La República Dominicana es uno de los destinos más populares últimamente. El Caribe en su conjunto está recibiendo cada vez más turistas. El hecho de que cuando Europa se hiela en la República Dominicana hace un tiempo primaveral de los buenos, provoca que cada vez más europeos “crucen el charco” para huir de las nieves.
La República Dominicana es mucho más que un sitio para ir a la playa. Es por ello que este reportaje es sólo una aproximación al país y una ayuda para preparar y planificar el viaje. En reportajes posteriores entraremos a fondo en las distintas y maravillosas posibilidades que ofrece el país.
Salud
Siempre que nos planteamos viajes lejanos a zonas más o menos exóticas, es inevitable pensar en los riesgos sanitarios.
En la República Dominicana no hay que ponerse ningún tipo de vacuna ni hacer ninguna profilaxis preventiva, sólo es importante tener sentido común. Pero eso es algo que también hay que tenerlo aunque vayamos a París.
Si hacemos excursiones a zonas de densa vegetación, hay que tener en cuenta que no somos los únicos seres vivos de la creación. Y que algunas de las criaturas que comparten planeta con nosotros pueden ser peligrosas y/o molestas. Lo mismo que no se nos ocurre en España ir descalzo por un cañaveral húmero, pues tampoco se nos puede ocurrir meternos en un pantano allí.
Algunas precauciones
Los mosquitos son un tema recurrente y que todos mis amigos me han preguntado. Sí, los hay. Pero en la temporada “seca” (nuestro invierno) hay muchísimos menos. De hecho, yo en mi tierra he visto muchísimos más. Además, los hoteles tienen estrictas políticas de fumigación y tengo que decir que tienen mucho éxito en la erradicación de los bichos.
Lo que sí nos debe preocupar, y tenemos que obrar en consecuencia, es el sol. Aunque vayamos en invierno y no haga excesivo calor, los rayos solares en el Caribe son muy fuertes. Es imprescindible el uso de protectores solares, e incluso yo aconsejaría gorra.
Aunque no sea un tema específico de salud, sería recomendable tener gafas de sol para pasear por la playa. La arena blanca refleja mucho el sol y es molesto si no las llevamos. Es precioso el mar azul y la arenita blanca, pero con gafas de sol lo disfrutaremos más.
Larga distancia
El Jet Lag es un inconveniente asociado a los vuelos de larga distancia. Hay a quien le afecta más y a quien le afecta menos. Aunque dicen que a los niños les puede afectar más que a los adultos, a mis hijos no les afectó demasiado. Quizás porque seguimos las normas de no dormir cuando volamos para allí, y dormir lo más posible al venir. Eso depende de las horas de los vuelos, pero generalmente es así.
A la vuelta, quizás nos costó algo más adaptarnos, pero es que no es lo mismo readaptarse para vacaciones que tener que hacerlo para seguir un horario laboral y escolar. En ningún caso el Jet Lag nos supuso grandes trastornos.
A pesar de todo lo expuesto anteriormente acerca de la salud y que no hay grandes riesgos, es apropiado hacerse un seguro de viajes, ya que cualquier problema de salud debería de ser tratado en clínicas privadas, y son caras. Podemos revisar nuestra póliza del hogar, ya que las hay que por poquísimo dinero incluyen un pequeño seguro de viajes.
Cómo llegar
Sin lugar a dudas, lo mejor es ir en avión. Hay cruceros que hacen escala, pero hay que volar a Miami o similar, con lo que el avión se convierte en la única forma.
Nosotros volamos con Air Europa. Debo decir que fue una elección muy acertada. Tanto los aviones como las atenciones a bordo, el entretenimiento o la comida fueron muy buenos.
Hay que destacar el servicio de entretenimiento a bordo, con películas y vídeos a demanda. Con tantas horas en un avión, si no hay ayuda para el aburrimiento, puede ser un suplicio.
Un detalle importante es que lo mejor es volar a donde sea más barato. No es tan importante que el aeropuerto esté más o menos cerca, sino que el vuelo resulte barato. Porque los traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto son baratos en comparación con los vuelos. Además, podremos ver más cosas.
Los trámites aduaneros en el aeropuerto no son demasiado engorrosos. En el avión te dan los papeles que hay que entregar, los rellenas y sólo tienes que entregarlos a la llegada y pagar 10 dólares por persona. Por los niños hay que rellenar un papelito azul y guardarlo junto con el pasaporte, te lo sellan en una cola distinta, pero es rápida.
Al pasar todos los trámites, sólo nos falta coger el taxi o transfer y empezar a disfrutar de nuestras vacaciones.
Alojamiento y comida
Para comer en la república Dominicana se puede hacer de tres formas.
La primera y la más usual, es en los hoteles todo incluido. Es la forma preferida de la mayoría de los turistas. Si optamos por esta fórmula, tendremos garantizada la calidad y la salubridad. Pero nos perderemos la verdadera esencia de la comida dominicana. Aunque haya platos locales, no es lo mismo.
La segunda es comer donde comen los dominicanos. A mí me gustó, pero a mi mujer no. La salubridad es buena, pero hay que vigilar qué y cómo se come. Es más probable tener problemas gastrointestinales, pero si nos dejamos asesorar por un dominicano de confianza, no debe de haber problemas.
La tercera es la que menos recomiendo. Como la República Dominicana está muy influenciada por los Estados Unidos, podremos encontrar muchas franquicias de comida rápida y pizzerías de calidad media-baja. Eso es no comer ni calidad, ni cosas típicas, es lo que llamaríamos “el odioso término medio”.
Diferente que Europa
En los hoteles nos encontraremos con la típica comida “internacional” de hoteles, algunos platos caribeños suavizados y adaptados, y también podremos comer en restaurantes temáticos a la carta, dedicados a diversos países. No debemos perdernos los restaurantes mejicanos. No tienen nada que ver con la cocina tex-mex de baja calidad que suele haber en Europa.
Si comemos fuera, y queremos comer bien, deberemos dejarnos asesorar por un dominicano que entienda de comida y sea de confianza. Hay que tener en cuenta que los estándares de limpieza y presentación de la comida son distintos en Europa y el Caribe. Pero eso no quiere decir que vayamos a correr ningún peligro. Es como si en España fuéramos a comer y por error nos metiéramos en esos tugurios de carretera que no tiran la ensaladilla rusa, sino que sólo van rellenando.
Es impactante ver cómo tienen la carne expuesta en los puestos ambulantes y en los restaurantes populares. Son trozos de carne que salan y ponen al aire para que vaya “curándose”. En condiciones normales no suponen ningún riesgo para la salud.
El apartado de alojamiento es fácil de describir. Las principales cadenas españolas tienen en la isla grandes complejos vacacionales de cuatro y cinco estrellas, con unos niveles de calidad y confort similares a los españoles. Suelen ser grandes resorts con todo lo necesario para pasar unas vacaciones inolvidables.
Sabores
A los dominicanos les gustan los sabores suaves. Son tremendamente golosos y los dulces son muy buenos. Esta suavidad en el paladar hace que no debamos tener problemas con los niños.
Muy comprensivos
A los dominicanos les encantan los niños, y son muy permisivos. Por lo que a menos que nuestros hijos prendan fuego al local o maten a alguien, lo más probable es que cualquier barrabasada que hagan sea acompañada de risas y comprensión.
No conduzcas
¿Conducir? Ni en broma. Si necesitamos movernos en coche, lo mejor es concertar un taxi en el hotel con una empresa sería, o tener los desplazamientos concertados con empresas especializadas. Nosotros lo hicimos con JM Transfer y quedamos muy contentos. Y sí, los cito porque se lo prometí y porque hicieron muy bien su trabajo.
Delicias tropicales
Los zumos de frutas son una delicia. Te los preparan al momento delante de ti. Con todo tipo de frutas tropicales. Es casi imposible no encontrar el zumo que nos encante. Incluso a mí, que no soy muy de frutas tropicales, me encantaron. Juraría que le echan azúcar o miel, porque era imposible tanto dulzor.
Prolongar la estancia
Muchos hoteles ofrecen el servicio de “salida tardía”. Es decir, que podemos dejar la habitación más tarde y disfrutar más tiempo del hotel y sus comodidades. En algunos te cobran y en otros no, pero cuando te cobran, no suele ser mucho. A mí me cobraron diez dólares por hora de más. Si nuestro vuelo sale a las 21:30, con salir del hotel a las 17:00 sería suficiente, y por 50 dólares disfrutas un día más.