Cuando oímos hablar de hoteles con encanto o algo selectos, solemos pensar que son sólo para ir en pareja. Sin embargo, los hay con servicios y características también para quienes viajan con sus hijos. Ya sea por sus instalaciones, por sus actividades o por su entorno, desde Selectahotels.com nos recomiendan 10 alojamientos con encanto, a los que ir con los más pequeños de la casa.
Antigua Casa de Pedro Chicote, en Zafra de Záncara (Cuenca)
Ofrece unas instalaciones elegantes y únicas para que niños y mayores se sientan en un lugar exclusivo. Cada habitación ha sido diseñada teniendo en cuenta hasta el más mínimo detalle y es un lugar ideal para viajar con niños gracias a sus estancias para varias personas, jardines,, piscina y las numerosas actividades que hay en la zona: avistamiento de aves, paseos en burro, micología y todo tipo de excursiones para disfrutar en este pueblecito de Cuenca.
Finca La Ramallosa, en San Martín de Trevejo (Cáceres)
Estas casitas de piedra se parecen mucho a las que salen en los libros de texto o lectura de los más pequeños, cuando se habla de casas de pueblo. Se trata de un antiguo caserío de labranza que cuenta con varios alojamientos para 2 o 4 personas, perfectas para quienes se escapan con hijos, para los que por las tardes preparan meriendas con chocolate caliente. Además, en los alrededores hay multitud de actividades que les permitirán divertirse las 24 horas del día, con paseos en barco o en bicicleta, viendo pastar a las ovejas o visitando cuevas.
Posada El Solar, en Galizano (Cantabria)
En este pequeño pueblo cántabro cercano a la costa, los niños encontrarán plena libertad para jugar por todas partes, por ejemplo en el amplio jardín, huerta y granja con animales de esta casona montañesa. La posada dispone de habitaciones que pueden ser cuádruples y triples, bien equipadas para familias, que en el entorno pueden disfrutar de playa, museos y cuevas prehistóricas.
Estrella Rural, en Braojos (Madrid)
Cómodas, elegantes y amplias habitaciones (algunas para 4 personas), en las que encontrar paz y tranquilidad después de un día de turismo y actividades, es lo que ofrece este alojamiento madrileño. En él, los padres pueden disfrutar de terapias especiales y tratamientos terapéuticos, y los peques de la multitud de actividades que permite la zona, como clases de iniciación al mundo del caballo, baños en la piscina municipal o juegos de paintball en familia.
Cala Jóncols, en Roses (Girona)
Es un alojamiento con excelentes vistas al mar, preparado para familias que quieran vivir unos días en un entorno natural envidiable. De hecho, si se viaja en verano, se puede participar en actividades de buceo, canoa y paseos en barco. Si la opción es hospedarse en invierno, también el entretenimiento está garantizado en el interior de la casa con una amplia sala de juegos a la que están invitados todos los huéspedes.
Posada Doña Urraca, en Fermoselle (Zamora)
Las familias amantes de los animales pueden disfrutar aquí de todo tipo de actividades relacionadas con ellos: observación de aves, fotografía cinegética y visitas a parques naturales. Además, en esta casona tradicional, con elegantes habitaciones con disponibilidad de cuna, perfectas para que padres con niños pequeños encuentren tranquilidad, hay amplias estancias donde entretenerse y hacer que las vacaciones sean inolvidables, gracias por ejemplo al restaurante y el jardín.
Casa Do Zuleiro, en Outes (A Coruña)
Una gran elección la de este hotel para quienes quieran viajar por la costa coruñesa. Y no sólo por sus magníficas instalaciones (pequeño spa, terraza, biblioteca, etc), sino también por la tranquilidad que se respira en el pueblo. Se encuentra a tres kilómetros de la playa, lo que hará que los niños disfruten de la costa desde primera hora de la mañana. Además, en el hotel se sirven desayunos y cenas para saborear los mejores platos de la gastronomía gallega.
La Carreña, en Jerez de la Frontera (Cádiz)
Sin duda, una buena opción para viajar en familia, ya que los padres encuentran en este antiguo lagar del siglo XVI, un alojamiento selecto, cuidado y perfecto para los niños, tanto por sus instalaciones como porque pueden disfrutar muy de cerca de los caballos. Se pueden visitar sus cuadras y picaderos, además de participar en ruta por la zona a pie o en bicicleta, entre bellos paisajes.
El Corral de Concilio, en Murillo de Gállego (Zaragoza)
Esta casa se encuentra en uno de los pueblos más pequeños de España, en un rincón de la provincia zaragozana que sorprende por su tranquilidad. La misma que se respira en el alojamiento, con habitaciones con posibilidad de camas supletorias, perfectas para pequeñas familias, cálidas salas comunes con chimenea y sauna. Además, la casa tiene jardín y ofrece actividades para niños en una zona, como La Hoya de Huesca, para disfrutar de kayak, rutas en bici de montaña, observación de aves y visitas culturales, por ejemplo, a monumentos del románico aragonés.
Hotel Iribarnia, en Lantz (Navarra)
Este hotel rural navarro es perfecto para padres con niños pequeños, para los que se dispone de cunas en sus habitaciones dobles, junior suites y gran suite. Espacios elegantes ideales para desconectar y relajarse, también gracias a los masajes que se pueden disfrutar viernes y sábado por la tarde, o descansando en la terraza o el jardín, amplio y extenso que hay delante de la casa y que permitirá a los pequeños jugar tranquilamente. Además, desde el pueblo, conocido por su Carnaval, se puede acceder a multitud de actividades: rutas culturales, senderismo, turismo ornitológico y mucho más.