No existe un destino en nuestro país tan preparado para recibir a los niños como Gran Canaria. Empezando por el suave clima del que disfruta todo el año y terminando por los variados paisajes naturales de la isla, pasando por parques temáticos, hoteles y restaurantes, Gran Canaria es una elección segura para las familias con hijos que buscan diversión y aventuras.
Playa, montaña y desierto, ¡todo en uno!
Gran Canaria ha sido llamada “continente en miniatura” y no es para menos ya que sus paisajes nos hacen creer que estamos viajando por todo el mundo sin salir de la isla. De hecho, toda esta gran riqueza natural ha hecho que la Unesco haya declarado al 43% de su territorio como Gran Reserva de la Biosfera.
Para empezar, la isla cuenta con un gran número de playas abrigadas y seguras para el baño que además cuentan con todo tipo de servicios para nuestra comodidad: sombrillas, aseos, juegos infantiles…). Se trata de playas limpias, bien equipadas y con aguas claras en las que da gusto bañarse.
Para las familias más activas, se ha desarrollado una enorme oferta de ocio marítimo alrededor de estas playas. Podemos practicar pesca de altura, navegación, submarinismo, pesca deportiva o windsurf, siempre apoyados por una eficaz infraestructura que nos permitirá divertirnos con total seguridad.
Incluso dentro de este gran número de playas, tenemos posibilidad de elegir: quizá nos gusten las impresionantes dunas de arena de Maspalomas o a lo mejor preferimos un poco de ambiente y animación en la playa de Las Canteras. Si por el contrario nos apetece un poco de tranquilidad, podemos disfrutar de la calma de la playa virgen de Güigüi.
Pero no todo son playas en Gran Canaria. Existen rutas para hacer senderismo que nos permitirán conocer el interior de la isla y maravillarnos con su flora autóctona mientras paseamos en familia. Además, podemos practicar diversos deportes de aventura como escalada o simplemente montar en bici, ¡lo que queramos!
Hoteles para familias
Prácticamente todos los hoteles en Gran Canaria cuentan con un gran número de servicios y opciones destinados a entretener a los más pequeños de la casa. Somos muchas las familias con hijos que acudimos a la isla atraídos precisamente por la atención que se da en todas partes a los niños, las estrellas de las vacaciones.
Muchos de estos hoteles no solamente disponen de servicio de guardería sino que también organizan diversas actividades para niños según su edad para que ellos también se diviertan y nosotros podamos tener un rato libre a solas con la tranquilidad de que estarán bien atendidos.
Hay todo tipo de alojamientos para escoger en Gran Canaria: desde casas rurales hasta lujosos hoteles a pie de playa sin olvidar un gran número de apartamentos y bungalows en caso de que prefiramos un ambiente más independiente.
Un enorme parque temático
Ya sea al aire libre o en espacios cerrados, en Gran Canaria siempre encontraremos algún sitio al que ir para descubrir algo nuevo y divertirnos en familia. Toda la isla puede considerarse un enorme parque temático con tantas opciones que a veces es difícil elegir.
Existen parques botánicos-zoológicos fusionados con el territorio como el Jardín Canario, un auténtico tesoro natural en el que podremos descubrir una gran cantidad de distintas especies botánicas en un mismo jardín. El Museo-Parque Arqueológico de la Cueva Pintada de Gáldar nos enseñará todo acerca de los guanches, los primeros pobladores de las Islas Canarias.
También podemos visitar la Casa de Colón, un lugar que a los niños les suele encantar. Allí veremos los entresijos del descubrimiento de América a través de las vitrinas y salas que se exponen en el edificio, auténtica residencia en la que vivió el descubridor y que hoy sirve para conocer más de su vida y su gesta.
Otros lugares muy interesantes son el Museo Canario, en el que haremos un recorrido por la vida de los aborígenes de Gran Canaria, y el Museo de la Ciencia, con más de veinte espacios interactivos en los que se reproducen los grandes inventos de la humanidad. ¿Sabes cuál es el lema de este museo? “Prohibido no tocar”. ¡A los niños les va a encantar!
En cuanto a los espacios abiertos, existen lugares en los que poder contemplar la flora y fauna de la isla en su hábitat como la Finca de Osorio en Teror, el Pinar de Tamadaba y las zonas de Tirma en la Cumbre, sin olvidar La Charca de Maspalomas que los turistas podrán contemplar junto a la playa del mismo nombre.
Y esto no se acaba aquí: existen parques temáticos de diverso contenido para que siempre haya algo nuevo que descubrir. Cactualdea (San Nicolás de Tolentino) es un parque botánico con gran variedad de cactus, palmeras y plantas tropicales; Palmitos Park (San Bartolomé de Tirajana) es un jardín exótico que combina aves y orquídeas; y el Parque Los Cocodrilos (Agüimes) está especializado en caimanes, cocodrilos y otros tipos de reptiles.
El Sioux City (San Bartolomé de Tirajana), con una extensión de 320.000 metros evoca a un poblado de América del Norte, con sus casas, iglesias, rancho, bancos, ‘salón’… en el que se recrean situaciones del far west. A los más pequeños de la casa les va a encantar ver a los vaqueros paseándose por allí.
Las familias exploradoras e intrépidas se lo pasarán genial recorriendo los caminos reales, senderos recónditos y apenas explotados que servían como senderos naturales cuando los aborígenes aún habitaban Gran Canaria. Si somos más de agua, podemos navegar a bordo de un barco con suelo transparente para ver delfines y ballenas o hacer excursiones submarinas. ¿Y qué os parece un paseo en dromedario por las dunas de Maspalomas?
Otras opciones de diversión son visitar el parque acuático Aqualand y el parque de atracciones Holiday World. Como ves, no falta de nada en Gran Canaria para el deleite de las familias con hijos que busquen unas vacaciones llenas de aventuras.
La mar de delfines
¿A qué niño -y a qué adulto- no le entusiasma ver nadar y saltar a los delfines? En Gran Canaria estamos de suerte porque no hay mejor sitio para poder contemplar en su hábitat a estos simpáticos mamíferos. El sur de la isla es uno de los lugares preferidos por los delfines para nadar.
Existen barcos en los que poder acercarse a los sitios más propicios para el avistamiento de delfines, siempre resguardados por medidas de seguridad y con la supervisión de expertos que nos irán informando de todo. Los niños disfrutarán viendo saltar y nadar a estos animales que no tienen miedo de acercarse a los barcos.
El viaje tiene una duración de dos horas y resulta emocionante incluso antes de que aparezcan los delfines ya que los expertos otearán el horizonte con sus prismáticos en busca de las señales que indiquen la presencia de delfines. Allí todo se convertirá en una competición por ver quién es el primero en verlos.
Gran Canaria, un paseo por la ciudad
Hemos recorrido playas y senderos, hemos subido montañas, hemos recorrido dunas… y ahora toca conocer la capital de la isla, una ciudad en la que la Historia está viva y respira y de la que podemos aprender mucho.
La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria posee una fuerte personalidad marcada por la típica arquitectura colonial que podemos admirar en edificios como la Casa de Colón o la Catedral. El cruce de culturas que se producía en la isla ha quedado patente en esta ciudad y podemos ver sus huellas a cada paso que demos.
La vida cosmopolita y moderna se fusiona con su vertiente más tradicional, pues lo mismo vemos la cartelera con los próximos espectáculos del Auditorio Alfredo Kraus como admiramos el férreo trabajo de los pescadores que, un poco más allá, limpian y arreglan sus herramientas tras una dura jornada de pesca en el mar.
Entre medias, podemos sentarnos a comer, a conversar acerca de lo que hemos visto y a contarles a los niños la historia de Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Para bajar la comida, debemos ir a pasear a la playa y ver cómo hace su vida la gente allí: desde gente bañándose en solitario hasta artistas callejeros o personas aprovechando el atardecer para relajarse haciendo yoga.
No podemos dejar de recorrer el barrio de Vegueta, donde conoceremos el origen de la ciudad en el siglo XV junto con la llegada de los primeros artesanos andaluces, las correrías del corsario Van der Does o la presencia de las carabelas de Cristóbal Colón. Los antiguos patios de las casas parecen aún hablar de aquellas aventuras.
Los domingos se celebra un mercadillo artesanal en el que descubrir la artesanía de Gran Canaria, en especial la cestería tradicional. También es una buena ocasión para degustar dulce de batata o el redondo pan dulce hecho allí mismo.
Fiestas, fiestas y fiestas
Otra buena ocasión para conocer la parte más tradicional de Gran Canaria son sus fiestas. Tan sólo las celebraciones de santos y vírgenes a lo largo del año ofrecen la posibilidad de contemplar bailes y cantos tradicionales cuyo origen se pierde siglos atrás.
El buen clima de la isla favorece que durante todo el año aparezcan verbenas, pequeñas competiciones deportivas, romerías, conciertos y cine al aire libre y cualquier cosa que aliente la diversión y el buen humor entre los propios habitantes de la isla y quienes lo visitan.
Gran Canaria conserva además fiestas heredadas de los habitantes aborígenes de la isla como La Rama, en la que tras una procesión se golpea el agua del mar con enormes ramas como reminiscencia de una ancestral petición de lluvia, y El Charco, una competición de pesca de la lisa en una charca en la que tan sólo se usan las manos y una cesta.
Una gastronomía de 500 años
La peculiaridad de la gastronomía de Gran Canaria consiste en la fusión de elementos tradicionales de la isla con aquellos que llegaban de allende los mares. Esta mezcla se ha producido de forma natural a lo largo de 500 años dando lugar a la espléndida variedad de alimentos que podemos disfrutar hoy.
El buen clima de la isla permite producir alimentos como tomates, las manzanas, las aceitunas, las frutas tropicales, el bienmesabe, las naranjas, el plátano dulce o la enorme variedad de pescado que podemos encontrar en los mercados.
No podemos irnos de Gran Canaria sin degustar el delicioso queso de flor, fuerte y sabroso. Tampoco tenemos que perdernos el bienmesabe, un dulce hecho a base de canela, azúcar, almendra y yema que hará las delicias de los más golosos de la familia. Y por supuesto, no pueden faltar en nuestro plato las famosas “papas arrugás” con mojo dulce o picante.
En Gran Canaria no hay lugar para el aburrimiento pero sí para las familias con hijos: la diversión en unas vacaciones en familia está asegurada en esta isla en la que siempre hay algo con lo que maravillarse.
Para más información, consultar el portal del turista en www.grancanaria.com