El archipiélago de las Azores se sitúa en el Atlántico Norte entre los paralelos 36 y 39 norte y los meridianos 25 y 31 oeste. Con un clima envidiable, ha sido seleccionado como las segundas mejores islas del mundo de turismo sostenible. Si viajamos en familia, nos gustará saber que hay infinidad de actividades que podemos practicar todos juntos, como las que detallamos a continuación.
Senderos
En las Azores hay una red de 70 senderos homologados y señalizados, todos de gran interés bio-geológico e histórico-etnográfico y clasificados según el grado de dificultad, distancia y tipo de trayecto, lineal o circular. Caminando desde el litoral al interior, el paisaje está mar- cado por densos bosques de costa, bosques de enebros y de laurisilva. Sin embargo, no sólo de vegetación se hace el paisaje, cascadas, casas típicas, molinos de viento, barcos de pesca, viñas y currais (cuadrículas de muros de piedra que contienen las viñas), también se encuentran a la distancia de una mirada. En el litoral es siempre posible disfrutar de las numerosas piscinas naturales que aparecen entre increíbles formaciones rocosas.
Rutas a caballo
En las Azores andar a caballo, más que un deporte, es una tradición. Se cree que el caballo está presente en el archipiélago desde su ocu- pación, existiendo ya registros de estos equinos en los inventarios de las propiedades de inicios del siglo XVI. Al paso o al trote, el des-
cubrimiento de senderos y de lagunas en una silla de montar es una experiencia inolvidable en la que el tiempo pasa galopando. Existen en las islas programas de paseos a caballo disponibles todo el año y accesibles hasta para los que nunca han montado a caballo.
Avistamiento de cetáceos y natación con delfines
Las Azores son uno de los mejores lugares del mundo para el avista- miento de cetáceos. Alrededor del archipiélago pueden ser avistadas cerca de 25 especies, entre residentes y migratorias.
Entre las especies más comunes está el cachalote (Physeter macro- cephalus), gigante de los mares inmortalizado en el clásico Moby Dick, puede llegar a los 18 m de largo y 44 toneladas de peso. Es frecuente también encontrar otras ballenas como la ballena azul (Balaenoptera musculus), el rorcual común (Balaenoptera physalus), algunas especies de tiburones, tortugas, varias especies de delfines,
como el delfín común (Delphinus delphis), el delfín mular (Tursiops truncatus), el delfín pintado (Stenella frontalis) y otros animales marinos.
Geoturismo
El origen volcánico del archipiélago, la reducida dimensión de las islas y la cercanía entre algunas de ellas permiten que, en cualquier momento del año y en cualquier isla, se pueda explorar la geodiversidad de la región, con magníficos geopaisajes y geositios.
Contemplar las calderas de colapso y algunas de sus lagunas, caminar por fajãs (lenguas de tierra sobre el mar), observar cordilleras volcánicas y los restos de erupciones recientes, bajar a grutas y túneles lávicos, descubriendo el mundo subterráneo, o presenciar el burbujeo de la tierra en los campos de fumarolas, son algunos de los atractivos para hacer un viaje a las Azores.
El archipiélago está reconocido como Geoparque y cuenta con una serie de centros interpretativos que contribuyen a valorizar el patrimonio en cuestión.
Rutas en bicicleta/ BTT
Existen en las Azores muchos senderos y caminos que, tanto los practicantes habituales como los aventureros esporádicos, pueden des- cubrir. En cualquier época del año, con guía o para descubrir, existen múltiples opciones.
Observación de aves
Las Azores se conocen internacionalmente como destino para la observación de determinados grupos de especies de aves. Debido a su posición central en el océano Atlántico, es posible observar, varias especies migratorias que pasan ocasionalmente por las Azores, debido a desvíos migratorios provocados principalmente por intemperies. Es posible también observar aves marinas que nidifican en las Azores y especies y subespecies endémicas. En su totalidad el archipiélago tiene aproximadamente 30 especies que nidifican, y el número de especies ocasionales ya observadas y registradas en el archipiélago se acerca a la 400, entre ellas algunas muy raras y nuevas para el Paleártico occidental.
En todas las islas se puede practicar la observación de aves, donde se destaca la isla de San Miguel y Graciosa para observar las especies endémicas, la isla de Terceira para observar gaviotas y limícolas de origen Neártico y Paleártico, y las islas de Flores y Corvo para la observación de paseriformes americanos, además de las otras especies ya referidas.