuación encontraremos el pueblo pesquero de Rinlo, con sus casas situadas en los acantilados y los pintorescos tejados de pizarra a dos aguas.
Otra ruta maravillosa es la que nos lleva entre Cedeira y cabo Ortegal por los acantilados de la costa. Partimos del pueblo marinero de Cedeira no sin antes pasear por su casco antiguo. De ahí pasaremos a un paisaje de aldeas y cultivos, pequeños bosques y zonas de ganado donde cada paso será una nueva sorpresa. Desde el mirador de Chao do Monte y la aldea de Teixido tendremos un camino con continuas vistas al mar.
Lo bueno de esta ruta es que ofrece unos contrastes increíbles en sus paisajes pues cuando vayamos caminando cerca de la costa también veremos ámbitos montañosos, aldeas y rías como la de Ortigueira. Desde allí llegaremos al faro de cabo Ortegal para ver los acantilados y Estaba de Bares, el punto más al norte de la Península Ibérica. Por último, en la sierra de A Capelada encontraremos el Monte Herbeira con pendientes de más de un 80% de desnivel.
Con la ruta del faro de Fisterra al mirador de O Ézaro nos sumergiremos en la parte más mítica y mágica de la Galicia celta. Empezamos en Fisterra, la prolongación de la Ruta Xacobea hasta Santiago. Fisterra es una referencia dentro de la Costa da Morte por su tradición marinera y las subastas de pescado en la lonja.
Saliendo de Fisterra llegamos a la playa de A Langosteira, un gran arenal con agua transparente y desde la que llegaremos a otras playas más pequeñas y tranquilas. Cogiendo el desvío alcanzaremos al faro y después, Corcubión. Esta localidad tiene un Conjunto Histórico-Artístico formado por las villas marineras que merece la pena visitar. De allí iremos hasta Cee y luego hasta O Ézaro.
Ahora podremos ver Fisterra a lo lejos por un lado y el monte O Pindo por otro. En O Ézaro disfrutaremos de las aguas azules de sus plazas y partiremos hasta la cascada del Xallas con sus casi 100 metros de altura. Allí cruzaremos la pasarela para visitar el Centro de Interpretación de la Electricidad, la antigua Central de O Castrelo. Por último, finalizamos el recorrido subiendo al mirador de O Ézaro, con unas espectaculares vistas del entorno.
También merece la pena hacer la ruta de Baiona a Santa Trega por la costa sur. Salimos desde el pueblo marinero de Baiona tras recorrer su casco histórico, nombrado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1993. Allí visitaremos también la fortaleza de Monterreal en el monte Boi. Dejando atrás Baiona llegamos a cabo Silleiro con su faro con líneas blancas y rojas.
A continuación llegamos a Oia, una pequeña localidad con muelle y calles estrechas llena de encanto y perfecta para un descanso. De ahí pasamos a A Guarda, llena de colores y espíritu marinero donde dar un relajante paseo por la costa. El siguiente paso es la ermita de Santa Trega y el castro del mismo nombre, uno de los más visitados de Galicia. Desde lo alto hay unas vistas increíbles.
Por último llegamos al monasterio de Santa María de Oia, un viejo cenobio de origen incierto y un emplazamiento único, perfectamente integrado en el paisaje costero de Oia y donde la fachada mira al mar en un caso singular entre los monasterios del Císter.
La última ruta costera es del cabo Udra al cabo Home. El cabo Udra se encuentra en la ría de Pontevedra, ha sido declarado Zona Especial de Conservación y forma parte de la Red Natura 2000, contando con un Aula de la Naturaleza. Tiene un increíble paisaje lleno de rocas, acantilados, calas y playas.
Desde ahí recorreremos las Rías Baixas encontrando pueblos y pequeños bosques hasta llegar a Aldán, una ría famosa por sus mejillas y por sus playas. Seguimos hasta O Hío y su iglesia para continuar hacia Costa da Vela, donde podemos relajarnos en cualquiera de sus playas. Seguimos después hasta Donón para tomar senderos de tierra que nos llevarán hasta pequeñas y tranquilas calas.
Por último, llegamos al Cabo Home, el lugar más cercano a las islas Cíes y con un faro blanco que le da un aspecto aún más mítico. Cerca de aquí, además, podemos ver otros dos faros más en Punta Robaleira y Punta Subrido.
5 rutas por el interior de Galicia
Empezamos con una ruta para ver los monasterios del centro de Galicia. Salimos desde Aciveiro donde encontramos el primer monasterio, el de Santa María de Aciveiro. Se encuentra en un lugar solitario y apacible que invita a la calma y a la tranquilidad. Su iglesia, además está inspirada en la catedral de Santiago.
Desde Aciveiro podemos subir al puerto de O Candán, donde los paisajes de montaña alternan entre rocas y pastos. Esta sierra está protegida como Zona Especial de Conservación desde el año 2014 y forma parte de la Red Natura 2000.
Al entrar en la comarca de Deza podremos contemplar el valle hasta llegar a Claro y Silleda, disfrutando del verde del paisaje y, por qué no, parando a comer y a visitar castros galaicos como Toiriz y A Copa do Castro. La última parada es el monasterio de Carboeiro, escondido en un bosque junto al río y con un marco natural que nos trasladará a otras épocas.
La siguiente ruta nos llevará por el valle del Navia. Empezamos en A Fonsagrada, una de las localidades de Galicia más altas y que ofrece unas vistas increíbles. En las tierras de Burón encontramos la Vía de Alfonso II hacia Santiago, el camino que recorrió este rey asturiano en su peregrinación.
Saliendo de A Fonsagrada pasamos por Paradanova y Fonfría, caminos recorridos por antiguos viajeros y donde veremos paisajes de pinos y matorrales que cambian su color y aspecto según la época del año en que vayamos. Hacia Vilar de Cuíña tendremos las primeras vistas del río Navia, cuyo curso seguiremos en nuestro camino hasta el pantano de Salime y el Ponte de Boabdil. En este camino encontraremos dos miradores para descansar y disfrutar de las vistas.
Por último llegaremos a Negueira de Muñiz, cuya capital es una aldea con arquitectura popular en medio de campos de cultivo y prados verdes con el río Navia acompañando el paisaje.
A continuación tenemos la ruta que nos lleva hasta la entrada del Camino de Santiago. Empezamos en Pedrafita do Cebreiro y sus famosas queserías, por lo que podemos aprovechar para comprar un Queixo do Cebreiro. Desde allí llegaremos a la aldea tradicional O Cebreiro con sus verdes laderas. Seguiremos subiendo y bajando por la sierra de O Rañadoiro hasta llegar a Triacastela, un pueblo donde reponer fuerzas. Finalmente, seguimos hasta Samos y el monasterio de San Xulián en la ribera del río Sarria.
En la siguiente ruta conoceremos los puertos de Ancares. Para ello saldremos de Navia de Suarna siguiendo el curso del Navia hasta alejarnos del valle para ascender por el puerto de Folgueiras de Aigas. Mientras subimos y bajamos por el Camino de Rao disfrutaremos de unas vistas preciosas del valle salpicado de prados y aldeas.
Hacia Balouta veremos más pallozas que nos conducirán hasta el inicio del Porto de Ancares, una subida que nos llevará hasta el mirador en el límite entre Galicia y Castilla y León. A la vuelta, es recomendable hacer una parada en Piornedo para descansar. Seguiremos en Cervantes hasta Campa da Braña viendo bosques de distintos colores y texturas y llegaremos al castillo Torre da Ferrería. Por último, llegaremos a Pontes de Gatín en Becerreá, un relajante espacio junto al río Navia.
La última ruta recomendada nos llevará por la Ribeira Sacra del Miño. Empezamos en Chantada donde podemos probar los mejores vinos de Galicia y pasear por su precioso casco histórico. Iremos hasta la ribera del río Asma para comenzar el camino bajando hasta los viñedos para tener una magnífica vista de los bancales.
Desde ahí nos desviaremos hasta el puente de San Fiz hasta llegar al río Miño, disfrutando en el camino de las visiones de viñedos y prados. Pasaremos la aldea de Belesar hasta el puente de Pincelo, donde empezaremos a ver pinos y castaños. A lo lejos veremos la iglesia de Santa María de Nogueira de Miño. El río nos acompañará en todo el camino mientras seguimos descubriendo pequeñas aldeas entre los bosques.
Finalmente llegamos a Os Peares, una zona donde se unen provincias, municipios, ríos y puentes para configurar un paisaje único en el que se unen el río Miño y el río Sil.