En el corazón de Extremadura, entre dehesas y pueblos con historia, la Torta del Casar se ha convertido en el epicentro de un turismo gastronómico en auge. Este queso de sabor intenso y textura cremosa no solo conquista paladares, sino que también da forma a una red de actividades, visitas y rutas que muestran el vínculo profundo entre el producto y su territorio.

Elaborado exclusivamente en una zona delimitada de la provincia de Cáceres, La Torta del Casar es un queso con Denominación de Origen Protegida (DOP). Su singularidad radica en el uso de leche cruda de oveja entrefina y la coagulación vegetal mediante cuajo extraído de la flor del cardo silvestre. Esto le confiere una textura untable y un sabor potente, ligeramente amargo, que lo hace inconfundible.
Pero la Torta del Casar es mucho más que un alimento: es un símbolo cultural que resume el saber hacer pastoril de generaciones. Su historia está ligada a un proceso artesanal que se ha conservado con mimo, y su prestigio ha crecido hasta convertirla en una referencia internacional del queso español.
Turismo que nace del origen

El turismo gastronómico que gira en torno a la Torta del Casar es un ejemplo de cómo un producto local puede dinamizar una región entera.
A lo largo de la Ruta de la Torta del Casar, el visitante puede recorrer queserías tradicionales, centros de interpretación, tiendas especializadas y paisajes rurales que explican el vínculo entre el queso y su tierra.
Cada parada en la ruta ofrece una inmersión sensorial: ver cómo se elabora la torta, sentir los olores de la maduración o probarla directamente en las queserías.
Son experiencias auténticas que conectan al viajero con el territorio desde el gusto y el conocimiento.
Queserías abiertas y experiencias vivas
Un pilar clave del turismo quesero en la zona son las queserías que abren sus puertas al visitante. Actualmente, las queserías que ofrecen visitas son Quesos del Casar y Doña Francisca, en Casar de Cáceres, y Pastovelia, en Almoharín. Esta última cuenta con un centro de interpretación de la Torta del Casar especialmente bien preparado.
Estas visitas no solo educan, sino que también generan un vínculo emocional con el producto.
Al probar una Torta del Casar recién abierta, con su característica corteza fina y su interior fundente, el turista se lleva una experiencia que va más allá del sabor: se lleva una historia.
Paisaje, dehesa y autenticidad

El entorno natural es parte esencial de esta experiencia. Las dehesas extremeñas, con sus encinas y alcornoques, conforman un paisaje cultural de alto valor ecológico.
Este tipo de turismo, que combina gastronomía, medio ambiente y tradición, atrae a un público que busca autenticidad y sostenibilidad. La Torta del Casar actúa como hilo conductor que une paisaje, cultura y producto.
Del campo a la mesa: la ruta en los restaurantes

El viaje no estaría completo sin sentarse a la mesa. Los restaurantes de la zona han hecho de la Torta del Casar un ingrediente estrella. Desde recetas tradicionales como la torta al horno con pan de pueblo, hasta propuestas más innovadoras como croquetas, cremas o maridajes con miel y frutos secos, el queso se reinterpreta con creatividad y respeto.
Muchos establecimientos colaboran con la Ruta de la Torta del Casar ofreciendo menús temáticos, platos especiales o actividades como showcookings y catas guiadas. Esta integración fortalece el vínculo entre la restauración local y la identidad quesera del territorio.
Una red que impulsa el territorio

La Ruta de la Torta del Casar es también un proyecto de colaboración entre queserías, hosteleros, instituciones y promotores turísticos. Su objetivo no es solo promocionar un producto, sino tejer una red que dinamice la economía rural, fije población y revalorice los saberes tradicionales.
Este modelo de turismo basado en el producto local se presenta como una vía de desarrollo sostenible. Aporta valor a toda la cadena: desde el ganadero que cuida a sus ovejas, hasta el chef que presenta la torta como un bocado gourmet. Y lo hace sin perder la esencia del origen.
Un destino con sabor propio
En un mundo saturado de ofertas turísticas prefabricadas, la Torta del Casar ofrece una experiencia auténtica, conectada con el territorio y con las personas que lo habitan. Viajar siguiendo el rastro de este queso es descubrir una Extremadura profunda, generosa y sabrosa.
El sabor de un territorio
en sabordeunterritorio.tortadelcasar.eu encontramos varios recorridos que integran la experiencia gastronómica con alojamientos singulares, muchos de ellos ideales para familias, como la red de Hospederías. Además, el visitante puede disfrutar de actividades complementarias organizadas por colaboradores locales: visitas guiadas por Cáceres, navegación por el pantano de Gabriel y Galán, o astroturismo en la Sierra de Gata, entre otras.