Un viaje es siempre una aventura que deja recuerdos imborrables. Para los niños, además, los viajes son una fuente inagotable de emociones y de conocimiento. El interés por descubrir es innato en ellos, igual que la sabia mezcla que hacen de fantasía y realidad.
Pensando en ellos, proponemos 5 escapadas por Castilla-La Mancha para que puedan divertirse y disfrutar de experiencias extraordinarias en lugares que a sus ojos seguro resultarán mágicos.
Por eso, hemos concebido Castilla-La Mancha como un inmenso escenario de cuento en el que estas rutas les irán guiando por sus espacios naturales, pueblecitos llenos de encanto, lugares relacionados con Cervantes y el Quijote, una ciudad de Dinosaurios…
Castilla-La Mancha, en un lugar de tu vida.
ALBACETE. Alcalá del Júcar, “A golpe de pedal”.
Una agradable sorpresa en el camino. Nadie puede imaginar, cuando está llegando al Alcalá, que encontrará un pueblo precioso gracias a las caprichosas formas que el río Júcar ha excavado en las rocas. La Hoz del Júcar marca el paisaje, con sus casas construidas sobre la empinada ladera del río de manera casi imposible y sus impresionantes cuevas excavadas en la dura roca.
El entorno del que disfruta la localidad es el marco perfecto para gozar de cualquier actividad en plena naturaleza. Por ejemplo, un paseo en bicicleta de toda la familia recorriendo senderos a la sombra de las frondosas copas de los árboles que pueblan la comarca, y descansando junto a la ribera del río para escuchar el sonido del agua al discurrir. Además, podemos aprovechar para conocer mejor la comarca del Valle del Júcar, recorriendo los pueblos de La Manchuela: Madrigueras, Jorquera, Villa de Ves, Valdeganga… Los aficionados a la fotografía recabarán un sinfín de instantáneas únicas del Embalse del Molinar, el Tranco del Lobo, Tolosa…
CIUDAD REAL. Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, “Al abordaje”.
Un “oasis” en plena Mancha. En una extensión de casi 25 kilómetros, que abarca las provincias de Ciudad Real y Albacete, las sucesivas lagunas del Parque Natural se van “enganchando”, provocando un efecto embriagador cuando el agua salta de unas a otras. Las 15 lagunas que conforman el complejo son el drenaje natural del acuífero del Campo de Montiel y la extensión de la mayoría de ellas es pequeña, excepto las de San Pedro, La Colgada y la del Rey.
En verano se convierten en un atractivo destino, pudiendo disfrutar de un refrescante baño en sus aguas cristalinas, y el resto del año el Parque nos ofrece la oportunidad de disfrutar de la naturaleza más auténtica y conocer las distintas tipologías de flora y fauna que habitan en él. El espectáculo del agua, que discurre entre laguna y laguna, es el marco ideal para imaginar una divertida batalla de piratas al abordaje. Entre baño y baño, podemos conocer la Cueva de Montesinos, que se encuentra en la carretera hacia Ossa de Montiel. Lo más recomendable es ir acompañado de un guía que nos descubrirá todos los secretos que esconde.
GUADALAJARA. Parque Natural del Alto Tajo, “Qué aventura”.
El Parque Natural del Alto Tajo es un precioso paraje en el que los cauces fluviales del Tajo y sus afluentes han esculpido un valle de hoces, cañones, barrancos y multitud de caprichosas rocas que asemejan cuchillos y agujas. Un lugar vivo, con gran diversidad de flora y fauna, donde es posible disfrutar de multitud de actividades con empresas de turismo activo y respetando el medio ambiente.
Estamos muy cerca de Molina de Aragón, localidad declarada Conjunto Histórico Artístico. Su fortaleza, estandarte del Camino del Cid y uno de los más impresionantes de Castilla-La Mancha, conserva sus grandes torres, desde las que se observa buena parte de lo que en tiempos fue su vasto dominio. El casco antiguo de la villa está repleto de palacios, conventos, iglesias y casonas. Cualquier excusa es buena para disfrutar de su deliciosa gastronomía, sus excelentes “patas de vaca” o sus chocolates y cacahuetes artesanos.
TOLEDO. El Toboso, “Los secretos de Dulcinea”.
Tenga vuestra merced la cortesía de entrar a esta mi casa, que yo le enseñaré sus secretos y le prepararé unos buenos “duelos y quebrantos”. En El Toboso, el Hidalgo Caballero Don Quijote se quedó prendado de una bella mujer a la que llamó Dulcinea, decorada con mobiliario del siglo XVII, y que posee un torreón encalado, de ahí que se la conociera como Casa de la Torrecilla. Conserva útiles de empleo cotidiano en la vida manchega, aperos de labranza e instrumentos para fabricar quesos. Y en la bodega, las tinajas donde se guardaba el vino. En el patio llama la atención una gran prensa de aceite. No podemos perdernos el Convento de las Trinitarias Recoletas, donde se exponen bordados en oro de las monjas, orfebrería y pinturas e imaginería de la escuela española del siglo XVII.
También podemos visitar los molinos de viento de Mota de Cuervo y la Reserva Natural Complejo Lagunar de Pedro Muñoz, unas lagunas estacionales de carácter salino con instalaciones para observar las aves, de gran interés para los amantes de la ornitología.
CUENCA, “Desde la época de los Dinosaurios hasta el Universo”.
Astiriza es una divertida periodista extraterrestre que nos va a contar la trepidante aventura de tres pequeños asteroides en su recorrido por el sistema solar. Y de paso conoceremos cosas fascinantes del espacio exterior y de los planetas. ¿Dónde? En el Planetario del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, ubicado en Cuenca, la ciudad conocida por sus Casas Colgadas y por ser la sede del Museo de Arte Abstracto Español. Además de ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad, claro.
Pero si después de visitar el Planetario, su Catedral, callejear por sus calles sinuosas y llenas de colorido… te apetece vivir una experiencia inolvidable en familia, no dejes de visitar su Museo Paleontológico, donde te esperan Pepito y unas piezas fósiles únicas en todo el mundo. No te lo puedes perder.
Me han encantado estas rutas para viajar con niños. Quisiera conocer más Castilla La Mancha y sin duda este artículo me ha servido de mucha ayuda. Vamos a ver si este verano podemos tener una aventura familiar