Un restaurante donde el producto local y la cocina bien hecha se combinan con un ambiente tranquilo, ideal para una pausa en un viaje familiar de verano.
En pleno centro histórico de Logroño, a pocos metros de la Concatedral de Santa María de la Redonda y rodeado de calles peatonales, La Despensa del Marqués se presenta como un restaurante pensado para quienes valoran la calidad del producto y la sencillez en la cocina.

En verano, cuando el calor y el movimiento turístico se mezclan con las fiestas locales, encontrar un sitio donde comer en familia sin estrés no siempre es fácil. Aquí lo conseguimos.
El local es luminoso, con paredes de piedra vista y detalles discretos que aportan calidez sin saturar. El mobiliario es cómodo y la distribución permite que las mesas tengan cierta separación, algo que se agradece cuando se viaja con niños y se busca comer sin sensación de agobio. La primera impresión es que todo está en su sitio, sin exceso de decoración ni música que compita con la conversación.

La carta es buena y clara, lo que facilita la elección. Se apoya en productos de temporada, muchos de ellos de origen local, y en elaboraciones que no ocultan el sabor del ingrediente principal. En nuestra visita, los entrantes ofrecían desde verduras frescas de la huerta riojana hasta embutidos seleccionados y mariscos de buena calidad. Las croquetas, con una bechamel suave y un relleno bien definido, fueron el punto de inicio perfecto para todos, incluidos los niños.
Probamos también una ensalada de tomate con ventresca, donde la calidad del tomate hablaba por sí sola, y unas alcachofas salteadas con jamón, tiernas y sabrosas. Como platos principales, el codillo, el cordero o el costillar, fueron unos compleyos aciertos. Así como el salmón, que estaba exquisito.

El menú del día, disponible la mayor parte del año, es una opción muy recomendable. Incluye entrante, principal, postre y bebida a un precio razonable, y su contenido varía según la temporada. Para quienes prefieran elegir a la carta, hay suficientes opciones para construir una comida equilibrada y completa, sin caer en exceso de platos repetitivos.
La bodega está bien pensada. La selección de vinos riojanos permite acompañar la comida con referencias que representan bien la zona. El personal sabe orientar en la elección, sin presionar y con explicaciones sencillas, lo que facilita que incluso quienes no conocen mucho de vinos puedan acertar.

El servicio es uno de los aspectos que más se valoran cuando se viaja con familia: aquí se mantiene un ritmo natural, con atención inmediata cuando se necesita y sin interrupciones innecesarias. Esa discreción, combinada con rapidez, marca la diferencia y permite disfrutar de la comida sin convertirla en una carrera ni en una espera interminable.
Una cosa muy a destacar es que son muy cuidadosos con las alergias e intolerancias alimenticias. En concreto, con el gluten son súper rigurosos. Si algún miembro de nuestra familia es celiaco, La Despensa del Marqués es un sitio inmejorable para comer en Logroño.
En conjunto, La Despensa del Marqués es un lugar que cumple lo que promete: buena cocina basada en producto de calidad, trato amable y un ambiente que permite comer con calma en pleno centro de Logroño. Para familias que viajan en verano y quieren integrar la comida como parte agradable del día, sin prisas ni artificios, este restaurante es una apuesta segura.
Telf: 941483073
Mail: reservas@ladespensadelmarques.es
Pl. del Mercado, 7, 26001 Logroño, La Rioja





 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				