Es difícil escribir acerca de Polonia, porque hay muchos tópicos acerca de este país. Algunos se acercan a la realidad, mientras que otros cada vez son menos ciertos. No voy a pretender hacer un “tratado general sobre Polonia” tras haber estado un par de semanas allí, pero voy a intentar explicar la cosas más interesantes e importantes a la hora de viajar allí con nuestros hijos.
En Polonia encontraremos todo tipo de alojamientos. Desde albergues de estudiantes y obreros, recuerdos del pasado comunista de Polonia, hasta hoteles de gran lujo de grandes cadenas internacionales, pasando por todo tipo de hoteles y apartamentos.
Calefacción hay en casi todos los establecimientos, mientras que el aire acondicionado es más escaso. También es verdad que salvo un par de meses al año, en Polonia lo que hace es un frío brutal.
Hablando del clima, este año ha habido abundantes lluvias, más bien inundaciones. No es lo normal, pero deberemos tenerlo en cuenta para el futuro.
Algunas precauciones
Lo que sí es fundamental si viajamos en verano es llevar repelente de mosquitos. Con el calor, las lluvias veraniegas habituales y los ríos plácidos, en verano hay muchísimos mosquitos. No hemos sufrido muchas picaduras porque son más bien del tipo pequeñito y volantón, no de los que pican, pero algunos hay de los que pican, y si no, es muy molesto tenerlos revoloteando cerca.
Aunque parezca mentira, al menos yo, al hablar en inglés con un polaco, me entiendo mejor con la gente de 40 o más, que con los jóvenes. Es cierto que lo hablan mejor los jóvenes, pero los más mayorcitos, como lo suelen hablar peor, pronuncian más despacio y utilizan menos palabras.
De todas maneras, hay un buen conocimiento del inglés en Polonia. Y en las grandes ciudades es fácil encontrar gente que hable español. E incluso en algunos monumentos y atracciones hay guías de habla hispana.
Excursiones
Hay empresas turísticas polacas que realizan algo que denominan “Comunism Tour”. Yo las vi en Cracovia. Son excursiones para “descubrir” y mostrar cómo era Polonia en la época comunista.
En Cracovia te llevaban a un barrio llamado Nova Juta, que era el típico ejemplo de desarrollismo soviético, con casas todas iguales de hormigón y pisos para obreros. Allí, te pasean en un coche de la época de Breznev, te dan wodka y comida antigua, e incluso puedes disparar con AK-47 o con las pistolas de la policía política.
Yo no hice ese recorrido. Un amigo sí, y le gustó. Nosotros decidimos no hacerlo por respeto. Tanto si se piensa que el comunismo es la mayor aberración de la historia, responsable de decenas de millones de muertes, como si se piensa que el marxismo es la mayor contribución intelectual a la raza humana, en ambos casos, frivolizar con eso es faltar el respeto a ambos tipos de personas.
Lo que sí hicimos es visitar el museo del ejército, así como su exposición de tanques, cañones y aviones de época del jardín. Para los que crecimos viendo películas bélicas, este museo es lo más parecido a un sueño. Para los que odien las armas, es mejor obviar la visita, pero dudo que se pueda encontrar un museo similar en Europa.
Gastronomía
En Polonia se come bien. Pero debemos tener en cuenta que al ser un país de mucho frío, las comidas están pensadas para proporcionar abundantes calorías. Y el tamaño de los platos también, con lo que deberemos afinar a la hora de pedir.
Son comidas principalmente de carnes con salsas bastante contundentes. No suelen ser excesivamente picantes, pero sí suelen estar muy condimentadas. Aunque son fácilmente aceptadas por los niños.
Las comidas polacas suelen comenzar con una sopa. Pero no una “sopita”. Una verdadera sopa. Con tropezones abundantes de carne o de pasta rellena. También pueden ser purés semilíquidos.
Después de la sopa, viene un plato principal. Normalmente de carne. Con un tamaño bastante grande, guarnición abundante, e incluso es posible que acompañado de una platito de ensalada aparte. Si los niños no son muy grandes, y han comido la sopa y piensa tomar postre, con un plato hay para dos. Aunque la comida es barata en Polonia, a mí me gusta concienciar a mis hijos de que la comida no se tira.
Mejores precios
Ya que hablamos del precio, en Polonia comer en un restaurante es mucho más económico que en España. Las grandes franquicias de comida rápida suelen ser entre un 20% y un 30% más baratas. Y los restaurantes “turísticos”, incluso más.
Una sorpresa muy agradable en las comidas polacas es el pan. Puede que al principio nos resulte extraño los panes con semillas y oscuros. Es más, puede que incluso no nos hubieran gustado en España cuando hubiéramos probado ese tipo de panes en algunos supermercados que los traen. Pero en Polonia, recién hechos, resultan exquisitos. Es más, al final del viaje, cuando nos traían el clásico pan blanco y panes de semillas, cogíamos primero el oscuro.
En la mayoría de los menús establecidos el postre es tarta de manzana. Servida caliente habitualmente, y la manzana como una especie de puré dentro de la tarta. Si comemos a la carta, hay una buena variedad de postres, y los helados suelen estar muy buenos.
Cómo llegar y desplazarse
Las tres principales vías de entrada a Polonia desde España son en avión, a Varsovia, Cracovia o Wroclaw. Estas tres ciudades conforman un triangulo y son las más visitadas, sobre todo las dos primeras. Es muy común entrar por una ciudad y salir por otra.
Dentro de Polonia, moverse no es difícil, pero requiere tomarse las cosas con calma, ser previsor con los tiempos y tener en cuenta que el polaco es un idioma muy difícil y que la pronunciación de los nombres de las ciudades no se parece en nada a cómo se escribe. Por ejemplo, Wroclaw, se pronuncia Brozlaz, o algo parecido, con lo que deberemos tener cuidado para no acabar justo en la dirección contraria de lo que queríamos.
Las carreteras polacas, siendo bastante generosos, son regulares tirando a malas. El parque automovilístico ha crecido muchísimo tras la caída del comunismo, pero las carreteras no han seguido el mismo crecimiento, con lo que la saturación de la red viaria es importante.
Consejos y algún peligro
Alquilar un coche no es caro, pero hay que atender a un consejo importante. Es recomendable, más si el coche que alquilamos es de gama alta, contratar el seguro a todo riesgo. No es que sea el Bronx, pero es usual que desaparezcan coches o partes del mismo. Con lo que si no tenemos contratado el todo riesgo, podemos tener un serio disgusto. Lo mismo rige para el caso de que vayamos en nuestro coche particular.
El transporte ferroviario es aceptable. Algo lento si estamos acostumbrados al AVE, pero equiparable al español. Con lo que hay que tener mucho cuidado es con los carteristas y pequeños rateros. Las estaciones principales están infectadas de este tipo de delincuentes. Además de muy habilidosos, tienen mucho descaro. A mí me “levantaron” un netbook DENTRO del tren.
El modus operandi es casi de cine. Cuando estás subiendo al tren, en el pasillo, se cuelan entre las familias. En mi caso, entre mi mujer y yo, que íbamos cada uno pendiente de un niño. Parecen viajeros normales, ya que llevan maletas. Con el lío de buscar los asientos y cuidar de los niños, te despistas, y ellos aprovechan, te roban, se dan la vuelta y antes de que te des cuenta, se bajan del tren.
Iglesias polacas
En Polonia hay multitud de iglesias. Las hay de todos los tamaños y estilos. Amén de muchísimas imágenes y crucifijos repartidos por todas las carreteras y pueblos.
Es difícil encontrar un pueblo más católico que el polaco. Y evidentemente, la figura más respetada y querida es Juan Pablo II. Por cierto, que es muy de agradecer el que no hayan convertido a este gran papa en un objeto de suvenires. Hay pequeños recuerdos, pero sin llegar a la saturación.
Si vamos en verano a Polonia, deberemos llevar, a la hora de visitar las principales iglesias, un chal o manto para cubrir los hombros. No me quedó muy claro si eso también era para los hombres. Pero lo que sí se puede generalizar es que a los lugares de culto hay que ir convenientemente vestido. En caso contrario, se nos puede denegar el acceso.
Son muy rigurosos con los horarios de culto y visita. Lo cual me parece muy bien, ya que el respeto debe de ser base de la convivencia. Si uno está en misa, no es agradable ver a un montón de turistas haciendo fotos. Además, las misas suelen estar llenas de fieles, con una afluencia muy superior a las de España.
¿Pagan menos?
En los trenes polacos, los niños pagan menos. Pero para que paguen menos, hay que enseñarle al revisor un documento que acredite que son niños. No vale el pasaporte ni el DNI español, tiene que ser un documento polaco. Así que lo más normal es tener que volver a pagar el billete completo de los niños, e ir luego a la taquilla de la estación de llegada para que te devuelvan el dinero. Evidentemente, toda esta operativa en polaco.
Fuera política
No conviene hablar de política con polacos. Y si es una reunión de varios polacos, esta norma es aún más necesaria. Rajoy y Zapatero son hermanos comparados con cómo se llevan los principales partidos en Polonia. Sin contar a un 8% de comunistas que se llevan mal con los otros partidos. Así que, caso de que salga el tema, es mejor declararse apolítico y obviar la conversación.
Traumas
La Segunda Guerra Mundial no es para los polacos una cosa de pelis antiguas de John Wayne. Para ellos, que perdieron el 20% de su población víctima de la guerra, es algo muy presente y muy vivido. Así que bromas las justas. Y comentarios presuntamente graciosos, los mínimos.
Para ellos
Las patatas fritas “normales”, aquí se llaman “french fries”. Porque las patatas que suelen poner de guarnición son una mezcla de fritas y horneadas. Se parecen a las patatas deluxe de Mc Donald, pero muchas veces van con piel. A mí me gustan estas patatas polacas y son más sanas, pero a muchos niños no. Es cuestión de cada padre evaluar y elegir.
Belleza arquitectónica
Para los aficionados a la arquitectura, Polonia es un paraíso. Podemos encontrar iglesias de todos los tipos, y a corta distancia, las típicas construcciones soviéticas, así como los clásicos monumentos conmemorativos de proporciones ciclópeas tan al gusto del antiguo Bloque del Este.
De utilidad
Documentación
Los ciudadanos de países miembros del área Schengen, como España, sólo necesitan presentar el DNI.
Idiomas oficiales
Polaco
Moneda
1 zloty = 100 groszy. En el momento de escribir el reportaje, 1 zloty equivalía a 0.25 euros.
Clima
Continental y muy variable.