O sole mio
De Venecia no vamos a descubrir grandes cosas, porque son conocidos sus encantos. Si acaso, sensaciones que recogimos de nuestra experiencia. La entrada no fue la mejor, porque estaban en obras y el traghetti nos llevó al centro de la ciudad por un recorrido distinto al habitual. Así que tuvimos unas horrendas vistas al “patio trasero”: grandes contenedores, construcciones deplorables… A lo lejos, adivinábamos algunas de las más famosas torres, pero no acertábamos a identificarlas con claridad.
La belleza de Venecia se reivindicó después con tanto esplendor, que parecía una compensación por la entrada tan amarga. La plaza de San Marcos rebosaba vida con su trasiego de turistas, palomas trepando niños y pianistas en las terrazas más distinguidas. No nos resistimos a la tentación de comprar maíz para las palomos. Nuestros hijos pasaron un rato muy divertido dejando que las palomas treparan hasta sus brazos para hacerse con el botín. No hicimos nada muy original. Aquí y allá, había montones de niños haciendo lo mismo, para regocijo de sus padres.
Sabíamos que sentarnos en una de ellas nos costaría un riñón, pero ¿quién va a la plaza de San Marcos y no se sienta a respirar un ambiente de lujo saboreando un auténtico capuccino? No nos resistimos, por supuesto. Por cierto, si vais con vuestros hijos y queréis pedirles una limonada, para que os acompañen en el café, aseguraos de que entienden correctamente lo que queréis. Porque si no, ni cortos ni perezosos, os sirven un zumo de limón tal cual; y como comprenderéis, el sabor no es precisamente suave ni agradable para el paladar de un niño.
La Basílica, el Palacio Ducal y la Torre del Campanario son algunos de los monumentos que debemos disfrutar si queremos conocer mejor la esencia de Venecia. Mejor con un guía, que nos limitará en nuestros movimientos pero ampliará significativamente nuestra comprensión, lo cual es vital para mirar, y no simplemente ver, todo lo que nos ofrece la ciudad más romántica del mundo. Si tenemos tiempo, deberíamos dedicarlo a admirar las obras que se exponen en la Academia, la colección de arte veneciano más importante.
Y qué sería de Venecia sin las góndolas. Sí, es un viaje familiar, y no de luna de miel, y pero qué recuerdos nos quedarían si no hubiéramos navegado por los canales bajo el influjo de un bien afinado O sole mio. Tópicos, de acuerdo, pero si por un mal entendido esnobismo nos quedamos sin el momento que vivimos, no nos lo hubiéramos perdonado nunca.
Las góndolas de Venecia están pensadas, lógicamente, para parejas que quieren vivir un momento romántico, pero no está escrito que tenga que ser así obligatoriamente. De hecho, para “optimizar” espacio, lo habitual es que las góndolas acojan al menos a cuatro personas, con lo que el ambiente de pareja no lo es tanto. Aprovechamos esa circunstancia para embarcarnos los cuatro para afrorntar un recorrido de ensueño.
El tenor que nos amenizaba estaba bien entrado en años, pero sus facultades se mantenían intactas, así que la armonía resultaba perfecta en combinación con el chapoteo de los remos, una sinfonía que parecía creada para la ocasión. El gondolero tuvo oportunidad de practicar su pericia, porque algunas esquinas parecían diseñadas para que, justo, una góndola de ese tamaño pudiera girar sin golpear las paredes. En esos momentos, solo se oía el crujido de la embarcación y, quizás, algún suspiro de emoción.
El apoteosis llegó cuando desembocamos a un canal mucho más ancho, donde nos encontramos con otras góndolas que, rodeando a la nuestra, permanecieron inmóviles hasta que el tenor dio el do de pecho final. El aplauso fue inevitable y, como en una función de teatro, la ovación cerró una escena que quedará para el recuerdo durante muchos años.
Actividades en Roma
Roma tiene mucho que ofrecer a nuestros pequeños turistas, y les propone numerosas atracciones:
Los más pequeños pueden participar en los laboratorios que la ludoteca de la Casina di Raffaello, que se encuentra en el Parque de Villa Borghese, organiza sobre la temática de las exposiciones que alberga; o también en los laboratorios del Museo Explora, situado en la Vía Flaminia 80.
Para los más grandes, la ludoteca de Technotown ya es famosa en toda la ciudad y los chavales quedan encantados con sus efectos especiales y sus pavimentos interactivos.
Para los días soleados, os aconsejamos una visita al Bioparco (el zoo de Roma) y al cercano Museo Cívico de Zoología. Si preferís entretenerles con marionetas, títeres o espectáculos teatrales, vuestra meta ideal es el Teatro Verde o el Teatro Stabile dei Burattini (Teatro Estable de las marionetas) “San Carlino“. Los sábados y domingos, el Planetario de Roma, organiza espectáculos para niños, con un repertorio muy variado.
Bicicleta en Siena
Aunque en principio parezca que las colinas alrededor de Siena no son ideales para recorrerlas en bicicleta, lo cierto es que existen varias rutas muy bien acondicionadas para recorrer y admirar en una de las ciudades y campos más bellos de Italia. Un día en bicicleta en los alrededores de Siena puede ser una experiencia inolvidable: sumergidos totalmente en el campo, la naturaleza, los viñedos, las avenidas con árboles y paisajes de una inmensa belleza.
Tenemos la opción de alquilar una bicicleta por horas, días o semanas. Además, podemos contactar con los centros que ofrecen excursiones en bicicletas, y ellos se encargarán de equiparnos con cascos, bicicletas, acompañarnos al campo y guiarnos por estupendos paisajes. Será un día inolvidable.
Aventuras en Florencia
En los alrededores de Florencia hay varios parque de aventura donde podemos ir con nuestros hijos si necesitamos un respiro después de tanta inyección cultural. El más cercano al centro de la ciudad es el Vincigliata Adventure Park, situado entre Settignano y Fiesole, en las colinas a las afueras de la ciudad. Hay actividades de distintas dificultades, adaptadas para niños más pequeños y también para los que son algo mayores y ya tienen experiencia.
El Adventure Park (www.treeexperience.it) abre todos los días de 10 de la mañana a de la tarde, y está en Via di Vincigliata.
Fuera de Florencia, subiendo por la Via Bolognese hacia Pratolino, cerca de los parkings a la entrada de Parco di Pratolino, encontrarás la entrada a Il Gigante Adventure Park. Equipados con un casco y un arnés de seguridad, podemos disfrutar de dos horas de aventura entre árboles, con seis rutas de diferentes niveles de dificultad, y siempre con la ayuda de instructores expertos.
Podemos ver su web en www.alberovivo.it.
Si tenemos planeado quedarnos algún tiempo más o visitar la zona de Chianti, entonces no podemos perdernos el Parco Aventura il Folleto, en la ciudad de San Casciano en Val di Pesa, cerca de la salida a Bargino en la autopista de Florencia a Siena. La zona de deportes allí tiene todos los ingredientes para vivir un día de total diversión en familia.