En los últimos años, una de las actividades que más adeptos ha ganado para relajarse es el Yoga, una práctica milenaria, originaria de la India, que busca la armonía de nuestro ser a través de la autodisciplina física y mental.
Desde Indie Campers, plataforma de alquiler de autocaravanas y furgonetas camper en España y Europa, señalan que los últimos años han surgido con fuerza los roadtrips de mindfulness, que ayudan a los viajeros a conectar con su yo interior visitando destinos naturales en los que practicar técnicas de relajación mientras se mueven libremente, y a su propio ritmo, por carretera.
“De hecho, conducir es una actividad que, además, resulta relajante en sí misma cuando se hace de forma tranquila y consciente pues, durante ese tiempo, podemos practicar las mejores posturas al volante, aprender a conducir sin prisas para eliminar la presión de ‘llegar a tiempo’ y disfrutar del viaje por carretera de forma simple, que es lo mismo que tenemos que hacer cuando meditamos: vivir el presente, experimentarlo y dejarlo ir sin preocuparnos por ello”.
Así, para disfrutar de una buena sesión de Yoga podemos viajar hasta el país asiático, cuna de esta disciplina, o visitar algunos de los siguientes destinos para yoguis que recoge, a continuación, la compañía:
Ibiza (España)
No hace falta irnos muy lejos para disfrutar de uno de los mejores rincones del mundo para meditar ya que la isla de Ibiza se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los yoguis. Su impresionante naturaleza y paisajes mediterráneos favorecen la meditación, por lo que no sorprende que cada año se realicen más de 100 retiros de yoga en la isla. Entre los mejores lugares para practicar esta disciplina en Ibiza se encuentran el Faro de Moscater, situado en el norte de la isla y que es el más alto de Baleares, la playa de Cal d’Hort donde podrás meditar frente al islote de Es Vedrà o, Punta Galera, una antigua cantera de costa, con terrazas de rocas planas y aguas que invitan a darse un baño tras la sesión.
Bali (Indonesia)
La isla es perfecta para realizar una escapada zen pues allí existen más de 500 retiros espirituales y decenas de escuelas de yoga. Muchos de estos centros se encuentran en Ubud, reconocido por ser uno de los lugares más importantes en la práctica del yoga y donde se concentran, principalmente, los yoguis que llegan a la isla. De hecho, en abril del próximo año, Ubud acogerá el Bali Spirit Festival, un encuentro que se celebra anualmente, de una semana de duración, en la que se mezclan la práctica del yoga, la música y el baile. Además, en la isla existen otros muchos lugares donde podemos hacer yoga, como Canggu, en el sur de Bali, donde podemos practicarlo en un entorno más juvenil.
Goa (India)
El yoga se originó en la India por lo que en el país podemos encontrar multitud de destinos en los que practicar esta actividad como, por ejemplo, Goa. En esta isla podemos disfrutar de horas de meditación y relajación en medio de la selva tropical, playas de arena fina y aguas cristalinas. El entorno favorece, sin duda alguna, el despertar espiritual, la concentración y la reflexión. Además, casi en cualquier lugar de esta pequeña isla podemos encontrar talleres y centros de yoga, aunque desde Indie Campers recomiendan practicarlo en las playas de Arambol, Anjuna o Patnem.
Lago de Atitlán (Guatemala)
En América Central encontramos otro de los destinos preferidos por los expertos en yoga para meditar: el Lago Atitlán en Guatemala. Rodeado de volcanes, se considera uno de los lagos más bonitos del mundo y, también, uno de los más relajantes gracias al entorno natural en el que se ubica. De hecho, en los alrededores podemos encontrar varias escuelas de yoga que organizan talleres y sesiones a orillas del lago. Una de las zonas más relajantes y visitadas por los yoguis es San Marcos La Laguna, un pequeño pueblo maya cerca del lago donde se encuentra el Bosque Yoga, un famoso retiro situado en mitad de la naturaleza.
Sáhara (Marruecos)
Hacer yoga en el desierto del Sáhara es una de las experiencias más relajantes que pueden existir. Y es que, pocos lugares superan la tranquilidad que ofrece este entorno natural, rodeado de dunas y arena, en el que la soledad facilita la meditación. La inmensidad del desierto y su silencio, crean una atmósfera única que convierten a este destino en uno de los preferidos por los yoguis. No obstante, el exotismo de Marruecos ofrece otros muchos lugares para practicar yoga como, por ejemplo las playas de Agadir.