Walt Disney dijo: “Crea un lugar donde los niños quieran ir y los adultos les seguirán”. En Trujillo tienen muy en cuenta este lema, con cada vez más ofertas turísticas orientadas a las familias. Su riqueza histórica, monumental, arquitectónica, paisajística, natural y ornitológica nos ofrece un escenario único para vivir aventuras memorables con nuestros hijos.
Trujillo pertenece a la Red de los Pueblos Más Bonitos de España, un hecho que pone de manifiesto su belleza y, a través de ella, su cultura, tradiciones y rico patrimonio.
Destino privilegiado
Trujillo nos ofrece a quienes lo visitamos un destino privilegiado, con una ubicación única, porque se encuentra en un eje entre las tres capitales importantes de la Península Ibérica, Madrid-Lisboa-Sevilla, y comunicado con ellas por autovía a escasas 2 horas y media. Además se encuentra en el Corazón de Extremadura, centro de un circuito de Patrimonios de la Humanidad (Guadalupe, Cáceres, Mérida) y Espacios Protegidos inigualables como El Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe, o el Geoparque de Las Villuercas Ibores Jara.
No es casualidad que Trujillo albergue una de las ZEPA (zonas de especial protección de aves de la Red Natura 2000) Urbanas de Cernícalo Primilla más importantes de Europa, y sin duda, la más importante de Extremadura, reclamo de los más exigentes amantes de la Ornitología.
Entorno natural
La naturaleza es aquí desbordante, como nos muestra su entorno privilegiado de Dehesa y Berrocal, en lo que es un gran reflejo de lo que en un día fue la comarca de Trujillo. Su arquitectura nos ofrece estampas de cómo vivía la población, con su organización agraria, su arquitectura y hasta su división social en clases bien diferenciadas, con palacios que estaban al cargo de inmensas fincas, situadas a la vera de los ríos Almonte, Magasca, Tozo etc. Ríos que albergaban una verdadera actividad agraria alrededor, con sus molinos de agua, de viento, lavaderos públicos, fábricas de teja, zahúrdas de cochinos, hornos de leña, chozos de pastores, etc.
El turismo ornitológico, también conocido como birding, cobra aquí una gran importancia, porque encuentra en Extremadura un un espacio natural único en el que desarrollar su actividad. La localización geoestratégica de Trujillo, así como el hecho de que la ciudad acoge especies únicas, la convierte en el corazón de esta actividad en la región.
Por todo ello la Oficina de Turismo de Trujillo ha puesto en marcha un plan de apoyo al turismo ornitológico de la ciudad. Así por ejemplo, se habilitará un espacio propio en la Oficina de Turismo (el “birding corner”) donde atender las necesidades de los turistas aficionados. También se creará una página web desde la que difundir y poner en valor las excelencias propias que Trujillo ofrece a los amantes del birding.
Huella histórica
Situada entre las vegas de los ríos Tajo y Guadiana, Trujillo alberga un importante conjunto de iglesias, castillos y casonas solariegas que se estructuran en torno a su Plaza Mayor.
Pero, además, esta ciudad cacereña ha dejado una importante huella en la historia, ya que en el siglo XVI fue cuna de ilustres personajes vinculados al Descubrimiento de América. Por esta razón, Trujillo queda enmarcada en plena Ruta de los Conquistadores, que recorre otras localidades extremeñas como Medellín, Villanueva de la Serena o Jerez de los Caballeros.
Efectivamente, la aportación de Trujillo a la Conquista del Nuevo Mundo fue muy importante e hizo que la ciudad alcanzase, desde la Baja Edad Media y durante la Edad Moderna, la época de mayor esplendor en todos los aspectos, hoy en día podemos disfrutar de una ciudad Medieval muy bien conservada.
Milenios de Historia
Al pasear por el casco antiguo de Trujillo se tiene una sensación mágica, cada esquina alberga un importante monumento y cada estrecha callejuela ofrece la posibilidad de perderse y retroceder en el tiempo.
Y no es de extrañar, porque la importancia monumental de Trujillo es el resultado de milenios de historia, donde Celtas, Romanos, Visigodos, Árabes y Cristianos han ido construyendo y enriqueciendo un legado histórico artístico difícilmente superable.
La Historia de Trujillo es, en definitiva, el resultado de muchas generaciones, de pueblos diversos, de sentimientos encontrados que a lo largo del tiempo han construido una realidad en un amplio territorio en el que esta ciudad se erigió como núcleo principal y centro rector.
Asentada sobre un gran batolito granítico conocido como «Cabeza de zorro», la Alcazaba árabe se erige en lo alto del cerro vigilando la magnífica ciudad que se rinde a sus pies. Multitud de Palacios Medievales de gran belleza y valor arquitectónico nos cuentan una Historia de Nobleza y Conquista tallada en piedra.
Cada rincón de Trujillo es una crónica de leyenda donde señores feudales, influyentes nobles, miembros de las más poderosas órdenes militares y majestuosos monarcas como los Reyes Católicos, dejaron su impronta convirtiendo este emplazamiento en un lugar extraordinario. Y extraordinaria, desde luego, es su Plaza Mayor.
La plaza es, sin duda alguna, el lugar más conocido de Trujillo con la famosa estatua ecuestre de Francisco Pizarro, el conquistador de El Perú. En sus orígenes, esta plaza era ocupada por artesanos y comerciantes y fue el epicentro del Gran Mercado Franco otorgado a finales del siglo XIV por Enrique IV. A partir de ese momento se convertiría en el centro neurálgico de la vida en la ciudad.
La estructuración definitiva de la plaza tuvo lugar durante el siglo XVI. Trujillo vive entonces su momento histórico culminante, definido por su expansión urbana, que la ha convertido en una de las ciudades más interesantes del panorama artístico mundial.
Muchas de las formas arquitectónicas que vemos en Trujillo vienen marcadas por la geografía y la geología, que se configura poco a poco desde el Medievo por las poblaciones que venían del norte para su reconquista, con unos métodos constructivos muy sobrios y severos. Los ventanales de las torres de casas fuertes son una buena muestra de ello, junto con los típicos balcones de esquina, que lograban satisfacer las exigencias de la vida de sus habitantes. Si nos fijamos, durante nuestras visitas podremos observar este detalle en muchas de las edificaciones históricas, como en el palacio de los Duques de San Carlos, situado en la Plaza, o en el Palacio de Sofraga, obra del siglo XVII, casa natal de Cervantes de Gaete, Inquisidor en Sevilla.
Prácticamente todos los fines de semana hay festivales, actuaciones, recreaciones históricas y visitas animadas por el casco monumental de la ciudad, de forma que además de visitar los monumentos más importantes, podemos aprovechar estos eventos para que nuestros hijos los conozcan de forma más amena.
Escenario de película
Como podemos comprobar por lo que hemos contado, en Trujillo destila historia y cultura a la par, y nos envuelve en un entorno mágico. No somos los únicos que lo vemos de este modo. Como se ha hecho público recientemente, en estos días Trujillo es escenario de series cinematográficas internacionales, como «Still Star Crossed» o «Juego de Tronos», que reafirmarán su consideración de «Verdadero Plató de Cine”, como ya antes sirvió de escenario de reconocidas películas como “El Tulipán Negro”, “1492, La Conquista del Paraíso”, “Santa Teresa”, “La Marrana” y un largo etcétera de productores que vieron en este emplazamiento el decorado perfecto para su escenografía.
Visita al Planetario
También impresionaremos mucho a nuestros hijos si visitamos el Planetario de Trujillo, que se encuentra situado en el Conventual de San Francisco, en el Centro Extremeño de Tecnologías Avanzadas (CETA).
Es el planetario móvil más grande España y se trata de una cúpula neumática semiesférica con capacidad para unas 50 personas. Entre otras actividades, emiten proyecciones adecuadas para los niños e incluso dibujos animados sobre la historia de Orión el cazador que a los peques les gustó mucho. Otras proyecciones, de unos 10 minutos de duración cada una, están relacionadas con el Sistema Solar, donde hablan sobre sus planetas y los cuerpos celestes.
Normalmente abre sábados y domingos de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, con sesiones gratuitas cada 30 minutos. También puede abrir algún día festivo, con lo que mejor consultar su web antes de acercarse.
Sabor extremeño
La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad. En la actualidad, numerosos bares y restaurantes salpican esta Plaza, donde podemos degustar los maravillosos platos típicos de la gastronomía extremeña, sencilla en su elaboración, pero basada en la extraordinaria calidad de sus materias primas: derivados del cerdo ibérico criado en la dehesa, cordero, deliciosos quesos y tortas, pimentón de La Vera, aceites de oliva, mieles y buenos vinos.
Las migas extremeñas, el frite de cabrito, la moraga (carne de cerdo a la brasa), la prueba del cerdo, landrillas de ternera, criadillas de la tierra y espárragos trigueros, sopa de Obispo con gallina y sopa de tomate son alguno de los platos que podremos degustar mientras disfrutamos sentados en la terraza.
Red de los pueblos más bonitos de España
Este año 2016 Trujillo acudió a FITUR (Feria Internacional de Turismo) con una noticia que marcará un antes y un después en el desarrollo turístico de esta ciudad. El Alcalde D. Alberto Casero recogió oficialmente la acreditación de este municipio, situado al sureste de la provincia de Cáceres, como miembro de la Red de Los Pueblos más bonitos de España. El 27 de Junio se celebró el Acto de Proclamación en la Plaza Mayor, bajo la atenta mirada de cientos de trujillanos y autoridades que festejaron la incorporación y la destapada de la nueva señalética que identifica Trujillo como miembro de esta Red, el primer municipio extremeño con tal reconocimiento. De esta forma se ha conseguido la unión, bajo una misma marca, para promocionarse tanto nacional como internacionalmente, ya que la Red, que integra actualmente a 44 municipios certificados por su belleza, ha sido confirmada como miembro de pleno derecho de la Federación Internacional de los Pueblos más Bonitos del Mundo.