El turismo de interior nos permite descubrir rincones de nuestra geografía como Sigüenza y Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara. Preciosos paisajes salpicados de historia y cultura nos esperan para desconectar del día a día y enamorarnos a cada paso.
Molina de Aragón
Rutas para descubrir su patrimonio
4.200 kilómetros cuadrados componen la comarca de Molina de Aragón, que reúne a más de 70 municipios. Se divide en cuatro sexmas: la del Campo, del Sabinar, el Pedregal y la Sierra. En todo este territorio podemos visitar cañones y hoces como el Barranco de la Virgen de la Hoz en Ventosa y también disfrutar de los paisajes desde la ermita, los miradores y los valles.
Además, tenemos monumentos naturales como la Sierra de Caldereros en la que podremos visitar el castillo de Zafra, escenario de la serie Juego de Tronos, y enormes bosques de pinos y sabinas. Como colofón a este deleite paisajístico, no podemos olvidarnos del río Tajo atravesando el Parque Natural del Alto Tajo.
Y es que no en vano todo el territorio del Señorío de Molina está reconocido como Geoparque Mundial de la UNESCO. Es el más grande de España, de hecho, y cuenta con más de 125 puntos de interés geológico.
La mejor manera de disfrutar de todo este patrimonio es a través de las distintas rutas monumentales y culturales que encontraremos en Molina:
- Románico rural, donde destaca la ermita de Santa Catalina en Hinojosa o el monasterio de Buenafuente del Sistal en Olmeda de Cobeta.
- Castillos y fortalezas, para visitar Castilnuevo, Corduente o Embid.
- Otros sitios históricos como el castro celtíbero de El Ceremeño, la Cueva de los Casares con grabados paleolíticos o las salinas de Saelices de la Sal.
Y como siempre, dedicamos unas líneas a su deliciosa gastronomía en la que encontramos platos con carne de cordero y cabrito, una gran selección de hongos y setas, trufas exquisitas, derivados del cerdo y postres típicos como la Pata de Vaca o el chocolate La Cadena, que tiene más de 100 años de antigüedad.
Como colofón, podemos aprovechar fiestas tradicionales de la comarca como la Fiesta del Carmen en Molina de Aragón o la fiesta de los Gancheros en varios pueblos de la ribera del Tajo.
Ahora pasemos a visitar la localidad de Molina de Aragón, situada en el centro de la comarca y declarada conjunto histórico-artístico por la belleza y el interés de sus monumentos, en especial su castillo, el segundo más grande de España y construido entre los siglos XII y XIII. Dentro de su casco histórico podemos pasear por el barrio de la Judería, el de la Morería, el puente románico o visitar la iglesia de Santa Clara.
Además, disponemos de varias actividades en familia que les van a encantar a nuestros hijos:
- Visita tanto libre como guiada al castillo
- Visita al Centro de Interpretación de fortificaciones en la Torre de Aragón
- Visita al Museo Comarcal con sus salas de paleontología, arqueología, entomología y medio ambiente.
Por último, y para acabar de conocer esta comarca, nos espera el Parque Natural del Alto Tajo, que tiene uno de los sistemas de hoces fluviales más importantes de España. Entre sus rocas calizas y areniscas rojas crecen más de un 20% del total de las especies de flora ibérica, a lo que se unen los bosques de ribera y los pinares que se extienden a lo largo de arroyos y ríos.
Paseando por este territorio podemos ver cabras montesas, ciervos, corzos, jabalíes o gamos, además de aves sobrevolándonos. Ya en las aguas nadan las nutrias así como truchas, barbos, bogas y pequeños cangrejos autóctonos.
Existen más de diez rutas para recorrer el parque. Las más recomendadas para ir con niños son las 4 rutas etnográficas (Escalera, Ablanque, Las Lomas y Villanueva del Corón) así como las del Salto de Poveda o la de Horcajo. Igualmente, a lo largo del año se organizan actividades para familias los fines de semana y puentes para dar a conocer la flora y la fauna del Parque Natural del Alto Tajo.
Pueblos mágicos
Molina de Aragón recibe un distintivo como uno de los pueblos mágicos singulares, únicos. Recomendado para disfrutar de la naturaleza, el patrimonio, las tradiciones, fiestas locales y su gastronomía autentica.
Sigüenza
Visitas para conocerla a fondo
Esta localidad llena de encanto, candidata a Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, nos espera con los brazos abiertos para acogernos con su historia y con sus bellos paisajes naturales, su espíritu calmo y tranquilo y su carácter tradicional y sencillo. Por eso, una de las primeras cosas que haremos al llegar será apuntarnos a una de las visitas guiadas que se organizan para conocer la ciudad.
- Visita Medieval y Renacentista (de lunes a domingo). Se visita el interior de la Casa del Doncel, la Iglesia románica de Santiago y el patio de armas del Castillo, el actual Parador de Turismo.
- Visita Ilustrada y Barroca (sábados). Veremos el interior de la Iglesia de los Huertos, la Ermita del Humilladero y Vera Cruz y el patio del Hospital de San Mateo.
Y ya dejando atrás la ciudad, podemos ir a ver el Parque Natural del Barranco del Río Dulce donde descubriremos distintos ecosistemas en un espacio pequeño que permiten que habiten animales de varias especies. Por encima de nuestras cabeza sobrevolarán halcones peregrinos, águilas reales, águilas perdiceras, buitres leonados, búhos reales y alimoches.
Ya dentro del bosque podemos cruzarnos con algún corzo y seguir las huellas de los jabalíes. Incluso podremos enseñar a los niños que hay aves que hacen sus nidos cerca del suelo como el águila calzada, el águila culebrera o el azor. Si nos asomamos a las transparentes aguas del río Dulce veremos truchas, alimento básico de las nutrias y las garzas.
Los bosques son de encina y quejigo cuya altura y espesor depende del aprovechamiento que el hombre ha hecho del terreno para leña y pastos. En las zonas en las que hay menos suelo surgen sabinas y enebros. Ya en la parte fluvial del parque podemos ver coloridos huertos y plantaciones de chopo, además de álamos, sauces y fresnos.
¿Y a qué se debe toda esta riqueza? Al cañón de calizas del Mesozoico formado por el paso del río Dulce, cuyas aguas han ido erosionando las rocas y formando las formas mágicas que podemos ver hoy: ciudades, cuevas, simas, dolinas… especialmente visibles en el meandro de La Cabrera. Este relieve tan chocante, además, ha dado lugar a altas parameras y cascadas estacionales.
Para hacer esta visita aún más completa podemos acudir al patrimonio cultural que también hay en la zona. Además del conjunto histórico de Sigüenza, del que ya hemos hablado, podemos ver las iglesias románicas de Jodra, Saúca y Pelegrina. Esta última cuenta también con un maravilloso castillo.
Contamos con distintas rutas para recorrer este lugar:
- Ruta De Aragosa-La Cabrera-Pelegrina. Es prácticamente llana por lo que es perfecta para ir con los niños incluso si van en carrito. Tiene unos 11 kilómetros de longitud y está señalizada con balizas de madera. Veremos nogales europeos, chopos, fresnos, carrizos, juncos y rosales silvestres hasta llegar a la zona de cultivos y los encinares. Llegaremos hasta El Portacho, donde se estrechan las paredes que encajonan el río. En todo el recorrido nos acompañarán los buitres. Tras las praderas, nos encontremos en la zona final con frutales y saúcos hasta llegar a Pelegrina.
- Ruta De La Hoz De Pelegrina. Es una ruta circular de 4 kilómetros por lo que en 2 horas se puede recorrer. Tras cruzar un puente de madera veremos plantaciones de árboles frutales y después, el Mirador de Félix Rodriguez de la Fuente y la caseta en la que guardaba su material y que hoy tiene una placa conmemorativa. A partir de aquí el camino se hace más abrupto para niños pequeños y no se pueden llevar carritos así que, según nuestras circunstancias, podemos seguir adelante o volver.
- Ruta De Sigüenza A Pelegrina Por El Quejigar. Tiene dificultad baja y cubre una distancia de 12 kilómetros aproximadamente. Se puede seguir con las balizas de la Ruta del Quijote.
Por último, queremos mencionar las visitas guiadas al Colmenar de Valderromero, una experiencia didáctica y muy agradable para ir con nuestros hijos y que descubran el proceso de la miel.
En este centro apícola podemos visitar una exposición dedicada al oficio de la apicultura, ver el obrador en funcionamiento e incluso una colmena viva para que los pequeños vean trabajar a las abejas en vivo y en directo.
Además, estas instalaciones se completan con un corral de animales y un parque infantil para que los niños jueguen mientras nosotros nos tomamos un descanso. Tenemos la opción de degustar la miel que se produce en este centro con la visita guiada.
Tanto Molina de Aragón como Sigüenza tienen una amplia oferta de ocio y cultura para las familias con hijos que se complementa con un ambiente tranquilo y alejado de la masificación de otros destinos más populares. Sin duda, son una gran elección para viajar en familia en los meses de otoño.
Conoce su gastronomía
La cocina destaca por su calidad y tradición, basada en productos de la zona. El Restaurante El Doncel y el Hotel Relais Château Molino de Alcuneza cuentan con estrellas Michelín.