Cualquier época del año es buena para hacer senderismo en familia: en primavera disfrutamos de las flores y la brisa suave, en verano nos refrescamos paseando entre árboles y junto a ríos, en otoño nos maravillamos con los colores del paisaje y en invierno descubrimos increíbles parajes nevados. Por eso, os traemos una selección de las mejores rutas para hacer senderismo en familia.
Los beneficios del senderismo para niños
El senderismo tiene muchos beneficios que aumentan si además nos sirve para compartir momentos junto a nuestros hijos y construir recuerdos. Otra de sus virtudes es conseguir alejar a los niños del sofá, de la televisión y del ordenador para que descubran todo lo que puede ofrecerles la naturaleza.
Respirar aire puro y aprender acerca de las plantas y animales que nos encontremos por el camino supondrá una mejor salud para nuestros hijos y también que disfruten con las cosas sencillas y naturales.
Además, podemos inculcarles valores como el compañerismo y la cooperación. Actividades como ayudar a preparar el picnic, ir a llenar una botella de agua a un manantial o buscar un lugar con sombra para descansar también harán que se sientan útiles y por tanto, que aumente su autoestima.
Consejos para hacer senderismo con niños
Llevar a nuestros hijos a hacer senderismo es una oportunidad para que aprendan a ser responsables. Cada uno puede llevar su propia mochila aunque no lleven demasiado peso, quizá solamente una botella de agua y un sandwich. Es conveniente llevar ropa de repuesto, especialmente calcetines.
Tenemos que tener en cuenta que para los niños, cualquier cosa será un detalle importante o algo por descubrir así que hay que tener paciencia y hacer las paradas que sean convenientes. No hay que ir con prisas. De la misma forma, es conveniente hacer pequeñas paradas para que jueguen un rato y no sea todo caminar.
Hacer senderismo con los niños es un gran momento para dar ejemplo acerca de cómo debemos comportarnos en la naturaleza: tenemos que inculcarles que los senderos deben respetarse, que no hay que tirar basura, que no hay que arrancar flores y plantas ni molestar a los animales que podamos encontrarnos…
Es recomendable aprovechar el buen tiempo de la primavera para hacer rutas con los niños pero si escogemos el invierno o el verano, tenemos que asegurarnos de llevarles ropa de abrigo y gorras y protección solar respectivamente. Además, el calzado siempre debe ser cómodo.
Una buena manera de hacer que los niños disfruten es contarles historias y curiosidades acerca de todo aquello que nos vayamos encontrando por el camino. Cuentos acerca de ninfas de los ríos, hadas del bosque o cuevas encantadas harán que se distraigan mientras caminamos y que para ellos sea una auténtica aventura.
Ruta de las Fuentes del Desierto de Las Palmas (Benicàssim, Castellón)
Se trata de un camino circular de casi 8 kilómetros de longitud y se tarda aproximadamente unas tres horas en completarlo. Se encuentra en el Parque del Desierto de las Palmas, un enclave con abundantes roquedos y cretas de piedra en el que también encontramos vegetación como madroños, enebros, palmitos y también algún pino.
Esta ruta no tiene demasiada dificultad pero puede resultar demasiado larga si nuestros hijos no están acostumbrados a caminar tanto. Tendremos que asegurarnos de que cuentan con la forma física adecuada para completarla porque quizá sea mejor hacerla más corta para que no se cansen demasiado.
La ruta comienza en el parking del mirador de la Fuente de San José junto a la ermita del mismo nombre. Ya desde allí podemos contemplar las vistas y también visitar la propia ermita si así lo queremos. Tras comenzar la senda veremos varios desvíos que nos conducirán a otras partes del parque como la ermita de Montserrat. Más adelante, encontraremos la Font de Roc en la que podremos refrescarnos bebiendo de su agua.
Después llegaremos hasta el depósito de agua de color verde y más adelante no debemos olvidar señalar a nuestros hijos el enorme eucalipto que corona la Font Tallá. Ya habremos visto así las tres fuentes que dan nombre a esta ruta. Tras seguir el camino asfaltado hasta Miravet y alcanzar el frontón de Els Baladres, llegaremos de nuevo al cruce donde comenzamos y habremos completado la senda.
Lagos de Covadonga (Asturias)
Los Lagos de Covadonga se encuentran en el Parque Natural de los Picos de Europa y son uno de los lugares más emblemáticos de Asturias. Esta senda circular tiene una longitud de 6 kilómetros y se tarda unas dos horas en recorrerla. Esto, unido a su baja dificultad, hace que sea perfecta para ir con niños. Sin embargo, existe un recorrido más corto de tan solo una hora de duración si consideramos que nuestros hijos no van a aguantar tanto.
Debido a que es frecuente que baje la niebla, es recomendable llevar ropa de abrigo y chubasquero por si acaso incluso aunque hagamos la ruta en verano. Hay que tener en cuenta también que en fechas puntas de turismo no podremos subir con el coche hasta los Lagos sino que tendremos que dejarlo en el Santuario de Covadonga para después subir andando.
Uno de los principales puntos de interés que encontraremos en esta ruta es el Mirador del Príncipe. Desde allí podremos admirar el paisaje regido por el Lago Enol. Desde allí y yendo por las minas de Buferrera hasta el Lago Ercina, contemplaremos un precioso paisaje con los Picos de Europa de fondo.
No tenemos que dejar pasar la ocasión de ver el precioso Hayedo Palomberu y la Vega Bricial, el tercer lago de la ruta. Aún así, podemos saltarnos estas localizaciones si preferimos realizar la versión corta de la ruta.
Si seguimos caminando alcanzaremos el Mirador Entrelagos desde el que regresaremos al Lago Enol de nuevo y al punto de partida. Para hacer esta ruta se recomienda llevar ropa de abrigo e ir en primavera, verano y otoño, evitando el invierno a ser posible.
Rutas por el Pirineo (Huesca)
En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en pleno Pirineo Aragonés, encontramos varias rutas circulares y senderos que hacer en familia gracias a sus paisajes boscosos, sus cascadas y sus desiertos de altura. Estos caminos tienen baja dificultad así que son ideales para disfrutarlos con nuestros hijos.
La primera de ellas es la ruta del Molino de Aso o Ruta del Agua, de tan solo un kilómetro y medio y que nos llevará una hora. Allí veremos el puente del río Bellós para pasar por varios miradores hasta llegar al río Aso y sus cascadas. Más adelante, nos encontraremos con las ruinas del antiguo molino. De esta manera, disfrutaremos tanto del entorno natural como del patrimonio cultural de la zona.
La siguiente es la ruta de las Ermitas de Tella que tiene una longitud de poco más de dos kilómetros y cuya duración está en torno a una hora. Nos permitirá ver tres ermitas medievales construidas en mitad de la montaña: la ermita de los Santos Juan y Pablo (siglo XI), la ermita de la Virgen de Fajanillas (siglo XII) y la ermita de la Virgen de la Peña (siglo XVI).
La tercera senda son las pasarelas del Cañón del río Vero, con 4 kilómetros de longitud que se cubren en unas dos horas. Este impresionante camino, uno de los más populares de Aragón, nos llevará a través de pasarelas de madera por la garganta del río Vero hasta el interior de uno de los barrancos que hay en el mismo. Allí veremos cuevas, cascadas, e incluso podremos darnos un chapuzón en una poza.
Por último, podemos escoger el Paseo a la Ermita de Santa Ana que nos llevará tan solo una hora y además es transitable con carritos de bebé. Transcurre junto al arroyo del mismo nombre y atraviesa una cueva hasta llegar a la ermita indicada por una cruz de piedra.
La Laguna de las Cañas (Navarra)
El Embalse de las Cañas es un lugar ideal para la observación de aves acuáticas y también, por supuesto, para hacer senderismo con niños. De hecho, allí encontramos el Observatorio de Aves El Bordón donde nuestros hijos podrán contemplar a las aves sin causarles ninguna molestia usando unos prismáticos y ocultándose en una casera de madera, ¡les va a encantar!.
Alrededor del embalse encontraremos una de las sendas disponibles para hacer con niños. Tiene una longitud de 4,5 kilómetros, es de baja dificultad, se tarda una hora y media en recorrerla y apenas tiene desniveles. Además, está cubierta por completo con gravilla por lo que podemos ir incluso con silla de paseo con los más pequeños o ir todos juntos en bicicleta.
También podemos hacer la ruta circular desde Viana hasta la ermita de la Virgen de las Cuevas, uno de los lugares por los que pasa el Camino de Santiago. No tiene dificultad pero su longitud es de casi nueve kilómetros y si vamos con niños muy pequeños quizá se cansen antes. Eso sí, al llegar a la ermita encontraremos un merendero en el que hacer un descanso. Cuenta con fogones, papeleras, contenedores y agua potable así que es un lugar perfecto para recuperar fuerzas.
Cahorros del Río Chillar (Nerja, Málaga)
Este sendero se encuentra en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y tiene una extensión de 8 kilómetros. Aunque pueda resultar larga, cuenta con la ventaja de que no hay por qué hacerla entera, es decir, podemos regresar en cualquier momento si los niños están muy cansados.
Este recorrido es perfecto para hacerlo en verano ya que nos encontraremos con cascadas y pozas en las que nos podremos dar un chapuzón para quitarnos el calor. El Río Chillar es uno de los más bonitos de Málaga debido a las formas que el agua crea a su paso por la piedra caliza.
Pero la auténtica diversión está en los Cahorros, pasadizos con paredes de mármol en los que los niños se lo pasarán en grande corriendo y chapoteando. Parte de esta senda transcurre entre las aguas del río así que es necesario llevar calzado adecuado como sandalias de playa o cangrejeras en lugar de las clásicas botas de senderismo.
Senda Formas (La Pedriza, Madrid)
Esta ruta se encuentra en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. No tiene grandes desniveles y ni tampoco se tarda demasiado tiempo en realizarla pero eso no quiere decir que no vayamos a disfrutar de paisajes espectaculares y de un gran día en familia. El paisaje granítico de esta zona nos hará disfrutar de las formas curiosas y divertidas de las rocas.
Tiene una longitud de casi 7 kilómetros y se tarda aproximadamente 4 horas en completarla pero existe una versión más corta si vamos con niños muy pequeños en la que tan solo caminaremos 1,5 kilómetros para que puedan resistir. Para seguir esta ruta tendremos que fijarnos en los círculos pintados de azul.
Es una senda especialmente divertida ya que podremos jugar con los niños a distinguir las variadas y caprichosas formas de las piedras que se asemejan a animales: el pájaro, la tortuga, el cerdito, la foca…
Sendero de los Sentidos (Tenerife)
Esta ruta se encuentra en el Parque Rural de Anaga. En el propio Centro de Visitantes del parque podemos informarnos sobre ésta y otras rutas que existen en la zona y que quizá también nos gusten.
Este sendero tiene tres tramos diferentes. Dependiendo de nuestros hijos y lo que queremos hacer, elegiremos uno u otro. El primer tramo es el más sencillo; tiene una terraza y una pasarela y además está adaptado para carritos así que es perfecto para ir con niños muy pequeños que puedan sentarse si se cansan.
El segundo tramo es especialmente bello ya que transcurre a través de un bosque. A los niños les gusta mucho caminar entre los árboles y además, está acondicionado con un puente y una pasarela para que les resulta más fácil atravesar los tramos que puedan ser más difíciles para ellos.
Por último, el tercer tramo es el de mayor longitud y el que podemos hacer si nuestros hijos son más mayores. Este camino nos llevará hasta el Mirador de Llano de los Loros y mientras recuperamos fuerzas, podremos ver desde allí el Barranco de Tahodio.
Sendero Nacimiento del Río Castril (Granada)
Esta senda se encuentra en el Parque Natural de Castril y transcurre a lo largo del río del mismo nombre. El murmullo constante del agua nos acompañará durante todo el camino, unos 5 kilómetros aproximadamente entre ida y vuelta que nos llevarán dos horas.
Es un camino ideal para contemplar no solamente aves sino también otros animales que viven en el entorno como la nutria. También quedarán ante nuestra vista las rocas de piedra caliza con extrañas formas. Podremos jugar a decir qué creemos que representan esas piedras.
Tras la pasarela metálica que cruza el río llegaremos al bosque de ribera donde veremos pintorescos árboles como sauces y también los juncos que crecen en la orilla. Cuando lleguemos a la presa y después al pedregal, tenemos que decir a los niños que estén atentos, ¡a veces se ven lagartijas tomando el sol! Y por fin, cuando lleguemos al nacimiento del río, nos asomaremos al mirador para disfrutar del espectacular paisaje que tendremos ante nosotros.
Senda Azul (Vigo)
Este paseo fluvial nos llevará desde Vigo hasta las playas. Tiene una longitud de aproximadamente 8 kilómetros y tardaremos unas dos horas en completarlo. No tiene desniveles, por lo que su dificultad es baja y por tanto, es apropiado para ir con niños de cualquier edad. Algunos tramos se pueden hacer en bici y además, a lo largo de todo el sendero hay paradas de autobús urbano.
Conforme vayamos dejando atrás la ciudad, comenzarán a aparecer elementos interesantes en el paisaje como los restos de un puente románico. El río, además, se deshace de su entorno urbano y empieza a rodearse de árboles.
Cuando alcancemos la desembocadura, tendremos que girar hacia la derecha para atravesar el barrio marinero de Bouzas y los grandes arenales. Si por el contrario giramos a la izquierda llegaremos a las playas de O Vao y Canido y a la isla de Toralla y su villa romana, la única excavada por completo en Galicia.
Parc del Garraf (Barcelona)
Esta ruta comienza en la ermita de Nuestra Señora de Brugués junto a la carretera que transcurre desde Gavá hasta Begues. Allí mismo encontraremos un cartel que nos indicará el camino a seguir hasta llegar al Castillo de l’Eramprunyá. El castillo solamente es accesible el segundo domingo de cada mes.
A pesar de todo, este sendero merece la pena incluso aunque no podamos entrar al interior del castillo. Cruzaremos un puente de roca natural conocido como la “Roca Foradada” y también podremos visitar una cueva cercana. Es un camino divertido y muy sencillo para llevar a los niños y que comiencen a tener gusto por el senderismo.
Cuando lleguemos al castillo, descubriremos que cerca del mismo existen pequeñas explanadas en las que podemos preparar un picnic así que es buena idea llevarnos comida y bebida para tomarnos un merecido descanso cuando lleguemos allí.