A los pies del monte Matterhorn, Zermatt es un pequeño pueblo medieval de montaña que en invierno se llena de esquiadores ansiosos por bajar una de las mejores pistas de Europa. Pero en verano no cierra por vacaciones. Esta pequeña localidad posee muchos encantos relacionados con la montaña para disfrutar de un verano diferente y fresco.
Algunas de las actividades más solicitas con las que deleita Zermatt al visitante son las excursiones a pie o en bicicleta por la montaña, así como el alpinismo y las rutas de alta montaña. Pero lo cierto es que no hace falta ser un experto alpinista para disfrutar de las alturas de Zermatt pues la zona ofrece más de 400 kilómetros de senderos a través de los disfrutar de unas vistas inmejorables.
Por otra parte, Zermatt cuenta con un tren de cremallera que llega hasta el Gornergrat, una cresta de los Alpes suizos a 3089 metros de altura que cuenta con un mirador desde donde se puede divisar el Monte Cervino, los glaciares y el macizo Monte Rosa.
Otro de los miradores más espectaculares de Zermatt es el Glacier Paradise, el más alto de Europa a 3883 metros de altura al que se accede a través de un teleférico y desde el que se ven los Alpes suizos e italianos.
Texto: Viajar El Periódico