Con ojos de niño se redescubre la ciudad milenaria: una visión refrescante que será útil para las familias que la visitan este otoño deseando descansar, pasear con seguridad, aprender y saborear.
Santiago de Compostela es pequeña y coqueta como las ciudades de los cuentos. La zona histórica es un laberinto lleno de secretos, donde es posible andar con seguridad por calles estrechas, macizos soportales y plazas que llevan a la Catedral.
Para conocer Santiago, hay huellas del pasado que invitan a adivinar. Como los nombres de las calles: Caldeirería (calle de los caldereros y toneleros), Acibechería (calle y plaza de los talladores de azabache), Praterías (de los plateros), Obradoiro (talleres de cantería), etc. O las marcas en las fachadas, que mostraban de quién era una propiedad, como las conchas de la catedral, las cinco estrellas de la Universidad, el pino del monasterio de Pinario…
Todos aquí saben que en las calles hay concursos no escritos para los que crucen la plaza de la Quintana (¡era un antiguo cementerio!) sin pisar las rayas, o para los que encuentren los pies de Cervantes en la fuente de su plaza, y también para los que descubran la sombra de un peregrino al pie de la torre Berenguela por la noche.
Ningún niño puede perderse la subida a la Torre de la Carraca de la Catedral y mucho menos el descubrimiento de la gran joya del Románico europeo, el Pórtico de la Gloria, ¡una gran historia tallada en piedra!
Mmmm… qué rico
Tras el paseo por rúas y plazas, imprescindible es el Mercado de Abastos, que nos trae el mar y el campo a la ciudad. Allí es posible conocer los pescados y mariscos y probar el pulpo recién hecho. Los días de más bullicio son martes, jueves y sábados, antes de mediodía. ¡En la oficina de Turismo de Santiago te espera, gratis, el regalo de un juego-guía gastronómico muy interesante!
Para una visión de conjunto, nada mejor que un recorrido en tren turístico, que la rodea a través de parques y jardines y de los barrios históricos situados extramuros.
Los museos más divertidos
Entre los museos de Santiago seguro te interesarán los siguientes:
Museo do Pobo Galego: Maquetas de casas tradicionales, herramientas, trajes e incluso embarcaciones típicas de Galicia se exponen en un antiguo monasterio. En su interior está la escalera más ‘mágica’ de Santiago: una triple espiral barroca que es un verdadero embrollo para los sentidos.
Para descubrir cómo vivían tradicionalmente los compostelanos, sus viviendas, cocinas, baños y muebles, visita la Casa-Museo da Troia, que fue hace cien años pensión de estudiantes más famosa de Santiago.
El Museo de Historia Natural Luis Iglesias cuenta con más de 25.000 ejemplares de fauna, flora y minerales y está en uno de los parques más bonitos, Vista Alegre. Te gustarán sus frutales y sus edificios.
¡Viva el verde!
Santiago destaca por la cantidad y calidad de sus parques y jardines, unos románticos, otros muy modernos y arquitectónicos. La mayoría tienen columpios, juegos y zonas deportivas, mucha sombra y fuentes, ríos o estanques:
Del elegante parque de la Alameda hay que destacar sus árboles centenarios, sus estatuas no hay que irse sin saludar a Las Dos Marías y a Valle-Inclán), el palomar y el estanque de los patos. Increíbles vistas. Tiene parque de juegos junto al Campus Sur.
También hay ocas y pájaros en el lago y el riachuelo del Parque da Música en Compostela.
Situado sobre la finca de un antiguo convento, San Domingos de Bonaval es un parque monumental, misterioso y muy sugerente, con un cementerio desacralizado y panorámicas del centro histórico.
El bosque en la ciudad
En Santiago andas o pedaleas y ya estás en un bosque fresco y rumoroso, vestido de colores de otoño. Por ejemplo:
Junto al parque de Galeras está la romántica Finca de Espiño. Y de allí arranca el paseo del río Sarela, que se introduce en un enmarañado mundo vegetal con molinos y antiguas curtidorías.
El Paseo das Brañas de Sar te lleva a lo largo del río durante 4 km, desde las piscinas de Sar hasta el parque de Eugenio Granell. Verás bosques, molinos, lavaderos; cruzarás el puente romano de Sar para llegar a la bella Colegiata. Y puedes encontrarte con nutrias, erizos, topos, musarañas, liebres, garzas, águilas y reptiles.
El Bosque de Galicia ofrece 24 hectáreas con miles de árboles mientras serpentea por el monte Gaiás para llegar al lago y a la gran Cidade da Cultura de Galicia. En este complejo tienes muchas actividades este verano y visitas guiadas diarias. A 20 minutos andando desde el centro está la Granxa do Xesto, donde el bosque convive con prados, pequeños lagos artificiales y una cafetería. Ideal para un picnic, para correr y para contemplar Santiago desde lo alto y no olvidarla nunca.
Alojamiento con premio
Hasta finales de año, alojarse en hoteles y pensiones de Santiago por un mínimo de tres noches tiene un estupendo premio: una visita guiada sin coste a elegir entre el “Tour Peregrino” –un recorrido que gira en torno a los peregrinos y los lugares emblemáticos del Camino de Santiago en la ciudad- o “Compostela Contada”, un paseo por los puntos más sobresalientes de la ciudad histórica premiada por la Unesco. Además, haciendo “campamento base” en Santiago, ¡se puede salir a recorrer pazos, bosques, playas, riachuelos, montañas y ciudades de Galicia!
Campaña Santiago Te premia: www.santiagoturismo.com
Más información: www.santiagoturismo.com/en-familia
Dispofamily, actividades día a día: www.santiagoturismo.com/dispofamily
Visitas guiadas: www.santiagoturismo.com/actividades-santiago