En la Sierra de Tejeda, sobre el río Alhama, encontramos esta localidad famosa por las aguas termales curativas que ya conocían los romanos. En sus calles palpita la historia, y su maravilloso entorno natural se despliega ante nuestros ojos.
Hace tiempo que sabemos que los lugares pequeños y escondidos son los que esconden los tesoros más sorprendentes. Alhama de Granada es uno de esos destinos que no están masificados y que nos permiten disfrutar de unas vacaciones tranquilas en las que no nos vamos a aburrir ni un momento. Vamos a demostrártelo.
Artesanías y oficios tradicionales
Empezamos por el Centro de Artesanía, situado en las antiguas caballerizas del Hospital de la Reina. Allí podremos ver objetos fabricados a mano por alhameños en materiales como la hojalata, la madera, la piedra, el esparto e incluso calabazas. Una ocasión perfecta para enseñar a los niños cómo se fabricaban antes muchos objetos de uso cotidiano.
El siguiente lugar es la Fábrica de Harinas La Purísima, un molino del siglo XIX que todavía conserva intacta su maquinaria original y que, además, se encuentra en un paraje natural lleno de belleza, al lado del río Marchán. En su interior hallaremos salas de interpretación que nos ayudarán a entender cómo funcionaba esta industria en otros tiempos y en qué consistía el oficio de molinero.
El Hospital de la Reina, situado en el centro histórico, muestra un estilo renacentista inconfundible y un patio típico del siglo XV. Actualmente alberga el Museo Brazam de arte contemporáneo.
Por último, podemos visitar el Centro de Interpretación de Alhama de Granada donde, sala a sala, conocemos la historia del municipio a través de paneles interactivos que hacen que la visita sea muy entretenida para nuestros hijos pero también para los mayores.
Rutas en la naturaleza
Comenzamos con la Ruta de Alhama en Familia, una visita guiada por el casco histórico de Alhama enfocada hacia los niños. Cada uno recibe un mapa de la ciudad con puntos señalados en los que encontrarán las respuestas a los acertijos que les van a proponer al comienzo de la visita. Es muy divertido y, además, podremos aprender mucho sobre la historia de Alhama hasta que, por fin, encontremos el tesoro y nos hagamos con el botín.
En octubre Alhama dedica un fin de semana a sus Jornadas Ecoturísticas en las que se realizan actividades dedicadas a fomentar la naturaleza, la cultura y la gastronomía. Son unos días muy entretenidos y perfectos para sumergirnos en la vida del municipio.
También hay rutas en la naturaleza, como el Camino Medieval de los Ángeles, que tiene una longitud de unos 5 kilómetros. Sale desde la iglesia del Carmen y sigue el río hasta llegar a la Ermita de la Virgen de los Ángeles. Según la leyenda, esta ermita se construyó para recordar que, en ese lugar, un caballero de Málaga estuvo a punto de morir al caer por los tajos de Alhama de Granada, pero fue rescatado por la virgen.
¿Qué tal visitar una quesería? En Alhama hay dos queserías para visitar. Una de ellas es la del Aserradero, en la que veremos cómo se hace el queso e incluso podremos visitar la finca y ver las cabras de las que se obtiene la leche. Al final de la visita habrá cata de quesos y vinos. En la quesería de Júrtiga también podremos hacer una visita guiada y ver paso a paso cómo se hacen sus quesos artesanales de leche de cabra.
Una visita muy especial es la que podemos hacer al Quejigo de Júrtiga, un árbol que tiene más de 800 años y se cuenta entre los más viejos de España. El tamaño de su copa es espectacular y verlo en el impresionante entorno natural que lo rodea bien merece la ruta hasta allí. Está a unos 8 kilómetros de Alhama.
Otra recomendación a 10 kilómetros del municipio es el Robledal en Sierra Tejeda, un bosque de robles enormes en el que encontraremos merenderos para comer y una extensa zona natural por la que pasear y jugar. Hay fuentes y aseos, por lo que es perfectamente apta para ir con niños.
Otra zona recomendada es el área recreativa de la Pantaneta, en la que podemos hacer rutas de senderismo y, después, comer en el merendero o en los restaurantes que hay en los alrededores. Allí podemos dedicar un rato al avistamiento de aves en el humedal.
Desde allí podemos pasar al área recreativa de El Motor en la que hay una zona de juegos con columpios para que los niños jueguen mientras nosotros nos tomamos algo.
Por último, no podemos dejar de visitar el Balneario de Alhama y sus pozas de agua caliente, conocidas ya por los romanos. Se encuentra tan solo a 3 kilómetros de Alhama, situado en un paisaje natural precioso, y nos proporcionará unas horas de relax y descanso.
Fiestas populares
Hay dos fiestas destacables en Alhama de Granada. Una de ellas es la Candelaria, que tiene lugar el 2 de febrero. Las calles se llenan de columpios hechos con cuerdas, se preparan dulces típicos de la zona y se cantan canciones populares al ritmo del “meceor”.
La otra son los Carnavales y el Domingo Piñata. El lunes de Carnaval está dedicado a los niños y se organizan talleres para hacer máscaras y fabricar instrumentos musicales caseros.
Visitando iglesias
La Iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación es el símbolo de Alhama. Se empezó a construir a finales del siglo XV y tiene una estructura gótica a la que se fueron añadiendo elementos renacentistas.
Aunque hoy día no es posible visitarla por dentro, sí es posible subir hasta lo más alto de su campanario para disfrutar de las vistas. Eso sí, hay que estar dispuesto a subir sus 124 escalones.
La Iglesia del Carmen, con origen en el siglo XVI, mezcla estilos y, por eso, encontramos elementos clasicistas pero también barrocos. Antes de iglesia fue convento de Carmelitas Descalzas, cuyas capillas se aprovecharon después para enterrar a miembros de la aristocracia de Alhama.
En la cúpula se pueden ver pinturas al fresco y, sobre las portadas, se encuentran los escudos de las familias nobles del municipio. Detrás del altar mayor no nos podemos perder el camarín de la Virgen, además de la capilla barroca de Jesús Nazareno.
La visita se tiene que gestionar desde la Oficina de Turismo.
Y aún hay mucho más que ver en Alhama de Granada, como el puente romano o el castillo, así que lo mejor es que vayáis planificando vuestra próxima escapada y lo veáis con vuestros propios ojos.