El tranvía es uno de los mejores medios de transporte para trasladarse en Lisboa y al mismo tiempo hacer una visita turística. Es parte de la experiencia de visitar la capital portuguesa. Al escuchar el característico sonido de sus campanas y verlos pasar con su color amarillo, no podrás resistirte.
La ciudad cuenta con varias rutas, pero las tres mejores líneas de tranvía de Lisboa para el viajero son las siguientes:
El famoso tranvía 28, une la plaza Martim Moniz y el Cementerio de Prazeres, atraviesa los históricos barrios de Graça y Alfama, y pasa por los distritos más elegantes como Chiado Estrela y Campo de Ourique, combinando en un recorrido de diez kilómetros la Lisboa histórica y la contemporánea.
El tranvía 25 comparte una pequeña parte del recorrido del número 28 y es una alternativa muy interesante para la vuelta. Circula entre la Casa dos Bicos, que alberga hoy la fundación José Saramago, y Estrela y Prazeres, pasando por Lapa y Madragoa (esta es la diferencia con el anterior). Llegando al barrio de Santos, y sobre el río Tajo, se puede divisar el Puente 25 de Abril, cuyo nombre hace honor a la Revolución que tuvo lugar ese día en 1974. Sin ser estrictamente turístico, el tranvía sube y baja por calles tan estrechas que sorprende el hecho de que el eléctrico pueda circular por ellas.
El tranvía 18 sale de la Rua da Alfândega y finaliza en el Cementerio de Ajuda. Su recorrido de 35 minutos pasa por lugares muy típicos de la ciudad, como la Plaza del Comercio, desde la que se puede contemplar el río Tajo y su actividad portuaria; la Iglesia Corpo Santo, que data del siglo XV; o el Palacio de Ajuda, lugar de residencia de la familia real durante el siglo XIX.
Puedes consultar en este enlace el costo actualizado de los billetes simples y la tarjeta diaria. Circulan todos los días de 06.00 a 01.00 horas.
Texto: Diario del Viajero