A solo 50 kilómetros de Madrid, en pleno corazón de la Vega del Tajo, se encuentra La Casa de la Rufi, un refugio rural auténtico que ofrece mucho más que alojamiento. Este rincón, enclavado en Colmenar de Oreja, permite a sus visitantes sumergirse en la historia, la cultura y la naturaleza de una manera cercana.
La casa conserva su identidad original: fue hogar de agricultores y sus estancias llevan nombres que evocan sus antiguos usos —“La Cuadra”, “La Alacena”, “El Pajar” o “La Cámara”—, una forma de honrar su pasado y dar carácter a cada habitación.

El entorno
Pero más allá del encanto de sus muros, lo que realmente convierte a este lugar en una experiencia es lo que ofrece su entorno. Colmenar de Oreja es ciudad —aunque muchos lo ignoren— y está llena de sorpresas. Por ejemplo, presume de tener el único lugar del mundo donde un puente es, en realidad, un túnel, una curiosidad que se puede descubrir in situ.
La tradición vitivinícola está muy presente: es la localidad con más bodegas urbanas de toda la Comunidad de Madrid, un total de ocho. Esto permite al visitante recorrer el proceso del vino desde el cultivo de la uva hasta el embotellado, todo sin salir del casco urbano.
A tan solo tres minutos en coche, se encuentra la yeguada Colcert, especializada en caballos de la raza Baroc Pinto. Aquí es posible interactuar con los animales, acariciarlos, cepillarlos y aprender sobre su crianza, convirtiéndose en una actividad inolvidable para familias.

Actividades y gastronomía
Los amantes del senderismo también tienen su lugar, con rutas pensadas para todos los niveles. Una de ellas conduce a una cantera a cielo abierto donde aún se extrae la famosa piedra de Colmenar, presente en monumentos emblemáticos como el Palacio Real o la Puerta de Alcalá.
Y, por supuesto, la experiencia no estaría completa sin una buena mesa.

Platos típicos como la carne al desarreglo, las patatas chulas o el ajo arriero se pueden disfrutar en los restaurantes del pueblo, que también ofrecen opciones mediterráneas y especialidades locales.
La Casa de la Rufi no es solo un alojamiento: es un punto de partida para descubrir una tierra rica en historia, sabor y tradición.