Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Santiago de Compostela es pequeña y bonita como las ciudades de los cuentos. Además es tranquila, segura y muy agradable para pasear.
La zona histórica es como un laberinto con muchos secretos. Está llena de calles estrechas, casitas y soportales y tiene un pavimento de grandes piedras viejas con las que se puede jugar a no pisar las rayas sin preocuparse por los coches, porque es toda peatonal. En las serenas plazas y placitas hay mucho espacio para jugar y cafeterías con terrazas al aire libre. La Catedral, los antiguos nombres de las calles, las gárgolas, las fuentes… pueden ser fascinantes para las personas de menor edad si los adultos les ayudamos a descubrirlas.
Santiago destaca por su cantidad de zonas verdes. La ciudad está literalmente rodeada de parques y espacios naturales estupendos. La mayoría tienen abundante césped, muy buena sombra, accesibles sendas y juguetones cursos de agua. Algunos están situados en zonas altas, para ver los tejados y hacer estupendas fotos.
Parques y senderos. La ciudad se viste de verde
Para jugar y disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad, Santiago ofrece un sinfín de parques y jardines, con mucha sombra, merenderos e incluso pequeños ríos, lagos o estanques, en los que viven los peces y patos compostelanos. Además de los imprescindibles Paseos Fluviales del Sar y del Sarela, y de la magnífica Selva Negra, recomendamos:
Parque de la Alameda
Es el más querido de la ciudad, está muy céntrico, y tiene un montón de cosas interesantes: un estanque con un montón de patos acostumbrados a dejarse mirar, un interesante palomar, un elegante palco de la música y un curioso banco ‘acústico’ -gran asiento semicircular de piedra por el que se transmite el sonido con toda claridad-, entre otras muchas cosas.
Campus Universitario Sur
Muy cómodo para dar pequeños paseos en bici o en triciclo, para patinar, o para hacer deporte. Tiene una buena zona de prado con mucha sombra y variedad de árboles distintos: tuyas, camelios, magnolios, pinos, cedros, enebros, ginkgos… y todo eso hace que sea uno de los favoritos de los niños y niñas de Santiago.
Parque de Galeras y Finca do Espiño
Situado en el barrio de Galeras, este amplio espacio verde, con mucho césped y dos pequeños ríos, destaca por su centralidad y su calidad paisajística y dotacional. En sus bordes hay cafeterías y restaurantes con terraza, para tomar algo sin perder detalle de lo que pasa en el parque.
Conecta con la Finca do Espiño, zona verde de gran riqueza botánica: camelios de más de 80 años, una carballeira -con algunos robles de más de un siglo—, acebos, una pícea de Noruega y una gran araucaria. Castaños, magnolios, arbustos y flores completan, junto a las ruinas de un palacete de estilo neogótico, los atractivos de este espacio singular. Tiene además merenderos y una zona lacustre habitada por un sinfín de cantarines batracios.
Parque de la música en Compostela
Es una alfombra verde por la que cruza el pequeño arroyo que forma un estanque sobre el que ‘flota’ el Auditorio. Allí vive desde hace tiempo una gran familia de patos que muchas veces recibe la visita de sus familiares lejanas las gaviotas. Dentro del Auditorio hay una luminosa y tranquila cafetería-restaurante con vistas a la ciudad histórica.
Parque de San Domingos de Bonaval
Situado sobre la fue finca conventual, es un parque monumental, misterioso y muy sugerente, con muchas zonas distintas para descubrir: un robledal, un pequeño jardín, grandes áreas de césped e incluso un cementerio desacralizado. Estupendo para tumbarse, correr, merendar y también para hacer fotos panorámicas de la ciudad histórica contra la puesta de sol.
Granxa do Xesto
A 20 minutos andando del casco histórico, allí hay bosque, prados y pequeños lagos artificiales. Muy accesible para llegar caminando o en bici desde el casco histórico, tiene 3 km de paseos, y estupendas vistas sobre la ciudad.
Parque del Lago, Bosque de Galicia y Jardín Literario
Una red de caminos para elegir vuestra propia aventura permite el disfrute de los tres principales espacios verdes de la Cidade da Cultura de Galicia. El Parque do Lago está dedicado al disfrute de la naturaleza. Además del lago rodeado de vegetación y una plataforma de madera en su borde.
El Bosque de Galicia ocupa la ladera occidental del monte Gaiás, y está habitado por especies autóctonas: robles, castaños, sauces, abedules, alisos, laureles… Sus 3 km de sendas disponen de zonas de descanso y un mirador en lo alto orientado hacia el oeste, con una de las vistas más desconocidas de Santiago.
El Jardín Literario está en el corazón del recinto de la Cidade da Cultura de Galicia. Dispone de un pequeño sendero, el Camino de los Libros, y una instalación artística creada a través de placas con citas literarias de autores/as de Galicia, rodeado de camelias.
Mucho más que ofrecer
Santiago tiene todavía más cosas para vosotros: museos interesantes para peques y grandes, eventos y actividades culturales infantiles, actividades de aventura, excursiones para descubrir los alrededores… y además, muy cerca, hay concurridas playas fluviales y está también el mar: las fantásticas rías de Galicia, con playas de aguas tranquilas, arena fina y todas las comodidades.
Los niños y niñas son bien recibidos en los restaurantes y cafeterías de la ciudad. Muchos de ellos cuentan con menús especiales, aunque quizá prefiráis experimentar con algunos sabores gallegos muy aptos para los paladares de los pequeños gourmets.
Para alojaros hay desde grandes cadenas hoteleras a modernos apartamentos, casas completas para familias, o coquetos hotelitos situados en el casco monumental, tan confortables que os sentiréis como en casa. Y además están las casas de turismo rural de los alrededores, donde disfrutaréis a tope del paisaje gallego.