A pesar de ser la capital del país, el tamaño de Liubliana es el apropiado para verla a pie. Además, aunque se supone que es el centro administrativo del país, no se observa ese estrés tan característicos de las grandes capitales europeas. Nada de ejecutivos comiendo una hamburguesa mientras revisan el correo del portátil.
Alojarse y comer
Liubliana es lo más caro dentro de Eslovenia. Para comer, alojarse o comprar regalos. Yo calcularía que es sólo un 10% más barato que España, cuando el resto de Eslovenia es como un 30% más barato.
Lo bueno de Liubliana es que, como es la capital de Eslovenia, hay de todo, desde restaurantes y hoteles de alta gama, hasta tabernas tradicionales “de las de toda la vida”.
Una opción bastante económica para comer en Liubliana es hacerlo en el mercado. Hay una serie de pequeñas tiendas de chacinas, carnicerías, etc. en las que se puede comer y tomar un vinito del país al aire libre en pequeñas mesitas en la puerta del establecimiento.
Hay muy buena oferta hotelera en la ciudad, aunque nosotros nos alojamos a una hora, porque Eslovenia es un país que se puede recorrer fácilmente en coche. Pero si queremos, hay muchas posibilidades adaptadas a todos los bolsillos.
Hay algunos restaurantes tradicionales eslovenos que fabrican sus propias cervezas. Un amante como yo de las cervezas tradicionales de abadía es un buen juez para recomendar o no estos restaurantes. No son las cervezas belgas, pero se dejan beber muy agradablemente. Además, las tienen de todas las graduaciones, con lo que no nos encontraremos obligados a tomarlas de alto contenido alcohólico.
Visitas y monumentos
Ljubljana es una ciudad muy bonita y que debe de pasearse con tranquilidad. Con amplias zonas peatonales y poco tráfico en las que hay coches. Invita a hacerlas tranquilamente andando. Con una bolsa con un paraguas y un chubasquero, pero andando.
La catedral es una joya que sinceramente no esperábamos encontrarnos. Pudimos verla con detenimiento, porque nos pilló un aguacero y fue el sitio donde nos refugiamos. Merece la pena destacar el altar y la puerta de bronce. Por cierto, una de las caras de la puerta es igualita al rey Juan Carlos. O al menos eso me pareció a mí.
Hay bastantes pequeñas iglesias por toda la ciudad. A nosotros que somos unos apasionados de la arquitectura religiosa, nos encantó, e hizo que el tiempo dedicado a las visitas fuera mayor.
El ayuntamiento es algo que hay que visitar. Si lo hacemos con un guía, nos contarán algunas leyendas para explicar el nombre de la ciudad. Nuestra guía fue bastante buena, incluso llevaba unos dibujos para explicar mejor los atractivos de la ciudad.
Tapas españolas
En Liubliana también nos encontramos con un restaurante español de tapas. Está al lado del ayuntamiento. Nosotros no comimos allí por no dar explicaciones a nuestros hijos acerca del nombre. Es una frase rotunda y clara, muy de Camilo José Cela.
Lluvias
Aunque vayamos en verano, es imprescindible llevar un paraguas y un chubasquero finito. No hace frío, pero en cualquier momento puede descargar un buen aguacero. Aunque sea pleno verano. Aunque Heidi está lejos, nos podemos acordar de que siempre le pillaba la lluvia con las ovejitas, pues en Eslovenia, igual.
Paseo al castillo
Al castillo se puede subir andando, no es necesario gastarse dinero ni en el funicular ni en el trenecito turístico. Es un paseíto, pero se hace agradable. Las cuestas no son excesivamente pronunciadas, y las vistas son bonitas.
Poco afectados
En Liubliana, la guerra de los Balcanes pasó sin muchas consecuencias. Eslovenia no sufrió casi nada y los habitantes de la capital no sufrieron ningún tipo de bombardeo. Es por ello que son los más abiertos de la antigua Yugoslavia para hablar de aquello desapasionadamente.
Parques tranquilos
En Liubliana hay varios parques. Son tranquilos y espaciosos. Una buena opción para oxigenarnos, aunque la verdad es que con tanta naturaleza como hay en Eslovenia tampoco es que haga tanta falta. Pero para que corran un poco los niños tras las visitas culturales, está muy bien.
De utilidad
Idioma oficial:
Esloveno, en las regiones donde viven otras minorías el húngaro y el italiano
Moneda:
Euro (EUR), válido desde el 1 de enero de 2007
Temperaturas promedio:
Julio 21°C, enero 0°C
Ley antitabaco:
En Eslovenia está prohibido fumar en todos los lugares públicos y lugares de trabajo cerrados, es decir, también en los establecimientos comerciales y alojamientos. Para comprar tabaco es necesario tener más de 18 años.
Seguridad:
Eslovenia es un país seguro. Podemos estar tranquilos dondequiera que estemos, aunque sea en una ciudad y muy tarde por la noche. Pero de todas formas podríamos ser víctimas de determinados delitos, como el robo, que es el más común. Podemos evitarlos con las precauciones más elementales.
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