La búsqueda de espacios abiertos y alejados de las aglomeraciones son la mejor apuesta para disfrutar de unas vacaciones seguras o de una escapada de fin de semana sin correr riesgos innecesarios.
En pleno arranque de la campaña estival, muchos dudan de los destinos que tenían programados y otros aún se preguntan adónde viajar. Si bien la expectativa de tener este año un verano más relajado frente a la pandemia se ha ido difuminando con los últimos repuntes de contagios y las restricciones hacen que sea difícil viajar al extranjero, aún es posible encontrar destinos, sin salir de España, espectaculares, refrescantes y de fácil acceso en los que poder desconectar sin preocuparse por la imposibilidad de guardar la distancia de seguridad. Destinos de interior, al aire libre, que permiten aprovechar los días de asueto con más tranquilidad y seguridad frente a la COVID-19. Estas son algunas ideas:
1.- Monasterio de Piedra:
Para quienes aman la naturaleza, pero también la historia y la cultura, el Monasterio de Piedra (Nuévalos, Zaragoza) es un los lugares más espectaculares e interesantes que se pueden visitar. La excursión al Parque – Jardín Histórico ofrece un extraordinario recorrido entre impresionantes saltos de agua, lagos, grutas y una exuberante vegetación, que se completa con la visita a las dependencias del Monasterio Cisterciense del siglo XIII, al Museo del Vino D.O. Calatayud, a la Sala de Carruajes y a la de la Historia del Chocolate. Además, su Hotel Monumento ofrece alojamiento y permite disfrutar de la gastronomía aragonesa en su terraza.
Integrado en la red de espacios protegidos de Aragón y reconocido como Conjunto de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico, el Parque del Monasterio de Piedra, entre las opciones al aire libre que ofrece, recupera este año la visita a uno de sus espacios más emblemáticos: el Lago del Espejo. Otra de las novedades, es un recorrido botánico que permite conocer de cerca más de 50 especies de árboles y arbustos autóctonos. Como medida de seguridad, la zona monumental no ofrece este año visitas guiadas, aunque se han ubicado códigos QR para que los visitantes consulten la información desde sus dispositivos móviles.
2.- Ordesa y Monte Perdido:
El Pirineo oscense es otra de las joyas de Aragón. El Tozal del Mallo, la Cascada del Estrecho, las Gradas de Soaso, la cascada de la Cola de Caballo o el Bosque de las Hayas son algunos de los monumentos naturales que pueden conocerse gracias a las distintas excursiones que recorren El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. En cualquier momento del año pueden realizarse rutas de todos los niveles, para todo tipo de público.
Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, en torno a sus riscos pueden avistarse buitres, águilas y quebrantahuesos, así como sarrios trepando por las paredes vertiginosas y marmotas en las altas praderas de montaña. Todo rodeado por tupidos bosques de haya y pino, en los que serpentean ríos cristalinos. El Parque incluye un conjunto de cuatro valles (Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta) y dominándolo todo está el macizo calcáreo más alto de Europa: el majestuoso Monte Perdido.
3.- Hoces del Río Duratón:
La protagonista del Parque Natural de las Hoces del río Duratón, ubicado en el noreste de Segovia, es una imponente garganta de agua que se abre paso entre profundos cañones y acantilados excavados en la roca caliza, alcanzando en algunos lugares más de 100 metros de desnivel. Un paraíso para las aves rapaces, como los inmensos buitres leonados o los inconfundibles alimoches, que conviven con halcones peregrinos, águilas reales y cernícalos.
Al interés y belleza del paisaje se suma la riqueza arqueológica e histórica que encierra en su interior y que también puede visitarse, como es el caso de la ermita románica de San Frutos, las cuevas con grabados de la Edad del Bronce y todo el conjunto arquitectónico de Sepúlveda.
4.- Pozas de la Sierra de Gredos:
Situada en la Cordillera Central, son muchos los encantos que ofrece la Sierra de Gredos para los amantes de la naturaleza, pero cuando el calor aprieta son las pozas naturales, los ríos represados y las playas de agua dulce ubicadas de la zona sur los mejores lugares a los que acudir. Y, aunque existen piscinas naturales en muchos de los pueblos del entorno, si queremos reducir riesgos y evitar las concentraciones de personas, es posible encontrar solitarios parajes paradisíacos donde darse un chapuzón adentrándonos en plena naturaleza.
Lugares de ensueño y recónditos, surcados por las gélidas aguas del deshielo, en los que la naturaleza aún permanece intacta. Es el caso de la Garganta de Valdeascas, el Baño de las Sirenas, la Chorrera del Arroyo Cervunal, las Beceillas, la Cascada de Las Hoyuelas, el Salto del Prao Pozas, las Lancheras de la Garganta de las Pozas, las Cascadas de la Hoya del Caldero… En esta zona también es posible realizar todo tipo de deportes de naturaleza, como montar a caballo, hacer trekking, tirolina, descenso en piragua, etc.