Todos sabemos que cuando se viaja en familia, los gastos se disparan. Son muchas cosas las que hay que tener en cuenta y al final, la suma acaba siendo más grande de lo que habíamos planeado y eso nos puede disuadir de organizar las vacaciones que realmente deseamos. Por eso, en Viajar con Hijos hemos pensado ofreceros algunos consejos para ahorrar en vuestros viajes y poder disfrutar al máximo por el menor coste posible.
Pero no nos equivoquemos: ahorrar dinero en los viajes no tiene por qué significar sacrificar la calidad y la comodidad que demandan nuestros hijos. Hay formas para abaratar costes sin que eso suponga arriesgar nuestras vacaciones en familia y seguir haciendo exactamente lo que queremos.
Este punto nos parece realmente importante: se trata de ahorrar y no de ser tacaños. Se trata de disfrutar de unas vacaciones en familia por el menor coste posible pero sin privarnos de sentarnos a tomar unos refrescos si nos apetece. Recuerda: lo importante es tener una buena previsión y unas expectativas realistas.
Busca los días en los que sea más barato viajar
Si vamos a realizar un viaje en avión tenemos que saber que el precio del billete varía dependiendo del día que vayamos a salir. ¿Por qué coger un vuelo de viernes a viernes si podemos irnos de martes a martes, por ejemplo? La diferencia se nota con creces.
Otra estrategia muy útil es intentar comprar el billete con la mayor antelación posible y también estar pendiente de ofertas. Muchas webs permiten configurar alertas para que nos avisen por correo electrónico cuando haya promociones.
También existe la estrategia contraria y es la de aprovechar ofertas de última hora en las que los precios de los billetes caen por los suelos. Eso sí, esta táctica exige que estemos dispuestos a improvisar rápidamente un viaje en una fecha que no habíamos pensado o incluso a un destino que no habíamos considerado.
Por último, debemos evitar viajar en temporada alta a ser posible. Semana Santa, Navidad, puentes… son los días del año en los que más suben los precios y en los que gastaremos más por los mismos servicios que una semana antes nos pueden costar mucho menos.
También tenemos que estar atentos a las fiestas del lugar al que vayamos porque nos podemos encontrar con un destino demasiado masificado o con que haya servicios que no funcionen por ser día de fiesta. En España quizá no tengamos demasiado problema pero si viajamos al extranjero, hay que prestar mucha atención a este tema.
Establece un presupuesto diario
A lo mejor resulta un poco engorroso pero es muy útil tratar de calcular cuánto vamos a gastarnos cada día e ir controlando si nos ajustamos o no a ese presupuesto. En ocasiones nos estaremos dando cuenta de que estamos gastando de más en cosas innecesarias pero también puede haber viajes en los que simplemente no hemos sido realistas.
En este caso quizá no ahorremos demasiado en ese viaje pero sin duda tendremos la lección aprendida para el siguiente. Si vamos tomando nota de lo que gastamos en transporte, en comida, en souvenirs y demás podemos ajustar nuestro presupuesto y saber exactamente de dónde podemos recortar gastos y de dónde no.
Regatea sin miedo
Si viajamos a países como Marruecos o la India tenemos que perder el miedo a regatear precios. Aunque sea una costumbre que aquí en España no está tan arraigada, en países con esa tradición -especialmente en los árabes- podemos ahorrar dinero regateando el precio del taxi y en ocasiones incluso del hotel.
Eso sí, regatear es un arte así que tenemos que estar bien preparados para conseguir un buen trato. No tenemos que sentir vergüenza: pensemos que son lugares en los que ya están acostumbrados al regateo como forma de venta. Tendremos que ensayar nuestra mejor cara de póker: si el vendedor se da cuenta de que realmente queremos comprar algo, la negociación se volverá bastante más complicada.
Haz lo mismo que la gente que vive allí
Sabemos de sobra que en muchos destinos hay “restaurantes para turistas” y “tiendas para turistas” en los que los precios son diferentes que los de los que se encuentran fuera de la zona turística y son frecuentados por la gente local. Un buen truco para gastar menos en restaurantes, por ejemplo, es preguntar por la calle a alguien del lugar por un buen sitio para comer: no solamente pagaremos menos sino que seguramente comeremos mejor.
Otra opción es, antes de salir de viaje, navegar en Internet en busca de opiniones, especialmente en las redes sociales. Si además podemos pedir consejo a algún conocido que ya haya estado en ese lugar, podemos ahorrar bastante dinero sin “picar” en las trampas para turistas.
Visita los mercados de abastos
Si nos alojamos en un apartamento que tenga cocina no hay nada mejor que ir a comprar la comida a los mercados de abastos donde, además, en ocasiones se venden platos preparados a muy buen precio que nos puede solucionar una comida en la playa, por ejemplo. Nos saldrá más barato que comer en un chiringuito o acudir a un restaurante costero.
Siguiendo el consejo del punto anterior, tenemos que ir allá donde veamos ir a los locales. Esto es válido si estamos en España pero es especialmente útil si estamos en un país extranjero y no tenemos mucha idea acerca de los precios y la comida. Si vemos a locales, no turistas, haciendo cola frente a un puesto del mercado seguro que merece la pena.
Y como decíamos al comienzo de este reportaje: si un día nos queremos dar el gustazo de comer en un restaurante o de pagar algo más por una especialidad local, hagámoslo. A fin de cuentas, las vacaciones son para pasarlo bien y compartir experiencias.
Busca las entradas y visitas guiadas más baratas
Ante todo, creemos que hay lugares que merecen la pena ser visitados aunque nos disparen un poco el presupuesto, especialmente si hemos realizado un viaje largo hasta llegar allí. ¿Os imagináis viajar hasta París y no subir a la Torre Eiffel solamente porque el precio nos parece caro? Aunque esto, claro, siempre es opción personal y depende de los gustos.
Aún así, siempre tenemos que averiguar la manera en la que poder ahorrar. Se pueden adquirir entradas para monumentos y visitas guiadas a través de Internet con un precio menor al que obtendríamos comprándolas en el momento. También tenemos que investigar la posibilidad de comprar bonos o visitas combinadas que incluyan varios lugares que queramos visitar con algún descuento.
Por último, es útil comprobar si hay monumentos y otros lugares visitables que tengan horarios o días de puertas abiertas que podamos aprovechar para visitar sin tener que pagar por ellos. Eso sí, tenemos que concienciarnos de que seguramente encontraremos una mayor afluencia de gente. Además, en varias ciudades se ofrecen visitas guiadas gratuitas a cambio de la voluntad.
Infórmate de las comisiones de tu banco y del cambio de moneda
Cuando viajemos a un país extranjero tenemos que saber que estaremos pagando una comisión de cambio. Por esto, hay que informarse acerca de si es más rentable sacar dinero local del cajero para pagar en efectivo o, si por el contrario, es preferible pagar directamente con la tarjeta siempre que podamos. Parece una tontería pero podemos ahorrar bastante dinero si somos cuidadosos en este sentido.
Si elegimos cambiar nuestra moneda por dinero local en casas de cambio o directamente en la calle -hay países donde se puede hacer- tenemos que saber muy bien a cuánto está el cambio para evitar ser timados. A veces y dependiendo del lugar, es mejor cambiar en la calle que en el banco, donde se hace al precio oficial.
También podemos informarnos de qué ofrecen los bancos españoles al respecto. Puede que nos interese abrir una cuenta nueva en un banco que nos ofrezca buenas condiciones a la hora de gestionar nuestro dinero en vacaciones.
Contrata un seguro de viaje
Cuando planificamos un viaje nunca pensamos que puede ocurrir algo malo y mucho menos una emergencia médica. Sin embargo, puede ocurrir y no solamente nos va a aguar las vacaciones sino que, en caso de que suceda fuera de España, puede llevarse mucho dinero si no tenemos un seguro que nos cubra.
Parece una perogrullada aconsejar pagar un seguro médico de viaje en un reportaje para ahorrar dinero pero es mucho mejor realizar ese desembolso que encontrarnos con una factura de cientos de euros que haga que nuestro viaje se termine en ese mismo momento y de la peor manera.
Usa el transporte público
En la medida de lo posible, debemos intentar viajar en transporte público en lugar de movernos con taxis. Ahorraremos dinero y además, podremos mezclarnos con la gente y vivir la ciudad en la que estemos de otra manera. Lo ideal siempre es movernos a pie para disfrutar del ambiente de la ciudad.
Sin embargo, sabemos que a veces viajar con niños pequeños en transporte público puede ser bastante incómodo así que si creéis que esta medida va a resultar un agobio para toda la familia, quizá sea mejor reservar una parte del presupuesto para taxis. No debemos olvidar consultar las tarifas para elaborar nuestra previsión de gastos.
Viaja de noche
Coger un vuelo nocturno o un autobús nocturno no solamente nos ayudará a ahorrar dinero sino también tiempo pues pasaremos el viaje durmiendo o al menos, descansando, para disfrutar de nuestro destino desde primera hora. Según cómo lo planeemos, esta medida nos puede ayudar a ahorrar una noche de hotel.
Además, también es buena idea a la hora de viajar con niños ya que pasarán el trayecto durmiendo y estarán frescos y descansados cuando lleguemos a nuestro destino evitando llantos y rabietas por el cansancio del viaje.