Y de nuevo los burros son protagonistas del verano rural. La “burroterapia” es el nombre que le ha puesto el propietario a una de las actividades de su alojamiento rural: los Apartamentos rurales El Arca, en Sotos, Cuenca. Durante la estancia, los más pequeños tienen ocasión de ir a visitar a las burras, fotografiarse junto a ellas y aprender de un estilo de vida totalmente diferente.
El contacto directo con la naturaleza contribuye enormemente a despertar el interés de los más pequeños por el medio ambiente y los seres vivos, algo que en las grandes ciudades ciertamente escasea. Pero además, la iniciativa de esta casa ayuda a proteger a unas burras catalogadas como especie en peligro de extinción. Los beneficios de esta experiencia en los niños se notan al instante y, además, no tiene ningún coste ya que es una actividad incluida en la reserva.
Y como la idea no es estar todo el día en el alojamiento, os hacemos un par de sugerencias especialmente interesantes para realizar con niños. Por un lado, la Ruta de las Caras, en Buendía (a menos de 2 horas de los apartamentos) Esta ruta de senderismo os permitirá descubrir una serie de rostros esculpidos en las paredes de las rocas, en un recorrido serpenteado de pinares y cercano al Embalse de Buendía. Por otro, A unos 90 kilómetros de Cuenca capital se sitúan dos pueblos (Villar del Humo y Henarejos) con manifestaciones de arte rupestre muy bien conservadas. ¿Vais a quedaros sin conocer este legado artístico de nuestros “antepasados”?
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