Los cinco kilómetros de playas de arena fina y dorada, únicas en toda la Costa Dorada, son ya una seña de identidad en Calafell, una puerta abierta al Mediterráneo. La riqueza de su patrimonio histórico es otro de sus grandes atractivos. No podemos dejar de visitar Calafell en familia.
Ahora que llega el buen tiempo, no hay nada mejor que viajar a Calafell y disfrutar de sus fabulosas playas de fina arena dorada, así como de sus aguas ricas en yodo. Las tres playas y el paseo marítimo de Calafell fueron de las primeras de Cataluña en recibir la certificación ISO 14.001, y la bandera azul está presente en nuestras playas desde 1992.
Los que vamos con hijos pequeños agradeceremos que la entrada al mar sea con una suave pendiente, lo que aumenta nuestra sensación de seguridad. Esta circunstancia, junto con la calidad de sus aguas y arena, le ha valido ser conocida como playa del biberón.
Las playas, además, cuentan con todo tipo de equipamientos y facilidades para los visitantes: pasarelas de hormigón adaptadas, así como duchas accesibles desde las pasarelas; aparcamientos próximos a la playa, reservados para personas discapacitadas físicas; baños asistidos con silla anfibia por el personal de la Cruz Roja; socorristas en todas las playas; Duchas, etc.
Además de disfrutar de las playas bajo el sol o tomando un baño, podemos practicar diversas actividades acuáticas, como kayak, surf, paddle surf o catamarán, entre otras.
Y si queremos seguir practicando deporte, en Calafell tendremos aún más posibilidades. Podemos practicar gratis la marcha nórdica, asistidos por monitores titulados, que nos introducirán en la práctica y en su técnica. También podremos disfrutar de las salidas nocturnas de nordic walking o de las salidas infantiles.
Sello familiar
La idoneidad de Calafell para las familias nos lo confirma el hecho de que la ciudad goza del sello Playa en Familia que creó la Agencia Catalana de Turismo y que se otorga a destinos especialmente sensibles al turismo familiar. Esta marca es un reconocimiento a Calafell como municipio turístico que ofrece recursos y servicios de calidad especializados en familias.
Esto se traduce en una oferta de alojamientos y restauración adaptada a las necesidades de las familias, con una gran variedad de propuestas de ocio y entretenimiento. En Calafell, nuestros hijos son los protagonistas de la playa, y por este motivo encontrarán actividades organizadas para los más pequeños, con talleres, juegos, marionetas, espectáculos infantiles y mucho más.
En cuanto a los restaurantes, estos disponen de menús infantiles, cambiador de pañales, tronas… y los hoteles están preparados para recibir a los más pequeños.
Centro cultural
Calafell es, además, un importante centro cultural, que podremos recorrer gracias a las numerosas huellas que ha dejado la historia a lo largo de los años. Así, nos emocionará emprender un viaje a la época de los íberos de la mano de la Ciudadela Ibérica, donde se combinan armoniosamente la investigación arqueológica y los aspectos lúdicos, pedagógicos y turísticos.
Encontraremos también los restos de dos de la antigua villa romana del Vilarenc y nos trasladaremos a vidas pasadas entre las murallas del Castillo Medieval de la Santa Creu, que cuenta con una de las más singulares panorámicas de Calafell.
Obligada es la visita a una de las ya casi inexistentes casas de pescadores: La Casa Barral. Tampoco podemos dejar pasar el edificio de la antigua cofradía de pescadores, el emblemático “Pes”, que se ha convertido en un centro de interpretación del Calafell pescador, y que explica una parte del pasado colectivo, de la historia más reciente del barrio marítimo.
Oferta gastronómica
Después de tantas actividades, seguro que nos apetece disfrutar de la buena gastronomía que nos ofrece Calafell. Por su ubicación costera, podemos fácilmente deducir que los productos del mar serán la estrella de su cocina, y no nos equivocaremos. El buque insignia gastronómico es l’Arrossejat, un alimento de origen pesquero que hoy día ha alcanzado un alto grado de refinamiento. Si nos apetece otro tipo de cocina, también la encontraremos, porque el Calafell existe gran variedad de restaurantes, algunos con renombre internacional, con una amplia carta a nuestra disposición.
El xató, que se ha recuperado recientemente, es otro plato característico de esta zona. Se trata de una ensalada a base de escarola característica de la región del Penedés. En realidad, este plato no se había dejado de consumir en las casas, pero la entrada de Calafell en la Ruta del “Xató”, el año 2001, ha dado un renovado empuje a esta receta tradicional.