Este municipio cuenta con el sello de ‘Playa en Familia’ que otorga la Agencia Catalana de Turismo a los destinos de costa que se especializan en el segmento de turismo familiar. Calafell ofrece múltiples opciones para disfrutar de una escapada con hijos pequeños, como parques de atracciones, rutas senderistas adaptadas o cursos de vela.
Ubicado en el corazón de la Costa Dorada y a solo una hora de Barcelona, Calafell es un municipio que se alza como un destino hecho prácticamente a medida para los padres que viajan habitualmente con sus hijos pequeños.
Este pueblo tarraconense ofrece variados recursos de utilidad para las familias turistas, como brazaletes identificativos de seguridad gratuitos y otros servicios adaptados a este tipo de público, como la disponibilidad de cunas, tronas, menús infantiles o señalización de posibles peligros en todos los hoteles y restaurantes que están adheridos a la distinción de Playa en Familia que concede la Generalitat de Catalunya (antes, sello de Turismo Familiar).
Dentro de este particular reconocimiento, también se engloba una amplia programación de actividades para niños para hacer durante una estancia en el municipio. Estos son cuatro posibles planes para realizar durante los meses de julio y agosto en Calafell:
1. Navegar por las aguas del Mediterráneo a vela
El medallista olímpico y campeón del mundo de vela Mitch Booth eligió en 2017 la Escuela de Vela de Calafell como ‘campo’ de entrenamiento, lo que acredita a las instalaciones calafellenses como centro de alto nivel para practicar este deporte acuático, también para los pequeños que quieren iniciarse en esta práctica o perfeccionarla.
Este verano, la Escuela de Vela de Calafell seguirá impartiendo un stage de vela semanal para niños de 6 a 15 años. Además, para personas de las mismas edades, también se organizará el Casal de Mar, que incluye lecciones de navegación en las modalidades catamarán, kayak y Paddle Sup.
2. Conocer el núcleo medieval de Montpaó a pie (o en bicicleta)
Calafell también dispone de una amplia oferta en materia de turismo deportivo, reuniendo un total de seis rutas senderistas y/o de BTT. Algunas de ellas son de baja dificultad y adecuadas para el público familiar, como es el caso del itinerario que une el municipio mediterráneo con Montpaó, un poblado medieval que pertenece al propio Calafell.
Es una ruta de 13 kilómetros y tiene un ascenso de solo 189 metros, con lo que los niños la pueden hacer sin dificultad. Durante el trayecto, hay diversas paradas que permiten conocer más en profundidad la historia calafellense, como la Casa Museo Barral, la Cofradía o el castillo de Calafell.
El punto más icónico de este itinerario es el núcleo de Montpaó, un poblado en ruinas ubicado en un turón a escasos kilómetros del centro de Calafell. De origen medieval, se trata de un lugar con mucho encanto en el cual todavía se pueden ver rasgos de las corrientes arquitectónicas de la época, como arcos de medio punto.
3. Pasear por la imponente historia de Calafell
Una actividad en familia que ofrece diversión y aprendizaje a partes iguales. Mientras los más pequeños disfrutan de un agradable paseo con sus padres, también podrán conocer el pasado histórico de Calafell. La Ciudadela Ibérica, unas runas de la antigua ciudad de Vilarenc, el Castillo Medieval de Santa Creu o la iglesia de Sant Miquel son solo algunas de las visitas imprescindibles para conocer el pasado íbero y romano de este destino mediterráneo.
Las visitas más espectaculares son las del castillo y la ciudadela. La fortificación se encuentra a escasa media hora del mar y el paseo hasta allí recorre varios caminos estrechos con apariencia medieval, aunque no es complicado para hacerlo con niños pequeños. Una vez allí, los visitantes podrán ver restos de la necrópolis medieval, la cisterna central, un pozo medieval y aspilleras que se construyeron para defenderse de los bombardeos.
La ciudadela, en cambio, se ubica a poco más de un kilómetro de la playa. En este espacio singular, tras veinte años de excavaciones arqueológicas, se ha conseguido un yacimiento que para los visitantes, es un auténtico salto en el tiempo que permite conocer el estilo de vida que tenían los íberos a través de sus calles, casas y murallas.
4. Un día adrenalínico en Calafell Aventura para padres e hijos
Un parque de atracciones es un plan infalible para toda la familia. Este pueblo mediterráneo ofrece la oportunidad de llevarlo a cabo con Calafell Aventura, un parque temático rodeado por un importante número de pinos donde habitan ardillas y que se encuentra a pocos minutos de la playa. Allí, los más pequeños de la casa pueden divertirse jugando al golf en campos temáticos, haciendo una partida del cada vez más popular laser tag, recrearse en cuatro circuitos diferentes de tirolinas y aventurarse a entrar en el Universo Castor, una zona del parque con atracciones tan diferentes como un rocódromo, un tirachinas humano, unas camas elásticas o un circuito de motos.
Además, en el municipio también se encuentra el Calafell Slide. Se trata de un tobogán de 700 metros con ‘trineos’ fáciles de manejar para niños pequeños, que siempre acompañados de un adulto, descenderán desde la montaña Escarnosa, ubicada frente al núcleo antiguo de Calafell.
Más info:
http://turisme.calafell.cat/es/