La Val d’Aran es un territorio de alta montaña en el que la magia todavía se encuentra en cualquier rincón, en su estado más puro. El paso de los años no ha conseguido desvirtuar su personalidad profundamente única. En un magnífico entorno natural y durante todo el año encontraremos todas las formas de ocio que la montaña puede ofrecer. A esto hay que sumarle unas cuidadas infraestructuras con los mejores estándares europeos y una sociedad moderna y cosmopolita, orgullosa de su pasado y sus raíces, algo que ha convertido a esta tierra en un destino turístico de prestigio.
La Val d’Aran con una superficie total de 633,6 km2, se encuentra en pleno centro de los Pirineos al norte de Cataluña. Su situación privilegiada lo convierte en el único valle atlántico de la cordillera española.
Desde un paseo tranquilo y reparador hasta un desafío extremo en un entorno seguro, en la Val d’Aran se encuentra todo lo necesario para disfrutar y vivir momentos inmejorables, haga el tiempo que haga.
Baqueira-Beret: la mejor estación de esquí de los Pirineos
Cimas de más de 3.000 metros nos esperan el Baqueira-Beret, además de espectaculares lagos y saltos de agua, senderos señalizados para todos los niveles y recorridos a pie o en bicicleta con los que disfrutaremos de las mejores vistas del valle. También podremos disfrutar de una amplia y variada oferta de ocio.
En Baqueira también piensan en nuestros hijos: cuatro parques infantiles repartidos por la estación esperan a los niños para que ellos también se diviertan. Todos ellos están atendidos por personal cualificado que se encargará de dar a cada niño las atenciones que necesiten. Además, podrán hacer cursos de iniciación al esquí adaptados a ellos de forma divertida y sin presiones.
Balnearios para relajarnos
Y después del deporte, nada más relajante que disfrutar en los numerosos alojamientos que ofrecen servicio de spa o bien en alguno de los balnearios de la zona, entre los que destacan las Termas Baronía, en Les, o Els Banhs de Tredós, tranquilo balneario y hotel de montaña, el más alto de Europa, situado a 1.740 metros de altitud.
Podremos bañarnos en aguas sulfurosas como ya hicieran los romanos, cuidar nuestro cuerpo y olvidarnos del ajetreo del día a día. Las aguas brotan desde hace siglos con una temperatura de 30º, repletas de propiedades mineromedicinales que sin duda, ayudarán a mejorar nuestra salud.
Gastronomía para todos los gustos
La oferta gastronómica de la Val D’Aran abarca desde los platos tradicionales de la zona hasta la cocina más moderna para paladares más exigentes. La recuperación de productos artesanos ha permitido el renacimiento de antiguas recetas que se han transmitido a lo largo del tiempo de forma oral y que ahora, se han recogido gracias al trabajo de personas y asociaciones del valle.
El huerto, la caza y la pesca proveen a la cocina aranesa de los productos necesarios para su cocina. El plato que más destaca sin duda es la olla aranesa aunque también podemos degustar patés, crepes, setas, frutas silvestres, moras, setas, arándanos, frambuesas, truchas…
Para los más sibaritas, existe la posibilidad de visitar la factoría de caviar de Les, donde conoceremos los orígenes, historia y cultura del caviar, el oro negro de la gastronomía. Degustaremos caviar, ahumado de esturión y una copa de cava, todo para los más exigentes y también para quienes quieran descubrir el mundo de este gran producto.
Un patrimonio centenario
La Val d’Aran también ha sabido conservar todo su patrimonio lingüístico, artístico y cultural. Cada rincón de la Val d’Aran nos invita a descubrir el estilo de vida de siglos pasados a través de una oferta y unos equipamientos museísticos de gran prestigio, animándonos a participar con sus gentes de sus fiestas tradicionales.
En la Val D’Aran descubriremos su increíble patrimonio arquitectónico basado principalmente en iglesias románicas que aportan su decoración rústica pero expresiva al impresionante entorno que las rodea. Además, podremos visitar museos relacionados directamente con la historia del valle: la nieve, los Pirineos, la tradición… incluso una casa señorial del siglo XVII, la Torre del General Martinhon.
La economía ganadera y forestal de la Val D’Aran no ha impedido que además, surgieran intereses y adelantes en los sectores minero y textil. Para conocerlos mejor, podremos visitar la fábrica de lana de Vielha, la mina Victoria y un molino de agua, el de Salardú.
Por último, la Val D’Aran es rica en leyendas y tradiciones que se han mantenido a lo largo del tiempo. En la Roca de los Nueve Agujeros nos contarán la leyenda que dio origen a la parroquia de San Miguel. También descubriremos la historia del gigante Mandronius, que se enfrentó a los romanos y vivió escondido en una cueva. Para terminar, visitaremos la tumba de los amantes de Bausen, una romántica historia de principios del siglo XX.
Parques naturales increíbles
El Aran Park en Bossost un parque de fauna situado en el espectacular Pòrt deth Portilhon, donde veremos a través de diferentes senderos temáticos varias especies de animales en semilibertad como lobos blancos y grises, osos, ciervos, linces, marmotas,…. Ideal para pasar un día en familia explorando la fauna más autóctona de los Pirineos.
Naturaran, en Les, es un paraiso de aventura situado en la copa de grandes árboles, compuesto por diferentes circuitos de tirolinas, puentes tibetanos, rocódromos, etc… Es un parque ideal, tanto para los principiantes como para los más duros y adictos a fuertes dosis de adrenalina, para pasar un dia agradable en familia con los niños o para disfrutar con sus amigos.
Además de estos dos parques, no podemos perdernos los bosques, cascadas y lagos que configuran el paisaje de la Val D’Aran. Hayas milenarias, abetos, pinos negros y refugios naturales nos esperan para que descubramos la flora autóctona y las maravillas que se esconden en cada ruta.
Turismo activo en familia
Como no podía ser de otra manera, en la Val D’Aran también han pensado en las familias activas, las que buscan divertirse al aire libre mientras hacen deporte y comparten momentos inolvidables. Para empezar, existen varias instalaciones deportivas donde podemos patinar, nadar, jugar a deportes de balón, lanzarnos en tirolina… También podremos competir en el tiro con arco, un deporte apto para todas las edades en el que pondremos a prueba nuestra agudeza visual y nuestra capacidad de concentración.
Los más valientes tenemos a nuestra disposición la posibilidad de hacer rafting, la actividad estrella en la Val D’Aran que no exige tener una especial condición física ni conocimientos técnicas. Tan sólo tenemos que subir a uno de los botes neumáticos y bajar por el río. La acción y la diversión están aseguradas.
Por último, dos de las mejores actividades para pasar un buen rato en familia, conversando, disfrutando del paisaje y haciendo deporte son las rutas de BTT y de senderismo adaptadas para todas las edades. Sin duda, son una excelente ocasión para pasar una jornada tranquila, compartiendo vivencias y dejándonos llevar por la tranquilidad de la naturaleza que nos rodea.
Este pequeño rincón del Pirineo, abrupto y montañoso, hospitalario y guardián de sus tradiciones, ofrece al visitante mil razones para llegar y otras tantas para volver. Tranquilidad, belleza, armonía, diversión, arte y cultura, parajes recónditos… sin duda un recorrido apasionante por la historia y la naturaleza en estado puro.