Qué visitar
En Budapest hay multitud de monumentos y sitios interesantes que visitar. Si hiciéramos una lista con sus descripciones, necesitaríamos toda la revista.
Iglesias, museos, parques, castillos, plazas monumentales, grandes vistas, puentes sobre el Danubio, hay todo lo que se le puede pedir a una gran ciudad turística y mucho más.
Como consejo en las visitas a las ciudades tan interesantes como Budapest, siempre suelo dar el de montarse en el Bus Turístico. Aquí, además hay otra opción muy interesante, que es la de los coches-bici guiados. La visita es de Pest, la parte llana y baja de la ciudad, pero es una forma distinta de verla.
En la Buda monumental hay que visitarlo todo. Es un conjunto que hay que ver y disfrutar sin prisas. El bastión de los pescadores con la muralla, nos ofrece las mejores vistas sobre el Danubio, con el puente más bonito de Budapest. Si no disponemos de mucho tiempo, lo que bajo ningún concepto podemos dejar de visitar es el Palacio Real.
Nuestro consejo es subir en el funicular muy tempranito, pasar todo el día disfrutando de esa parte de la ciudad, comer en algún buen restaurante de la zona, terminar de ver lo que no hayamos podido disfrutar, y bajar andando, dando un paseo y cruzar el río andando por el Puente de las Cadenas, verdadera maravilla sobre el Danubio.
Excursiones
En Buda, también deberíamos de dejar tiempo para visitar los montes. Se puede subir en un telesilla y las vistas son espectaculares. Los que tengan un vértigo ligero, como es mi caso, no sufrirán aunque sea un telesilla porque la altura no es excesiva. Pero si sufrimos de un vértigo severo, mejor subir en otras opciones. La bajada se puede hacer andando, pero hay que prestar atención a las indicaciones, porque si nos perdemos, podemos estar horas andando.
Pest es la zona llana que está al otro lado del Danubio, donde está el Parlamento. Sin lugar a dudas el edificio más emblemático de esa parte de la ciudad. Para mí, desde donde mejor se aprecia su majestuosidad, es desde la otra orilla del Danubio.
El lugar que más nos gustó de Pest, que no quiere decir que sea lo mejor, fue la Plaza de los Héroes. Quizás porque fue el primer lugar que vimos y desde donde hicimos una ruta a pie muy agradable, con paseíto en barca en un parque cercano.
Como somos unos grandes aficionados a la arquitectura religiosa, no dejamos pasar la ocasión de visitar las principales iglesias de Budapest. Evidentemente no es Roma, pero dispone unas cuantas iglesias de un nivel artístico y estético muy apreciable.
Si se es aficionado a los animales, el Zoo de Budapest es uno de los mejores del mundo. Nosotros no lo visitamos. Pero las otras familias sí lo hicieron y quedaron encantados. En esta revista contamos las cosas como son, no hablamos “de oídas”, pero las referencias fueron muy buenas. Pero es que para nosotros, siendo Budapest tan interesante, no quisimos desaprovechar tiempo en un zoo. Para los que sean aficionados a los zoos, el de Budapest es parada obligatoria.
Otra visita obligada es a la Isla Margarita, que está en medio del río y es el pulmón verde de la ciudad. Está prohibida la circulación de coches y es ideal para pasar un rato tranquilo con la familia. También se puede disfrutar de una playa fluvial y de fuentes termales. Hay también un par de hoteles en los que alojarse.
A cinco kilómetros de Budapest está el circuito de Hungaroning. Ahí es donde se disputa el Gran Premio de Fórmula 1 de Hungría. Si nuestra visita coincide con dicha carrera, podría ser divertido. En mi familia somos “alonsistas”, así que caso de coincidir, es muy probable que hubiéramos intentado ir.
Mágico
Mi hermano, el verdadero Willy Fog de la familia, no ha parado durante años de contar en todas las reuniones familiares que Budapest es el mejor viaje y más bonito que realizó nunca. Yo siempre pensaba que eran exageraciones. Máxime cuando él es una persona que ha estado en más de cuarenta países. Pero después de haber viajado yo a Budapest, puedo entenderlo. Budapest es uno de esos sitios que pueden llegar a convertirse en “EL VIAJE”. Para cada uno hay un viaje “mágico” y que recordamos siempre. Aunque en mi caso no fue Budapest, se quedó muy cerca, y es de los mejores sitios que hemos visitado.
Moneda
Aunque aceptan euros en toda Hungría, y Budapest es donde es más fácil que te los acepten, no está de más llevar alguna cantidad en moneda local. No son “usureros” con el cambio ni nada de eso, lo que ocurre es que muchos sitios oficiales y transportes, no aceptan euros, y hay veces que tampoco tarjeta.
Transportes
Hay dos tipos de taxis. Los más lujosos son bastante más caros. No llegan al nivel de otras capitales europeas, pero conviene evitarlos. Los amarillos normales son buenos, están limpios y no suelen engañar a los turistas. De todas maneras, hay un buen transporte público colectivo.
Con piscina
Si nos alojamos en hoteles de 4 estrellas, debemos preguntar si tienen piscina y/o spa. Por el mismo precio, mejor alojarnos en un hotel con estos servicios. Incluso en pleno centro podemos encontrar hoteles con piscina. Obviamente suelen ser pequeñas piscinas en las azoteas, pero bañarse y ver la ciudad a la vez está muy bien. En las afueras de Budapest hay hoteles con parques acuáticos incluidos. Están muy bien y muy bonitos, pero Budapest es lo suficientemente bonita como para que no merezca la pena gastar tiempo en un parque acuático.
Precauciones
Al estar Budapest cruzado por el río Danubio, que es un río “de verdad”, no un hilito de agua, el calor puede ser más húmedo de lo que acostumbra en Centroeuropa. Además, los mosquitos pueden aparecer en verano. No es que sea un problema grave, pero si alguno de la familia es hipersensible, no está de más echar en la maleta un antimosquitos.
Tascas
Hay que comer en las pequeñas tascas y bares de Budapest. Y hay que hacerlo con comida típica. Vamos a comer con una calidad excepcional y no vamos a notar en nuestro bolsillo que estamos en una de las grandes capitales de Europa. Una mezcla perfecta de calidad y precio.
Tarjeta
En la mayoría de las ciudades grandes de Europa de las que hemos escrito, solemos recomendar la compra de la “tarjeta oficial”. La “nombre de la ciudad”-CARD. En Budapest, aunque puede ser interesante, no lo es tanto como en otras ciudades. Esto es algo que hemos observado en otras ciudades del Este. Parece como si la completa privatización que sufrieron estos países hubiera perjudicado este tipo de iniciativas para el turismo. Es recomendable comprobar que los descuentos de las cosas que nos interesan siguen activos antes de comprarla.