La Costa del Sol es, desde hace tiempo, una marca reconocida y consolidada en el ámbito del turismo, aunque la faceta más conocida es la de sol y playa. Sin abandonar esta faceta, tan demandada y fundamental, el destino quiere dar también a conocer otros atractivos, fundamentalmente de interior, no tan conocidos pero no por ello de menor valor.
En este sentido, la convocatoria que se hizo a la prensa el pasado 31 de marzo giró en torno a las potencialidades de la provincia de Málaga en cuanto a sus paisajes de interior, que se suman a la ya reconocida oferta de playa que tantos éxitos ha deparado a la Costa del Sol.
El excelente clima de la zona, de cielos azules y muchas horas de sol, permite la práctica de multitud de actividades en la naturaleza. Rutas a caballo, en bici o a pie y visitar los pueblos blancos que le dan carácter a toda la zona junto con el gran patrimonio histórico son algunas de posibilidades que ofrece la Sierra de las Nieves, un paraje de enormes contrastes.
El Valle del Genal también permite paseos por senderos en los que encontraremos pequeños arroyos, formaciones rocosas, pastizales y arbustos de ribera. No menos impresionante es el Bosque de Cobre, que recibe este nombre porque el paisaje se colorea de marrón, amarillo, ocre y naranja y parecerá que estamos en un lugar de fantasía y lleno de vida.
Y para los amantes de las alturas, nada mejor que visitar El Saltillo, uno de los puentes colgantes más largos de España, o el Caminito del Rey, cuya pasarela se alza sobre el Desfiladero de los Gaitanes.