Se acabó el buen tiempo. Los niños ya se han acostumbrado a la rutina del colegio pero aún la añoranza del verano y las vacaciones están ahí. Y seguro que en más de una ocasión se acuerdan de esos momentos “a remojo” en la piscina o la playa. Algo que, a pesar del cambio de tiempo, se puede volver a repetir. No es necesario guardar el bañador hasta la temporada que viene y todas aquellas familias que no se resignan a estar meses sin probar el agua, tienen la opción de pasar unos días en alguna de las casas rurales con piscina cubierta que hay por todo el país, tal como propone Clubrural.
Casa Canellas, en Sagas (Barcelona)
Jardín, columpios, piscina cubierta… ¿qué más se puede pedir? Tanto los niños como los adultos podrán disfrutar aquí de un baño a cualquier hora del día en la piscina climatizada que mantiene el agua a una temperatura agradable. Un atractivo que se suma a la situación de esta casa rural, en Sagàs, un municipio histórico donde se pueden encontrar restos de antiguas civilizaciones, perfecto para un viaje cultural del que pueden aprender mucho los más pequeños.
La Bárcena, en Potes (Cantabria)
¿Una piscina cubierta a 30 grados los 365 días del año? ¿Dónde? ¡En Cantabria! Adaptadas para todo tipo de viajeros y enclavadas en pleno Parque Nacional de Los Picos de Europa, estas casas rurales te ayudarán a hacer más llevadero el frío de los meses que se avecinan.
La tranquilidad con la que se colma cada uno de los alojamientos dejará, por un lado, descansar a los adultos y, por otro, que los niños puedan entretenerse en el parque infantil o con el futbolín.
Casa Sanz, en Asque (Huesca)
Si seguís optando por un viaje de interior, alejado de la costa y en una zona tranquila, Asque es el pueblo que vais buscando. Aquí, el entorno permite practicar multitud de actividades de naturaleza: avistamiento de aves, seguimiento de huellas, turismo arqueológico… que permitirán a los más pequeños descubrir un entorno diferente.
Además, la casa está totalmente equipada para la estancia en cualquier época del año. Por eso, especial mención merece la piscina climatizada, desde la que disfrutar de un buen baño mientras se contempla el entorno a través de las cristaleras.
Finca Liarte, en Fuente Álamo (Murcia)
A las afueras del pueblo y en un entorno aislado se encuentran estas casitas, de diferentes capacidades y equipadas con todo lo necesario para una agradable estancia. Aunque están pensadas para todo tipo de viajeros, las familias pueden encontrar aquí el perfecto lugar para hospedarse con niños. Y es que entre sus instalaciones se encuentra una gran pérgola de juegos con mesa de pin-pon, futoblín y petanca, además de un amplio campo de fútbol y, por supuesto, una piscina cubierta.
Apartamentos Cruceiro de Hio, en Cangas de Morrazo (Pontevedra)
Su cercanía al mar impregna el aire de un aroma salado y una tranquilidad que muchas familias buscan en sus escapadas. Pero esta cercanía al mar puede resultar incómoda si visitas la zona en invierno, cuando se complica lo de disfrutar de un buen baño. Para ello está la piscina climatizada, abierta durante las épocas de más frío.
Además, para que los niños estén entretenidos, el alojamiento dispone de una zona infantil para jugar. Y todo ello en uno de los pueblos más interesantes de la costa pontevedresa.
Aparthotel Ca l´Auren, en Prullans (Lleida)
¿Aburrimiento? ¿Eso qué es? Aquí están totalmente preparados para que no tengáis ni un segundo libre, sobre todo para las familias que viajáis con niños. Proponen visitas a su granja de animales, donde los pequeños podrán tener contacto directo con ellos, además de excursiones guiadas por la zona. También cuentan con el Club El Follet Cerdà, el lugar ideal para que los más pequeños compartan juegos con otros niños y se entretengan con total seguridad. Y para los bañistas, la piscina climatizada será la opción perfecta, combinando agua y vistas, pues la piscina se encuentra en un punto estratégico desde el cual contemplar la inmensidad de las montañas.
Casa Rural Atlántida, en Tordomar (Burgos)
Una casa muy original que sorprenderá a padres e hijos. Cada habitación ha sido decorada con motivos de los diferentes continentes. Asia, África, Europa, América y Oceanía están presentes en esta casa de Tordomar, a través de los diferentes adornos con los que os sorprenderán. Además, el alojamiento dispone de una piscina en el interior de la casa perfecta para disfrutarla en fechas invernales. Y el jardín, de grandes dimensiones, permitirá que los niños jueguen con la seguridad de que nada les pueda pasar.