La capital ucraniana es una de las más importantes de Europa del Este. Su fundación data de entre los siglos V y VI d. C. y en ella destaca la Catedral de Santa Sofía, fundada en 1037 por Yaroslav Mudriyque, gobernante de la Rus de Kiev –el estado eslavo más antiguo que se dirigía desde Kiev en el siglo IX-. La catedral fue el primer patrimonio ucraniano inscrito en la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Sin salir de Kiev, ubicada en el centro del boulevard Kreschatik se encuentra la Plaza de la Independencia o Maidan Nezalezhnosti que conmemora la emancipación de Ucrania de la Unión Soviética en 1991. Es el corazón de la ciudad y punto de encuentro para muchos habitantes de la ciudad.
Al oeste del país, otra de las ciudades que merece la pena visitar de Ucrania es Lviv o Leópolis. Su ambiente desprende un aire muy bohemio gracias a la mezcla de culturas que en ella habitan.
Entre sus monumentos destaca la Ópera de Lviv, la más importante del país. Fue construida en 1897 y desde su creación por su escenario ha pasado algunos compositores, bailarines y cantantes bastantes destacados como Tadeusz Boy-Żeleński, el enfant terrible de la escena literaria polaca durante la primera mitad del siglo XX.
En el centro de la ciudad se encuentra la Plaza del Mercado, planificada en el siglo XIV en forma rectangular y Patrimonio de la Humanidad desde 1998. De ella llama la atención los estilos arquitectónicos de los edificios de su alrededor. Así merece especial atención una casa construida en piedra negra que acoge parte del Museo de Historia así como los edificios renacentistas que se alinean con el Ayuntamiento.
Al este de la República Autónoma de Crimea, al sur del país, se encuentra Staryi Krym un antiguo pueblo fundado en el siglo XIII por los mongoles que lo convirtieron en la capital del Emirato. Sin embargo, a pesar de esta importancia, en Staryi Krym sólo se pueden contemplar las ruinas de la Mezquita construida en 1314 por Uzbeg Khan y la Madraza, construidas en 1332. El resto de los monumentos históricos se han deteriorados por el tiempo y por los conflictos con el pueblo turco, terminaron siendo destruidos por el comunismo ruso.
Lo cierto es que en Ucrania aún persisten ejemplos de la arquitectura soviética. En la mayoría de las ciudades todavía es habitual ver estatuas del dirigente comunista Lenin en plazas o lugares de reunión.
Texto: Viajar El Periódico