Os traemos dos opciones de road trip en Rías Baixas, para que a través de sus ojos podáis mirar al mar, a los bosques, a los ríos. Faros en la costa y miradores en el interior para que conozcáis esta tierra desde otra pespectiva.
El mar
La tradición marinera de la provincia de Pontevedra ha dejado huella en su litoral con importantes faros, testigos de naufragios y tempestades, en enclaves de auténtica belleza.
Comenzando por el norte, el faro de Punta Cabalo, en A Illa de Arousa, ofrece una hermosa instantánea de la ría y sus bateas. La Ría de Arousa es una región rica en paisajes hermosos pero también riquísima en cuanto a pesca, marisqueo y acuicultura. Podéis organizar una excursión marítima por la ría, donde conoceréis las islas y la actividad en las singulares bateas, parques de cultivos de mejillón, ostra y vieira.
En el otro extremo de la isla, el parque natural de O Carreirón permite al visitante contactar con la naturaleza. La cultura y tradición por el mundo del mar está muy arraigada en A Illa de Arousa, pueblo marinero por excelencia. Las mariscadoras de Rías Baixas son mujeres ejemplares, y con ellas es posible organizar un taller de marisqueo a pie, una actividad para toda la familia, en un entorno accesible y seguro, destinada a descubrir y conocer el mundo del mar con los más pequeños, y así mostrar de donde procede el marisco y que es necesario hacer para su captura.
Continuando hacia la península de O Morrazo, es inexcusable visitar la Costa da Vela. Los faros que presiden esta zona os ofrecerán unas bellas vistas de la Isla de Ons y de las Islas Cíes, pertenecientes al Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Una pequeña itinerario une los faros de Punta Robaleira y Punta Subrido, paradas necesarias para recorrer esta zona.
Pero no se acaba ahí. Hay otro vigía del atlántico esperándoos, un lugar de belleza excepcional y perfecto para viajar al pasado: el yacimiento de Monte do Facho. Un castro único que podría tener la función de santuario. Toda la familia disfrutará de las vistas y de la libertad que se siente en lo alto del monte. ¡No os lo podéis perder!
De vuelta al coche para tomar rumbo Vigo. Comienza aquí una visita que conseguirá que os sintáis un poco más marineros. El Museo do Mar de Galicia, es un lugar donde comprender la enorme vinculación histórica de los gallegos con el mar. En la parte exterior del museo encontraremos el castro de la Punta do Muiño de Vento, un asentamiento de la Edad de Bronce; y al final del muelle, el emblemático faro que custodia la entrada a la ciudad.
En la ciudad de Vigo no podemos olvidarnos de visitar el Centro de Interpretación Salinae y la Villa Romana de Toralla, donde es posible organizar visitas guiadas y actividades para toda la familia, como por ejemplo descubrir y recrear la alimentación de la época romana.
Seguimos hacia el sur de la provincia y nos detenemos en el Faro de Cabo Silleiro, una torre con forma de prisma, que nos ofrece unas increíbles vistas de la Ría de Vigo. La aventura sigue en Baiona, donde la Fortaleza de Monterreal recibió a Martín Alonso Pinzón a bordo de la Carabela Pinta, para dar una gran noticia “¡Cristóbal Colón ha descubierto América!”. Hay una reproducción de la carabela y es posible visitarla.
Los bosques
Los miradores ubicados en el interior de Rías Baixas, son puntos desde los cuáles se pueden disfrutar la gama de colores en las diferentes estaciones del año. Frondosos bosques cargados de leyendas de misterio, castaños centenarios y lugares donde la tierra se encuentra con el agua.
Comenzamos en el sur, desde lo alto del Monte de Santa Trega en A Guarda. Desde aquí las vistas son majestuosas. Sin duda lo mejor es averiguar las posibilidades de este lugar: explorar el yacimiento y visitar el Museo Arqueológico de Santa Trega, son imprescindibles. ¡Os sentiréis unos poderosos guerreros al llegar a la cima!
De camino hacia el interior, tenemos el mirador de Las Tres Rías, situado en el Monte Seixo y conocido como la Montaña Mágica. ¿Por qué será? ¡Sólo recorriendo esta zona podréis entenderlo! Desde allí es posible ver la Ría de Arousa, Pontevedra y Vigo, puro espectáculo.
En los alrededores de A Lama y Ponte Calderas existen exuberantes bosques de robles, castaños y abedules que crecen en las riberas del río Verdugo. El paisaje de montaña se une a cascadas, ríos y pequeñas aldeas muy coquetas que harán que vuestro día sólo mejore. No os lo penséis más familia, os depararán grandes momentos de diversión entre bosque y agua.
Por último en el norte, llegamos al Mirador del Monte de San Sebastián, un espacio natural que se sitúa a 700 metros sobre el nivel del mar y que nos ofrece unas impresionantes vistas del valle. Cerca se encuentra la Laguna Sacra de Olives y Brañas de Xestos, un lugar que combina naturaleza y biodiversidad, y uno de los humedales gallegos más interesantes. Es un punto de interés para mostrar a los más pequeños lo significativo que es el ecosistema y como mantenerlo.
No es posible escaparse de la Comarca del Deza-Tabeirós sin haber visitado la Fraga de Catasós, en Lalín. No dudéis en explorarla a través de una ruta de senderismo que os permitirá empaparos de la idiosincrasia gallega.
En Silleda se encuentra el Monasterio de Carboeiro y la cascada del Río Toxa, unidos por una ruta de senderismo. Su salto de agua, el mayor de Galicia, tiene una caída de 40 metros. ¡El espectáculo es maravilloso! Existe un mirador en el entorno permite disfrutar de una excelente panorámica.
Cuenta la historia que los monjes benedictinos del Monasterio de Carboeiro se quedaron en esta zona porque encontraron aquí las aguas mineromedicinales de A Brea. ¡Vosotros también podéis disfrutarlas! Un balneario os espera para descansar de la maravillosa ruta y así reponer fuerzas para el próximo viaje.
Estos dos recorridos por la Provincia de Pontevedra nos llevan a lugares mágicos que comparten su calma y aire fresco con quienes los visitan. Maletas listas, coche revisado… ¡A disfrutar de Rías Baixas!