Celtas, romanos, suevos y visigodos han ocupado Braga a lo largo de su historia y es que los primeros vestigios de esta ciudad datan del 14 a.C. Conocida por los romanos como Bracara de ahí deriva su nombre. Durante años fue uno de los centros religiosos mundiales rivalizando en el medievo con las archidiócesis de Toledo y Tarragona como centro de poder peninsular. De aquí que sea conocida como la Roma portuguesa ya que aún hoy es un importante es punto religioso en Portugal.
Símbolo de la importancia religiosa de la ciudad es la Catedral de Braga cuya historia se remonta al primer obispo de la ciudad Don Pedro de Braga que construyó una iglesia episcopal en el 1070. A este templo se le fue añadiendo capillas en años sucesivos aunque fue casi totalmente destruido por un terremoto en 1135 cuando se levantó sobre los restos la catedral que hoy se ve. El Templo principal de la Catedral es de estilo románico con una fachada clásica y tres naves. Además de este templo la Catedral consta de las capillas de San Geraldo, de los Reyes, de Nuestra Señora de la Gloria y de Nuestra Señora de la Piedad así como la Iglesia de la Misericordia de Braga, el Claustro y el Carillón, uno de los mayores de Portugal con 23 campanas.
Otros templos de Braga de imprescindible visita son la Iglesia de Bom Jesus do Monte, uno de los primeros edificio neoclásicos de Portugal; el Santuario do Sameiro en el que destaca el altar mayor de granito blanco pulido; y la Iglesia de Santa María Magdalena, de estilo barroco y precedida por una gran escalinata.
En cuanto a la arquitectura secular destaca el Palacio de Biscainhos, del siglo XVI y modificado durante los dos siglos posteriores. Este Palacio acoge el Museo Etnográfico y Artístico de Braga y cuenta con maravillosos jardines ornamentados y amplios y lujosos salones. Otro palacio a visitar el Palacio do Raio o Casa do Mexicano en Braga de estilo barroco joanino y construido entre 1754 y 1755.
Por otra parte Braga aún conserva algunas ruinas arqueológicas de gran importancia como la Fuente do Ídolo que data de la época romana, concretamente del I dC. Esta fuente contiene inscripciones y figuras talladas sobre el granito y se cree que fue parte de un templo romano.
De la época romana también se puede visitar las Termas cuya área excavada ocupa 850 metros cuadrados y está compuesta por cuatro salas del I dC y un circuito interno de agua del siglo III dC.
El Balneario pre-romano de Bracara se cree que es de origen celta y aún se encuentra semienterrado aunque se puede divisar su interior, dividido en tres zonas: sauna, horno y sala de transición. También se puede observar que entre la sala de transición y la sauna hay una gran losa con una abertura semicircular que permitía la entrada y salida de la sauna. La apertura y cierra de esta losa permitía retener o no el calor en la sauna.
Texto: Viajar El Periódico