Este verano os proponemos que os atrincheréis en la provincia de Huesca para disfrutar de toda su magia. Podéis hacerlo, literalmente, en los vestigios de la Guerra Civil que quedan en algunas zonas o quizás volviendo a los oficios más tradicionales.
Quizás prefiráis ascender a las cumbres pirenaicas o atravesar su roca descubriendo el paraíso interior que esconde. Siempre nos quedará, en esta zona, el placer de contemplar volar a un buitre en toda su majestuosidad o probar a enriscaros iniciándoos en las vías ferratas.
Atrincherados en Huesca
En la carretera que une dos municipios de la comarca de Los Monegros, Leciñena y Alcubierre, encontraréis dos lugares con vestigios de la Guerra Civil que se han acondicionado para su visita. El acceso se puede hacer en coche. Está señalizado. Son la ruta Orwell y la ruta Tres Huegas. En la primera, hay un recorrido por las trincheras y en la segunda, una zona que sirvió como vivac o refugio de las tropas insurgentes. La excursión por ambas requiere una explicación que, de cara los pequeños de la familia, se puede hacer enfocada al conflicto bélico pero reservando también un tiempo para el juego, pensando en los pequeños excursionistas.
Es una visita perfecta para media jornada que se pueden transformar en un escenario lleno de aventuras, escondites y pillajes. Podéis caminar agachados, disfrutar del efecto sorpresa, camuflados entre sacos de arena y parapetos. A partir de ahí, imaginación al poder: tomad rehenes, caed en trampas, evitad cepos… Os avisamos de que hay escondites secretos. Si los descubrís, no os chivéis…
Más info: www.turismolosmonegros.es
Retornar a la vida tradicional
En el corazón del Somontano, en Buera –donde además podéis encontrar un pan muy rico-, podéis sumergiros en la cultura y vida más tradicional y aprender sobre un oficio y un producto muy típico de esta zona, el aceite. Su cultivo ha sido la base fundamental de la economía doméstica en muchos pueblos situados a los pies de la Sierra de Guara. Podéis visitar una antigua almazara de los siglos XVII y XVIII. Allí encontraréis todos los elementos necesarios y utilizados en el pasado para extraer el aceite: desde la muela, pasando por la vieja prensa de libra y llegando a la prensa hidráulica que la sustituyó en el siglo XX. Todos se pueden ver en funcionamiento. También descubriréis las particularidades de los olivares del Somontano, con sus más de 20 variedades, algunas de ellas autóctonas.
Desde aquí, podéis realizar la Ruta del Agua y visitar la fuente, el abrevadero, los lavaderos, la balsa y los huertos de Buera. A 2 kilómetros de la localidad, también podéis visitar el Bosque de los Olivos y el Santuario de Dulcis.
Más actividades en Sierra de Guara: www.guara.org
A la montaña en tren o en sarrio
Si os gusta la naturaleza, el Valle de Tena, en la comarca del Alto Gállego, es un auténtico paraíso. Echar a andar directamente en alguno de sus rincones ya es una experiencia, pero os proponemos algo diferente. Podéis acercaros a la plaza de Panticosa, donde está la iglesia, y coger allí el tren de alta montaña El Sarrio, que como si de una gamuza alpina se tratara o llevará a uno de los espacios naturales más bonitos de los Pirineos: el Valle de la Ripera. El trayecto dura 50 minutos. Podéis adquirir la ida y la vuelta o solo la ida y volver caminando. A vuestra llegada, el personal del tren os facilitará un mapa con los cinco senderos señalizados –los hay para todos los niveles- y os facilitarán toda la información que necesitéis. Desde allí, podéis realizar distintas rutas de senderismo o, simplemente, disfrutar del paisaje y relajaros.
Más info: www.trendepanticosa.com
Más actividades: www.valledetena.com
Espeleología en familia
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido alberga una gran belleza reconocida por todos. Si no lo habéis visitado nunca, no os lo podéis perder. En este caso, preferimos recomendaros una actividad diferente.
¿Os habéis planteado qué es lo que se esconde debajo de la tierra y dentro de la roca de este hermoso lugar que ahora celebra su centenario? Podéis llevar a cabo una travesía por una de sus cuevas y simas de origen kárstico, excavada por corrientes de agua y llenas de formaciones caprichosas como estalactitas, estalagmitas, columnas, banderolas… Esta actividad es perfecta para combinarla con otro deporte de aventura, el barranquismo –podéis escoger un barranco sencillo y apto para todos, para iniciaros, ¡os aseguramos que engancha!- y completar así una jornada activa y muy divertida.
Si sois muy acuáticos, también podéis probar el kayak y si os va el subidón de adrenalina, el rafting.
Más info: www.nomadasdelpirineo.com
Y si os quedáis con ganas de más, podéis disfrutar de la belleza de este Parque Nacional, el más antiguo de España, a vuestro aire o bien sumaros a la propuesta de disfrutar de este entorno y sus posibilidades durante seis días en el marco de unas vacaciones en familia organizadas, que incluyen actividades de educación ambiental, alojamiento en la naturaleza en habitaciones familiares, excursiones adaptadas a todos los niveles y divertidos talleres de supervivencia en familia, orientación y geocaching.
Más info: www.planeta40.com
De altos vuelos
El Refugio de Riglos puede ser un buen punto de partida para realizar actividades en familia. Desde disfrutar de un campamento familiar hasta llevar a cabo por vuestra cuenta diversas actividades, algunas más tranquilas y otras… ¡Digamos que más elevadas! No podéis perderos el sendero Camino del Cielo, de tres horas de duración, con 400 metros de desnivel aproximadamente y unas vistas increíbles.
Si os van las alturas, podéis probar una vía ferrata, una mezcla de senderismo e iniciación a la escalada. En esta zona de altos vuelos, otra opción más tranquila y también muy interesante es visitar el Centro de Interpretación de los Buitres «Arcaz”.
Muy cerca de Riglos, a poco más de 20 kilómetros, se encuentra el mítico y cinematrográfico castillo de Loarre. Visitar una fortaleza siempre es una apuesta segura, sobre todo para los más pequeños, que también pueden disfrutar allí del geocaching.