La localidad de Creixell domina el Mediterráneo más oriental de la Costa Daurada desde su privilegiada situación a 48 metros sobre el mar. Además, se encuentra a 18 kilómetros de Tarragona, a 25 kilómetros del parque temático Port Aventura y a 81 kilómetros de Barcelona, por lo que su posición nos posibilita visitar otros lugares de la zona y hacer nuestras vacaciones aún más entretenidas.
En Creixell vamos a poder disfrutar de dos kilómetros de playas de arena fina y dorada, algunas de ellas con flora y fauna autóctona que les da un carácter muy particular. Además, su núcleo histórico está lleno de encanto y bien conversado con varios elementos de su patrimonio arquitectónico que ostentan el título de Bien de Interés Cultural. Vamos a descubrir esta localidad de Tarragona que tiene mucho que ofrecer a las familias con hijos.
Cal Cabaler, Casa de Cultura y Centro de Interpretación Turística
Lo primero que tenemos que hacer al llegar a Creixell es pasarnos por Cal Cabaler, una casa del siglo XVIII con una torre militar del siglo XIV que ha sido reformada y convertida en un espacio abierto desde el que se difunden las actividades turísticas, lúdicas y culturales de la localidad.
En la planta baja encontraremos la Oficina Municipal de Turismo donde nos informarán acerca del Centro de Interpretación y el resto de Creixell. Si subimos a la primera planta visitaremos el Centro de Interpretación, un espacio musealizado que ofrece información acerca de las fiestas y tradiciones de Creixell, su historia y todo su patrimonio tanto arquitectónico como natural.
Todos estos datos se ofrecen en once pantallas táctiles interactivas situadas en tres espacios distintos. También en la segunda planta podremos ver una muestra de los restos romanos encontramos en los yacimientos arqueológicos de La Clota, en el municipio.
De esta forma, cuando hayamos acabado la visita a Cal Cabaler, ya tendremos unos conocimientos básicos sobre Creixell y el territorio del Baix Gaià. También podemos visitar la bodega de la casa donde encontramos una muestra de diferentes útiles relacionados con el trabajo en el campo e información visual sobre los cultivos característicos de la región a lo largo del tiempo.
Cal Cabaler se puede visitar todos los días de 10 a 14 horas (excepto los domingos que se cierra a las 13 horas) y de martes a viernes, también de 16 a 20 horas. La entrada es libre y se pueden concertar visitas guiadas para grupos.
Iglesia de San Jaume y el campanar de Creixell
Los orígenes de esta iglesia se encuentran en una pequeña capilla románica del siglo XI de la cual conocemos su existencia gracias a unos documentos del siglo XIII ya que no se conserva ningún vestigio de esta edificación. A lo largo de los siglos, la iglesia ha ido creciendo en sus diversos elementos como por ejemplo, su actual portada que procede del siglo XVII. También de este siglo es la escultura de piedra de San Jaume, patrón de Creixell, que se puede ver en un nicho sobre la portada de la iglesia. Esta pequeña estatua de estilo gótico es originaria de la iglesia del siglo XVI y fue reubicada.
A finales del siglo XVIII se comienza a construir el campanar que fue finalmente coronado en el año 1917 por Josep M. Jujol. Esta pieza es uno de los bienes más preciados del patrimonio modernista de España. Al pie de cada soporte de la torre se colocaron cuatro estatuas: San Francisco de Asís, San Domingo de Guzmán, San Juan de Malta y San Luis de Francia.
Si seguimos observando el coronamiento del campanario veremos una veleta provista de una gran originalidad y simbolismo: se trata de una cruz que representa al Bien y un león que representa al Mal que huye asustado. Esta veleta tuvo que quitarse en el año 1954 porque amenazaba con caerse y volvió a colocarse en el 2012 coincidiendo con los trabajos de restauración de la iglesia.
Pero dentro de la iglesia aún podemos contemplar más tesoros como el sagrario de hierro forjado que tiene un peso de 122 kilos y que fue diseñado por el arquitecto Salvador Ripoll y realizado en 1970 por el artista forjador Ramón Martí de Cal Biel de la Espluga de Francolí. Estos mismos artistas son también los responsables del baldaquino de hierro forjado que muestra los símbolos de la Eucaristía: el racimo de uvas y la espiga de trigo.
Por último, solamente nos quedaría visitar la cripta a la que podemos acceder desde la propia iglesia. Aunque fue construida a mediados del siglo XVII, su aspecto actual tiene lugar en la remodelación que se hizo en el año 1972.
Más patrimonio arquitectónico
El castillo de Creixell es una fortificación que data del siglo XI aunque la mayor parte de los elementos que podemos ver hoy día pertenecen al siglo XVI en adelante.
Mas Gibert es una edificación de finales del Gótico y comienzos del Renacimiento que se encuentra situado a 150 metros sobre el nivel del mar. Destacan en especial las ventanas góticas que se encuentran en la planta baja y las vistas que hay desde la propiedad.
Mas Mercader es una masía de estilo renacentista que tiene también elementos de carácter más popular. Al haber sufrido varias ampliaciones a lo largo de su historia se pueden distinguir varios estilos arquitectónicos.
Además, en el pueblo podemos encontrar algunas torres de defensa de época medieval como son la torre Cal Jeroni, la torre Can Xacó y la torre Ca la Miquelina.
El yacimiento romano de La Clota
En el centro urbano de Creixell se encuentran los restos de una casa romana que a su vez, fueron extraidos de una villa romana que estaba situada en los alrededores del pueblo. Está fechado en los siglos II y I a.C. y seguramente sea contemporáneo de otros yacimientos romanos de la zona que todavía no han sido explotados.
La playa de Creixell
En Creixell encontramos una playa perfecta para los más pequeños de la casa ya que su arena es fina y sus aguas poco profundas. Situada al norte de la Costa Daurada, es ideal tanto para practicar deportes náuticos como para disfrutar de un día de playa tranquilo en familia, jugando en la arena y dándonos un chapuzón.
Con una longitud de dos kilómetros y 20 metros de ancho en su tramo central, la costa de Creixell se divide a su vez en dos pequeñas playas: la playa de Creixell y la playa del Gorg. En la playa de Creixell veremos las antiguas casas de los pescadores que se conocen históricamente con el nombre de Tiendas del Mar. Aquellas que se encuentran más cerca de la costa son las de construcción más reciente. Aquí encontramos el Club Náutico, que tiene una base de la escuela catalana de Vela, y varios chiringuitos con actividades diurnas y nocturnas para poder entretenernos y tomar algún tentempié.
Laplaya del Gorg, por su parte, es un espacio de interés natural protegido en el que disfrutar de un entorno paisajístico privilegiado. Uno de sus principales valores es que se trata de una playa de baja ocupación por lo que, además de no encontrarnos con aglomeraciones, tendremos la sensación de estar en un paraje natural compuesto por dunas y humedales. Aquellas dunas en las que se encuentra la flora y la fauna autóctona están bien señalizadas para que las podamos localizar fácilmente.
La playa del Gorg forma parte del espacio protegido de las Montañas de Torredembarra y fue galardonada en el año 2018 con la certificación de Playa Verde de las comarcas del Tarragona y las Tierras del Ebro.
La Murtra
La Murtra es una zona húmeda que resulta de gran importancia para las aves autóctonas. Aunque no se encuentra en el Catálogo de Zonas Húmedas de Cataluña sí que está registrada como zona protegida. Vayamos en la época del año que vayamos, siempre encontramos allí una colonia de patos de cuello verde, señal de la buena calidad del agua que inunda esta zona.
Rutas a pie y en BTT
En Creixell tenemos a nuestra disposición dos rutas saludables para hacer ejercicio y respirar aire puro en plena naturaleza. Es una oportunidad inmejorable para disfrutar del tiempo en familia al mismo tiempo que cultivamos nuestra salud y compartimos aventuras y buenos ratos juntos.
El anillo verde Torredembarra-Creixell forma parte del primer tramo de la Ronda Verde del Baix Gaià. Se trata de un recorrido con terreno llano y sencillo entre campos de cultivo de secano que finaliza en el Castillo de Creixell. Ya vayamos a pie o en bicicleta, disfrutaremos con las vistas de los almendros, olivos y algarrobos que escoltan el camino así como de los márgenes de piedra seca recién restaurados. Tiene una longitud de 5,3 kilómetros y se recorre en una hora y media yendo a pie o media hora en BTT.
El anillo verde Creixell-Roda de Berà transcurre por una antigua vía forestal ya en desuso que conectaba estas poblaciones. Comienza junto al castillo pero no recomendamos salir sin haber visitado la iglesia de San Jaume y la torre de Ca la Miquelina. Los algarrobos y los olivos nos harán compañía durante todo el camino cuya longitud son 3 kilómetros que se recorren en una hora a pie o 25 minutos en BTT.
Para cualquiera de las dos rutas se recomienda llevar protección solar de todo tipo (gorras, cremas, gafas de sol…) y agua abundante ya que no hay fuentes durante el recorrido.