Salir fuera de nuestro país supone toda una aventura para niños y padres que exige una planificación a la hora de elegir los destinos más seguros y adecuados. Desde www.viajarenfamilia.net os proponemos unas recomendaciones para los viajes a países exóticos o lejanos.
1.- Una buena cobertura de seguro
Si vamos a Europa, se puede sacar gratis por internet la Tarjeta Sanitaria Europea, que nos cubre las prestaciones básicas de atención en hospitales. En caso de salir fuera del continente, pregunta a la agencia de viajes las compañías de seguros que cubran bien las prestaciones sanitarias, atenciones médicas y traslados de familiares, así como robo y accidentes. Lleva siempre una fotocopia de los documentos más importantes, incluyendo tu seguro, los pasaportes de la familia que estén en vigor y las recetas médicas.
2.- Prepara las vacunas obligatorias
Las autoridades sanitarias y embajadas te informarán de las vacunaciones obligatorias y recomendaciones, especialmente si se va con niños pequeños. Debemos tomar precauciones en países con los mosquitos, malaria y fiebre amarilla entre otras. Los cuadros de diarrea son comunes en niños y se debe beber siempre agua embotellada. Informa a la agencia y hotel de las alergias de los niños y si necesitan un menú especial.
3.- Los relojes biológicos se alteran
Cuando viajas por diferentes zonas horarias en avión, el reloj biológico se altera. Puede causar cansancio, dolor de cabeza, problemas digestivos y mareos. Compensa con antelación la diferencia horaria. Cambia la hora de tu reloj. Duerme si es de noche. Bebe agua, muévete y come comida ligera. En los aviones, el llanto de los bebés y los niños se debe a la molestia en los oídos. Ellos no saben tragar para aliviar la presión del canal auditivo. Beber una botella con una pajita, de un biberón, un chupete, un chicle (si es mayor) especialmente durante el despegue y el aterrizaje, les ayudará.
4.- Selecciona países más seguros
Existen destinos en el mundo más adecuados para ir con niño. Si el programa ofrece salidas fuera de las poblaciones a zonas rurales, es preciso saber que disponemos de guías locales experimentados. Existen destinos que, por la falta de conflictos bélicos o crisis sociales y políticas, son más adecuados para ir con los niños, pero el mundo cambia y se debe consultar a las embajadas los niveles de seguridad. Lleva una foto reciente de cada niño contigo y guárdala en tu teléfono móvil. No demos limosnas a los niños, ya que algunos padres les obligan a faltar a la escuela: busca viajes solidarios donde se colabore realmente, con tu aportación, a las necesidades de estos niños.
5.- Adaptarse a las comidas del país
Para los niños, salir de su casa les obliga a un cambio de hábitos alimenticios que pueden suponer un problema. Evita platos con picantes y especias. En principio, busca restaurantes que ofrezcan menús más occidentales, para poco a poco ir pasando a su gastronomía local. Un día por los mercados puede resultar una experiencia curiosa para que vean los alimentos y costumbres culinarias.
6.- Conocer las costumbres del país y su lengua
Cuando vamos a países que no son de nuestra cultura europea, debemos conocer sus costumbres y aquellas actitudes o gestos que están prohibidos o mal vistos por su sociedad. Infórmate a través de las guías de turismo en internet o en la embajada, y aprende con los niños palabras clave sencillas para comunicarse con los habitantes del destino. Consulta en internet con los niños para conocer previamente sus costumbres, lengua y religión.
7.- Reserva tus vacaciones con agencias especializadas
Existen agencias de viajes especializadas en viajes a países lejanos donde, además de las garantías del alojamiento y el destino, disponen de un animador para los niños, que nos servirá de control y diversión. Es un coste adicional pero ayudan como traductor, presentador ante gentes del país y de conexión y convivencia entre los niños de diferentes países que participan del viaje.
8.- Explica a los niños las normas básicas
Es importante que los niños lleven una identificación encima, como el pasaporte con un teléfono y correo. Debemos enseñarles que bajo ningún concepto deben ir con personas extrañas, sino solo con los padres y personal de confianza del hotel o de la empresa de guías turísticos. Es conveniente no perderlos de vista en lugares muy concurridos, y siempre avisar al hotel dónde vamos si hacemos una actividad extra fuera del programa.
9.- Vuelos en avión más largos
Reserva un vuelo que, en lo posible, sea de noche para tener la certeza de que los niños duermen en el avión. A pesar de las nuevas restricciones para viajar con líquidos a bordo, se pueden llevar alimentos para el bebé. Infórmate de las condiciones y procura que los niños coman algo antes de subir al avión. Cuando están despiertos, debemos entretenerlos con juguetes que no hagan ruido y no molesten a los demás y que ocupen poco espacio. Lo ideal son los libros de pintar o con pegatinas.
10.- Un programa para toda la familia
Este tipo de viajes suele ocupar de una a varias semanas. A menudo, los padres quieren verlo todo, y la agencia nos lleva de un lugar a otro y, sin embargo, el ritmo de los niños es otro. Ellos tienen otros intereses y conviene respetarlos para disfrutar todos. Valora programas que ofrezcan días de descanso y actividades lúdicas.