Lo primero y más importante a la hora de viajar a Wroclaw es comprender que la pronunciación en polaco del nombre no tiene nada que ver con lo que podríamos esperar. Es algo así como “Brozlafs”. Y aun así, dudo que me entendieran. Así que cuidadito a la hora de intentar orientarnos si vamos en coche.
Alojarse y comer
Al ser Wroclaw la cuarta ciudad de Polonia, la oferta hotelera es suficiente y de calidad. Evidentemente, no es ni Varsovia ni Cracovia, pero cuenta con los suficientes hoteles de calidad media alta como para poder planear un viaje tranquilamente.
Si nos alojamos cerca del río en verano, deberemos tener en cuenta los mosquitos. Aunque a nosotros no nos picaron, y casi estoy por asegurar de que son de los inofensivos, no está de más mirar las mosquiteras de las ventanas y comprar un spray antimosquitos.
Un punto muy interesante en Wroclaw son los precios. Si ya de por sí Polonia es barata, después de visitar Cracovia y Varsovia, nos lo pareció aún más. Se puede comer realmente bien por menos de lo que cuesta en España comer en un restaurante de comida rápida.
A tener en cuenta que los polacos comen mucho. Con lo que a la hora de pedir en un restaurante, calculemos bien nuestras ganas de comer, porque podemos encontrarnos con que sobra comida para un regimiento de húsares.
Si queremos viajar en el tiempo, en la plaza principal de Wrocla, a unos 100 metros de la oficina de turismo, hay un restaurante comunista. Son restaurantes que recrean la comida, aspecto y precios de la época soviética.
Muy curioso también encontrar un restaurante español. Eso se puede hacer también en Wroclaw. Los precios eran bastante asequibles y el cocinero tenía pinta de saber lo que hacía. Algunas concesiones a lo que los polacos deben de creer que es la cocina española, pero en términos generales, bastante aceptable. Nada de “Tortilla de Paella” o “Gazpacho de Pulpo”.
Los pitufos
No me he vuelto loco. No se trata de que de beber tanto vodka polaco haya visto visiones. Es que uno de los atractivos turísticos de la ciudad es la ruta de los smurfs o pitufos.
A lo largo de casi toda la ciudad, en los sitios más insospechados, nos encontraremos con estatuillas a tamaño reducido de pitufos en bronce, haciendo las cosas más variopintas.
Por ejemplo, al lado de un cajero automático, vimos uno que parecía que estaba sacando pasta de una alcantarilla. Y en correos, uno con una saca como de cartas.
Al parecer, los primeros pitufos los colocaron artistas anónimos. Y a partir de ahí, fueron surgiendo por iniciativas de distintas personas. Hasta llegar al momento actual, en el que se han convertido en un atractivo turístico muy simpático, tanto para niños como para adultos.
Monumentos y visitas
Toda visita a Wroclaw debe pasar por la antigua Plaza del Mercado, Rynek. Se podría decir que es el centro neurálgico de la ciudad.
El Centro Histórico es muy grande. Se podría estar horas y horas paseando viéndolo y disfrutando del espectáculo.
Según me contaron, todo el centro tiene cámaras de seguridad y es bastante seguro, tanto para pasear, como para dejar cosas en el coche. De todas maneras, como en todos los viajes, hay que extremar las precauciones. No debemos olvidar que estamos a miles de kilómetros de casa.
Como es normal en Polonia, las iglesias son muy bonitas. Quisiera destacar una de ellas, la Catedral de la Iglesia Católica Polaca. No porque sea más bonita o mejor construida que las demás, sino por la singularidad de que es la “Iglesia Católica Polaca”.
Es muy curioso, porque son una rama escindida de la Iglesia Católica “romana”, pero sin embargo, son muy seguidores de Juan Pablo II. Pero a pesar de ser muy tradicionales, me contaron que las mujeres pueden ser sacerdotes.
Si llevamos tiempo en Polonia podemos estar un poco cansados de monumentos recordatorios de batallas y generales, victoriosos o derrotados. Pero si vamos con polacos, deberemos aguantar si no queremos ofenderles. Creo que es prácticamente imposible encontrar un pueblo tan patriótico y amante de su país. Así que ante la enésima estatua al mariscal que sea, para no ofender a nuestros anfitriones, deberemos poner cara de máximo interés.
Se da por sobrentendido que cualquier chiste o broma acerca de las vicisitudes bélicas de Polonia está completamente fuera de lugar.
Remedios locales
Para los mosquitos, lo mejor es comprar el spray en Polonia. No sé si tiene algún tipo de base científica, pero hemos notado en nuestros viajes que los repelentes locales funcionan mejor que los comprados fuera del país que se visita.
Candados de amor
Una de las tradiciones de la ciudad es que los novios, cuando se casan, cogen un candado, lo ponen en un puente y tiran la llave. Están los puentes repletos de candados. Me comentaron en broma, que algunos ponían los nuevos candados con combinación numérica, para poder reutilizarlos.
Con decoro
Como siempre destaco en los reportajes de Polonia, es imprescindible ir correctamente vestido para visitar las iglesias polacas. Y en ningún caso se nos debe ocurrir hacer fotos durante un oficio religioso. No está de más llevar un pareo en el bolso las señoras por si le piden que se cubran los hombros o consideran que las piernas están muy al descubierto.
Fast food
Si queremos “comida rápida”, hay varios restaurantes de comida al peso. Tú vas eligiendo las distintas clases de comida, y por último se pesan y pagas. Para comer informal con los niños puede estar muy interesante.
De utilidad
Documentación
Los ciudadanos de países miembros del área Schengen, como España, sólo necesitan presentar el DNI.
Idiomas oficiales
Polaco
Moneda
1 zloty = 100 groszy. En el momento de escribir el reportaje, 1 zloty equivalía a 0.25 euros.
Clima en Wroclaw
Los veranos son calurosos y los inviernos moderados (la temperatura media del mes más caluroso, es decir julio, es de 17,8 grados, y del mes más frío es de -1,9 grados). Los días más lluviosos suelen darse en el mes de noviembre; y los de menos precipitaciones, en el de septiembre.