Rebosante de riquezas, a veces incalculables, el Valle del Loira fascina por sus pueblos y ciudades, por el río Loira y por un entorno declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un destino ideal para familias, entre otros motivos porque seguro que nuestros hijos se quedarán encantados por una de sus principales atracciones, los impresionantes Castillos del Loira.
Los famosos Castillos del Loira, en el noroeste de Francia, se construyeron principalmente en el Renacimiento Francés o fueron reconstruidos en esa época, cuando el centro del poder real se concentraba en las inmediaciones del río Loira. Muchos de esos castillos tienen sus orígenes en la Edad Media, y es fácil reconocer elementos arquitectónicos que proceden de esa época.
Más allá de los datos históricos o arquitectónicos, la impresión que recibiremos al contemplar los castillos es la de encontrarnos sumergidos en un cuento de hadas. No les falta ninguno de los detalles que tenemos idealizados: capiteles, chimeneas afiladas, torrecillas, lucernas… Y todo rodeado de paisajes bucólicos, con amplios jardines y el fascinante río Loira, el último salvaje de Europa, fundamental para configurar un entorno natural incomparable.
Porque el Valle del Loira es un lugar que fascina. Una región que puede ser descubierta en bicicleta, gracias a los más de 600 kilómetros de carril bici que la recorren y que permiten vivir una experiencia única. Descubrir el Valle del Loira es una lección de historia de Francia viva.
Los castillos
Pero no distraigamos a nuestros hijos de lo que realmente les resultará fascinante, aunque nosotros acabaremos fascinados igualmente. Los Castillos del Loira se alzarán ante nosotros de muy distintas formas. Hay castillos convencionales, como los del Angers o Loches, palacios renacentistas, como los de Blois o Amboise y palacios clásicos, como los de Azay-le-Rideau o Chaumont-sur-Loire.
No solo la arquitectura nos resultará impresionante. Muchos otros aspectos de estos castillos y palacios llamarán nuestra atención. Hablamos de las colecciones de tapices, los mobiliarios o los jardines.
La visita a los Castillos del Loira puede hacerse en cualquier época del año, así que no tendremos ningún problema para planear nuestro viaje cuando más nos convenga. Nos gustará comprobar, cuando lleguemos, que todo está preparado para recibirnos, tanto a nosotros como a nuestros hijos. Para ellos, más de cincuenta lugares han puesto a su disposición circuitos lúdicos y pedagógicos. Nosotros, en cambio, tendremos el placer de recorrer no solo las maravillas de los castillos, sino también las ciudades de alrededor, que albergan un rico patrimonio artístico e histórico. Es el caso de Blois, Tours, Chinon y Angers. En estos lugares todavía palpitan la herencia de personajes como Descartes, Leonardo da Vinci, Balzac y Rabelais.
Castillo de Chenonceau
Resulta complicado decidirse a destacar algunos castillos sobre otros, muchas veces nuestra intuición nos adentrará en los misterios de esta u otra fortaleza. A nosotros nos llamó la atención el Castillo de Chenonceau, que se levanta sobre el río Cher. No solo a nosotros, porque es el castillo francés más visitado después de Versalles. En su interior, podremos admirar una colección de pinturas de grandes maestros, en lo que resulta una pinacoteca que no tiene nada que envidiar a los mejores museos. Contiene también un destacable conjunto de tapices de Flandes. Resulta curioso que estas valiosas antigüedades puedan reconocerse a través de las tecnologías más avanzadas. Viene a cuento esta afirmación porque este es el único castillo que propone una visita audioguiada con iPod, disponible en 11 idiomas.
En el exterior, los grandes terrenos del Chenonceau nos ofrecerán la posibilidad de descubrir sus magníficos jardines:. El de Diana de Poitiers y el de Catalina de Médicis, ambos adornados con muchos arbustos, rosales trepadores y arbustos de rosas. También podemos visitar las extensas hectáreas pobladas de árboles, que nos proporcionarán el entorno ideal para el paseo y descanso.
Castillo Chambord
En plena naturaleza se encuentra el Castillo Chambord, que es el más vasto y prestigioso de los castillos del Renacimiento francés. Lo primero que llama la atención es el extensísimo bosque donde está enclavado. Se hizo así para que el rey Francisco I pudiera salir de cacería con su corte.
El enorme edificio cuenta con 440 habitaciones, 365 chimeneas, 365 ventanas y 63 escaleras, una de las cuales es muy famosa porque la diseñó Leonardo da Vinci.
Como ocurre en la mayoría de los castillos, este también alberga obras de arte, algunas de las cuales pueden encontrarse en las pareces del castillo y que resultan de gran valor artístico. Aunque las expresiones artísticas no se limitaban en su momento a las pinturas: la música y el teatro encontraban aquí acogida también. De hecho, Moliere presentó por primera vez en Chambord sus trabajos más importantes.
Las posibilidades para visitar el castillo son variadas: libres, guiadas, lúdicas o educativas. Tendremos la suerte de que nos guíe Casandra, la salamandra o el hermano Tomás, reviviendo las majestuosas épocas de Francisco I y de Luis XIV. Nos propondrán enigmas y misterios, y hasta nosotros, los padres, jugaremos como niños con las actividades.
Castillo de Cheverny
No debemos perdernos tampoco el espectacular Castillo de Cheverny, que está reconocido como el más suntuosamente amueblado. Llama la atención por la riqueza de su decoración y sus muchos espléndidos muebles.
Igualmente atractivos son los cuadros de Maestros, tapices de los Talleres de París, tapices de Flandes del siglo XVII, y como ya dijimos, unos muebles de valor incalculable: una cómoda única Luis XIV, el lecho mortuorio de la cámara de Rey y mil reliquias más.
El castillo está posado sobre una gran extensión de césped, que se cuida con un gran mimo, a juzgar por su aspecto intachable. Es un jardín reciente, creado en 2006, y que se extiende entre el castillo y el naranjal. Su diseño es contemporáneo y se ha buscado que esté lleno de color, con multitud de flores que atrapan la vista.
La belleza de su parque y su canal seguro que también nos seducirán. Nos va a encantar el soberbio parque de Cheverny, que podremos recorrer en barca y vehículos eléctricos.
Castillo Real de Blois
Le toca el turno ahora al Castillo Real de Blois, que nos presenta un amplio panorama e historia, y por eso muchas veces se elige como primer monumento en las visitas, porque da la oportunidad de ofrecernos una visión del conjunto.
Hablando de conjunto, para ser precisos, el Castillo de Blois se compone en realidad de varios edificios que fueron construidos entre el siglo XIII y XVII alrededor de un patio central. Como resultado, podremos ver que el castillo presenta distintos estilos arquitectónicos. La parte más conocida es la escalera en espiral, que se encuentra en la parte de Francisco I.
Un pequeño inciso: si nuestra idea es visitar varios castillos el mismo día, mejor es agrupar este junto con el de Cheverny, porque se encuentran relativamente cerca y hay una línea de autobuses que recorre ambos emplazamientos.
La visita se ameniza con distintos contenidos atractivos. Por ejemplo, un festival de efectos especiales de sonido y de proyecciones gigantes, que se enfocan sobre el castillo. Tiene lugar durante las noches en algunos meses del año, y nos mostrará episodios importantes relacionados con la historia del castillo, con narraciones algo más noveladas donde se desgranan episodios amorosos, dramas y misterios.
No es esta la única posibilidad para visitar el castillo. Podremos hacer visita libre o guiada, y en cualquier caso podremos apreciar su belleza y tesoros. Contemplaremos su arquitectura y elementos sorprendentes, como buhardillas, rincones insólitos… Y además, nos plantearán juegos de rol donde nos propondrán recorridos sembrados de enigmas.
El Castillo de Villandry
El Castillo de Villandry se terminó de construir en el año 1536, lo que significa que es el último gran castillo construido en el Valle del Loira durante el Renacimiento. Aquí la particularidad es que los jardines de Villandry son casi más conocidos y visitados que el propio castillo. Jean Le Breton, constructor del castillo, se ocupó también de los jardines, a los que aplicó todos los principios del arte renacentista. Lógicamente, han sufrido bastantes cambios con el tiempo, pero siguen manteniendo la esencia con la que fueron concebidos: belleza, orden y armonía. Y es que en realidad, el jardín original fue destruido para poner otro de origen inglés en su lugar, mucho más fácil de mantener. Por suerte, se reconstruyó después con la mayor fidelidad posible, recurriendo a fuentes documentales para reproducir al máximo los elementos del original.
Actividades para otoño
Aunque disfrutaremos mucho con la visita a los castillos, no podemos dejar de pasar la oportunidad de conocer mejor el Valle del Loira, un enclave de enorme interés. Una de las mejores formas de impregnarnos de su esencia es a través de las jornadas, ferias y actividades que se organizan para este otoño.
Feria de las Manzanas, en Cléry-Saint-André (16 de octubre):
Una feria original, en la que el visitante podrá degustar las manzanas en todas sus variedades y formas: cruda o muy hecha, en tartas, en buñuelos, con morcilla… Más información: www.clery-saint-andre.com/fetes.html.
Jornadas Gastronómicas de Sologne, en Romorantin-Lanthenay (29 de octubre al 30 de octubre):
Salón culinario en torno a los productos locales. Productores, artesanos, profesionales y amantes del buen comer se reúnen en este evento gastronómico regional para satisfacer a los paladares más exigentes. Más información: www.romorantin.fr/jgs/.
Festival Europeo de Música Renacentista, en Clos Lucé (23 de octubre al 25 octubre):
En el castillo de Clos Lucé, última residencia de Leonardo Da Vinci, y durante tres días, músicos internacionales se reúnen para rendir homenaje a la música renacentista y al músico e intérprete Leonardo da Vinci. Este año tendrá lugar la sexta edición de este festival. Más información: www.vinci-closluce.com.
Feria Eurogusto, en Tours (18 de noviembre al 20 de noviembre):
El encuentro de ámbito europeo que la Asociación gastronómica Slow Food organiza bienalmente tiene lugar, en esta edición, del 18 al 20 de noviembre en la ciudad de Tours. Bajo la temática del Gusto, la Biodiversidad y las Culturas Alimentarias, representantes del movimiento de toda Europa se reunirán en la capital de Touraine para celebrar y disfrutar de las bondades de la slow food, frente a la fast food.
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Me gustaria información sobre la ruta de los castillos del Loira, para realitzarla en bicicleta con niños. Durante aproximadamente una setmana en el mes de agosto. Precios y posibilidades. muchas gracias